Pudge recuerda que por poco es cambiado a N.Y. por Jorge Posada

27 de junio de 2017
Schuyler Dixon/AP

Los Yankees celebraron el Día de las Leyendas el domingo y el puertorriqueño Iván Rodríguez no estuvo presente. Su estadía con los Yankees se limitó a 33 juegos en el 2008.
Pero han podido ser muchos más. Rodríguez casi se convierte en otra leyenda de los Yankees con su propia placa en el Parque de los Monumentos junto a otros receptores como Bill Dickey, Thurman Munson y Yogi Berra.
¿Qué tan cerca estuvo de llegar a Nueva York en 1997?
"Habíamos acordado el cambio", dijo el ex presidente de los Rangers, Tom Schieffer.
Si la transacción se hubiese completado, Rodríguez probablemente habría entrado este año al Salón de la Fama con la gorra de los Yankees. Pero será con la de los Rangers, porque el boricua detuvo el cambio con la divisa del Bronx hace 20 años.
"Los Yankees son una gran organización, pero yo me quería quedar con los Rangers", dijo Rodríguez. "Fue un honor y un privilegio ser parte de los Rangers. Teníamos un gran equipo y era allí donde me quería quedar".
El gerente general de los Rangers por aquella época, Doug Melvin, no estaba seguro qué iba a pasar cuando se dirigió al trabajo la mañana del 31 de julio de 1997.
"Sabía que iba a tener que tomar una decisión muy difícil", dijo Melvin.
El año anterior, los Rangers habían ganado su primer título divisional, pero ya habían quedado fuera de carrera en 1997 y Rodríguez era elegible para la agencia libre al final de la temporada. Se podían ver carros en Dallas-Fort Worth con letreros que decían "Firmen a Pudge", pero los Rangers no estaban nada cerca de lograr eso.
El representante de Rodríguez, Jeff Moorad, estaba buscando un contrato de 10 años y US$100 millones. La oferta de los Rangers durante el verano, de US$38 millones por cinco años, había sido rechazada.
A finales de julio, Melvin empezó a pensar en 1998. Cambió al tercera base Dean Palmer a los Reales por el jardinero Tom Goodwin y al lanzador Ken Hill a los Angelinos por Jim Leyritz, un utility que podía jugar en la receptoría.
"El plan era ir armando el equipo para el año siguiente", dijo Melvin.
También era una señal de que los Rangers estaban dispuestos a cambiar a Rodríguez. Melvin comenzó a hablar extensivamente con los Yankees. A los Rangers les interesaba el lanzador zurdo Eric Milton y otro receptor puertorriqueño, Jorge Posada. Se mencionaron otros nombres, pero ésos eran los dos peloteros que los Rangers querían de verdad. Una llamada era lo único que faltaba para completar el cambio.
"Queríamos un receptor joven en el paquete", dijo Melvin. "Yo había visto a Posada en la Liga de Carolina cuando jugaba segunda base, antes de que lo convirtiesen en cátcher. Lo veíamos con buenos ojos. En ese entonces se pensaba que Milton podía ser un tercer abridor. Estamos buscando pitcheo y pensábamos que podíamos obtener dos peloteros jóvenes por Pudge".
El 30 de julio, los Rangers fueron barridos por los Orioles en Baltimore y volaron de vuelta a Texas. Rodríguez estaba convencido de que lo iban a cambiar y no quería que eso sucediese. El también boricua Juan "Igor" González y otros jugadores le dijeron que hablase directamente con Schieffer.
"Yo lo que recuerdo es que no quería irme a ningún otro lado", expresó Rodríguez. "Me quería quedar con los Rangers".
A las 9 a.m. del 31 de julio de 1997, Rodríguez entró solo a la oficina de Schieffer.
"Me senté, lo miré a los ojos y hablé con él", relató Rodríguez. "Le dije, 'Sé que ustedes quieren un pitcher de los Yankees. Sé que quieren cambiarme. Mire, yo no me quiero ir. Me quiero quedar aquí. No quiero ir a ninguna otra parte. Mis hijos nacieron aquí. Me siento bien en este lugar. Quiero quedarme en Texas y jugar el resto de mi carrera aquí'".
Los Rangers no esperaban algo así, pero escucharon los argumentos de Rodríguez.
"Nos comunicó que quería ser un Ranger toda su vida y que quería ver si podíamos llegar a un acuerdo con respecto al contrato", dijo Schieffer. "Eso significó mucho para mí y pienso que también para la franquicia".
No pasó mucho tiempo para que Schieffer y Rodríguez encontrasen un término medio.
"Pudge aceptó firmar por US$42 millones", dijo Melvin. "Tom entró en mi oficina y me dijo, '¿Qué te parece?' Le dije, 'Vamos a hacerlo'".
Y así, en vez de anunciar el cambio, los Rangers hicieron una rueda de prensa para informar que Rodríguez se quedaría con la franquicia.