Salvador Pérez colecciona récords de jonrones en esta temporada

30 de junio de 2017

Salvador Pérez vive una explosión jonronera, gracias a la cual amenaza con terminar 2017 con un ramillete de récords. Ya lleva tres marcas, y apunta a seguir inscribiendo su nombre en los libros de historia beisbolera en las semanas por venir.
Pérez, que desde el 9 de junio es el catcher con más cuadrangulares en los anales de su organización, los Reales de Kansas City, amaneció este viernes con 16 vuelacercas y 48 carreras impulsadas, a falta todavía de 10 días para la pausa del Juego de Estrellas.
Es un ritmo notable. No tiene precedentes para receptores oriundos de Venezuela, la tierra de origen de este toletero derecho nacido hace 27 años, que se ha convertido en la cara más visible de la franquicia en la que juega.
Víctor Martínez, en 2007, sacó 13 pelotas del campo durante la primera mitad de temporada, en juegos en los que defendió la exigente posición. Pertenecía todavía a los Indios de Cleveland, su divisa original, y con ello implantó una marca para caretas de su nacionalidad antes del Clásico de Medias Temporada.
Pérez ya alcanzó el registro. En medio de su mejor torneo con el madero, ha sacudido 13 de sus 16 tablazos cuando ha vestido el peto y la máscara. El miércoles 28 de junio, en el Comérica Park, completó la faena, cuando castigó al abridor de los Tigres de Detroit, , en el cuarto inning, con un compañero a bordo. A partir de esa conexión, que salió por el left center, todo nuevo bambinazo suyo antes de la pausa implantará una marca entre sus compatriotas.
Esta exhibición de legítimo slugger comenzó bien temprano para el nativo de Valencia, capital de Carabobo, uno de los estados que más peloteros profesionales produce anualmente en su país.
En abril, Pérez empalmó una seguidilla de cuatro encuentros en los que puso la pelota en órbita al menos una vez por jornada. Ningún careta venezolano había hecho eso antes. Ni V-Mart ni Ramón Hernández ni el desaparecido Bo Díaz, cuya leyenda se consolidó en su tierra cuando quebró el tope de jonrones en una justa del beisbol invernal caribeño, con 20, entre finales de 1979 y comienzos de 1980, antes de empezar la mejor etapa de su trayectoria en la MLB.
Díaz sacudió 87 cuadrangulares con Cleveland, los Filis de Filadelfia y los Rojos de Cincinnati, antes de retirarse. Fue el primer catcher de Venezuela en las Mayores y una referencia que los aficionados aún recuerdan con nostalgia.
Ramón Hernández dejó atrás ese total y elevó el listón a 164 palazos de vuelta completa, entre los 169 que sumó a su paso por la gran carpa con los Atléticos de Oakland, Orioles de Baltimore, Padres de San Diego, Rockies de Colorado y Dodgers de Los Ángeles.
Pérez todavía está lejos de esa cantidad. Habrá tiempo de escribir sobre esa otra búsqueda. Pero ya rebasó a Díaz, persigue los 110 de Martínez y no está lejos de los 120 de , sus únicos paisanos con mayor colección.
De las 103 conexiones de cuatro esquinas que ha dado, el valenciano reúne 97 cuando defiende el plato. Gracias a eso, aquel 9 de junio celebró uno de sus récords de 2017, cuando dejó atrás a Mike Macfarlane como el receptor con más vuelacercas en la historia de los Reales. Macfarlane logró 93.
Fue una joya más en la corona del mascota más popular en Kansas City. En 2015 dio 21 y quebró la marca de 19 en una zafra que para los monarcas había dejado el dominicano . En 2016 se convirtió en el primer pelotero de su posición con dos cosechas sobre los 20 maderazos en la franquicia y en este 2017 va rumbo a ser el primero con tres, y además, consecutivas.
Ningún careta en las Grandes Ligas ha desaparecido más pelotas que él en los últimos tres campeonatos.
Su actual proyección de 34 cuadrangulares le ha convertido en la mayor amenaza que haya existido para la marca de Hernández, que puso 23 bolas más allá de la barda en 2006, con Baltimore. No hay otro receptor procedente de Venezuela que haya dado más en un torneo, aunque Pérez y estuvieron muy cerca de emularlo, en septiembre pasado.
Es posible que Ramos lo hubiera conseguido, de no lesionarse antes de terminar el calendario regular. Se quedó en 22, al momento de desgarrarse los ligamentos cruzados.
Es Pérez quien ahora amenaza a Hernández, con una proyección de 34 que le convertiría en el principal forzudo de su posición en el país suramericano.
El carabobeño no ha sido un gran rematador en su carrera, hasta ahora. Acumula 64 jonrones antes del Juego de Estrellas, con .784 de OPS, y solamente ha sacado 39 en la segunda mitad, con .703, un descenso estadístico que se debe a la drástica merma en el slugging.
Hace días, sin embargo, mostró sonreído uno de los bates que le regaló , el astro de los Tigres de Detroit y uno de los mejores toleteros derechos de todos los tiempos. Entre risas, enseñó la firma de su amigo estampada a fuego en el barquillo. Feliz, justificó así su primer Grand Slam, y dio una pista de lo que quizás le espere esta vez en la segunda mitad de la campaña.