Moore: Los Mets tienen el temple necesario para recuperarse

6 de mayo de 2017

Esto lo hemos visto antes. Una temporada de angustia para cualquiera que tenga puesta una gorra con las siglas "NY" en color anajarando.
Para repasar…
- Los Mets tienen ocho jugadores en la lista de lesionados ahora mismo.
- Muchas personas los escogieron para batallar con los Nacionales la punta de la División Este de la Liga Nacional, pero los Mets han pasado buena parte de la temporada sin avanzar en la tabla de posiciones.
La última vez que le sucedió algo así a los Mets, se recuperaron de lo mejor. No estoy hablando de los Mets de 1973, ni de los "Milagrosos" de 1969, sino de la temporada pasada, cuando la novena de Queens se encendió en la recta final para ganarse un puesto como uno de los comodines de la Liga Nacional. En el Juego del Comodín del Viejo Circuito perdieron ante los Gigantes y su estelar , pero el hecho de que se hayan recuperado y llegado a la postemporada es lo suficientemente impresionante.
Entonces, ¿podrán hacerlo nuevamente este año?
"Sí, claro que podemos", dijo el lanzador Matt Harvey. "Como jugador en este clubhouse, uno no se deja llevar por las cosas malas que están pasando, pero claro que estamos conscientes de la situación. Obviamente, nuestro trabajo es jugar y ganar con los que están en nuestro clubhouse sin importar las lesiones".
Suena bien. El problema es que muchos de los jugadores de los Mets que están inhabilitados son parte de la élite del béisbol. , que tuvo la velocidad promedio más alta en las Grandes Ligas en el 2016, perdió una salida la semana pasada por problemas en el bíceps y el hombro. Aun así, lanzó el lunes, sólo para salir en el segundo inning y entrar a la lista de incapacitados con un desgarre parcial en el músculo lateral derecho.
Unos días antes, los Mets perdieron a su toletero cuando el cubano Yoenis Céspedes sufrió un tirón en la corva izquierda. Céspedes está en la lista de lesionados junto a Syndergaard, (codo inflamado), (híper extensión del codo), (hernia discal), (asignación de rehabilitación), (contusión en la muñeca derecha) y (codo inflado).
Lo que nos trae a quiénes quedan en los Mets. Estamos hablando de grupo con peloteros que van desde el dominicano José Reyes a Harvey, con su efectividad de por vida alrededor de 3.00 tras cuatro temporadas, pasando por , el analítico jardinero que está en su 14ta temporada en las Mayores.
"Creo que la gente que está en este clubhouse y en la organización entienden que hubo muchas piezas que nos ayudaron a lograr lo del año pasado, y la mayoría de esas piezas siguen aquí", dijo Granderson. "Así que el hecho de que alguien no esté en el lineup, u otro esté lesionado, cualquiera de las piezas que nos ayudaron el año pasado pueden volver a dar un paso al frente. Hay mucha gente que puede jugar varias posiciones, que puede ocupar distintos lugares de la alineación".
"En cuanto al pitcheo se refiere, hay muchachos lo suficientemente flexibles para ser abridores o relevistas. Y así, nos da mucha profundidad. Así que por ese lado, no importa qué equipo pongamos en el terreno. Sabemos que los muchachos son capaces de hacer el trabajo, porque ya lo hicimos".
Hubo un momento en el 2016 en el que los Mets tenían tantos lesionados que no contaban con tres de sus cinco lanzadores abridores del Día Inaugural (Jacob deGrom, Matz y Harvey). Dado eso, más la incapacidad para producir carreras del equipo en forma consistente, les fue tan mal en junio y julio que en agosto eran un total desastre.
Pero entonces pasaron un par de cosas. El dominicano Bartolo Colón y Syndergaard continuaron lanzando bien y los novatos y Lugo también se destacaron. Además, el venezolano Asdrúbal Cabrera y Reyes tuvieron sus grandes momentos al plato y al poco tiempo los Mets pasaron de tener récord de 60-62 al 19 de agosto a ganar 27 de sus últimos 40 para colarse en la postemporada.
"No estoy 100% seguro de por qué le dimos la vuelta el año pasado", dijo Granderson. "Supongo que fue tener la oportunidad de jugar al final de la temporada contra equipos de nuestra división y darnos cuenta de que si ganábamos tal serie en específico podíamos ganar mucho terreno. Pero también estaba la otra cara de la moneda. Si no lo hacíamos, estábamos perdidos, así que básicamente era una situación en la que podíamos controlar nuestro propio destino. Estábamos jugando contra los Filis, los Bravos, los Nacionales y los Marlins, juegos de nuestra división, que causaban más impacto y nos permitía subir más".
Dado que estamos apenas en mayo, estos Mets no necesitan declararse en estado de emergencia. Sin embargo, los Nacionales están embalados. Con una ofensiva que lidera a las Grandes Ligas en varias categorías y un cuerpo de lanzadores formidables, se encuentran firmes del Este de la Liga Nacional.
"Uno sabe lo que ha hecho Washington y lo que son capaces de hacer", dijo Granderson. "Lanzan bien. Pueden batear. Tienen mucha gente que puede ayudar. Eso se sabe. Pero también tienes que considerar que vamos a jugar dos veces más contra ellos en su estadio, y dos veces más aquí, y muchas cosas pueden cambiar".
Y algo que no va a cambiar en los Mets: su capacidad de resistencia.
¿Ya les conté lo que pasó el año pasado?