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Ocho suspensiones en trifulca Dodgers-Diamondbacks

NUEVA YORK -- El pitcher de Arizona Ian Kennedy fue suspendido por diez juegos y el infielder Eric Hinske por cinco a raíz de la trifulca generada por un pelotazo al cubano Yasiel Puig seguido de varias represalias.

En total hubo ocho suspensiones, incluidas las de los mánagers Don Mattingly y Kirk Gibson por un partido cada uno.

El vicepresidente senior de las Ligas Mayores de Béisbol Joe Garagiola Jr. dijo que Kennedy le tiró intencionalmente a la cabeza a Zack Greinke luego de recibir una advertencia en el partido del martes por la noche. Agregó que Hinske salió del dogout para realizar "acciones agresivas".

El pitcher J.P. Howell y el infielder-outfielder Skip Schumaker, de los Dodgers, fueron suspendidos por dos juegos cada uno por "acciones agresivas" y el coach de bateo de Los Angeles Mark McGwire recibió también una inhabilitación de dos partidos.

El pitcher venezolano Ronald Belisario, de los Dodgers, fue suspendido por uno por "acciones agresivas".

Los ocho fueron multados, lo mismo que Greinke, Yasiel Puig, el catcher venezolano Miguel Montero y su compatriota Gerardo Parra, estos dos últimos de Arizona.

Los Dodgers fueron multados por permitir que jugadores de la lista de lesionados saliesen del dogout y se prendiesen en la pelea. Y a los jugadores lesionados de los dos equipos se les prohibió estar en el dogout hasta el domingo.

Los jugadores tienen derecho a apelar sus sanciones.

Todo empezó cuando Kennedy golpeó con un lanzamiento a Puig en la sexta entrada y Greinke golpeó a Montero en la séptima.

El umpire hizo una advertencia a los dos equipos y hubo una primera invasión del terreno de juego, pero las cosas no pasaron ao mayores.

En la parte baja de la séptima, Kennedy le dio a Greinke y ahí se armó la trifulca.

Kennedy, Gibson y el coach de Arizona Turner Ward fueron expulsados a raíz de unos empujons. También fueron echados Puig, McGwire y el relevista Belisario.

Mattingly tuvo que ser agarrado para que no se le fuese encima a Gibson y los dos se dijeron algunas cosas. McGwire y el coach de tercera base Matt Williams se tomaron de las casacas y se gritaron de todo.