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Sandoval disfruta la reacción de sus 3 HRs

SAN FRANCISCO -- Pablo Sandoval tenía más de 300 mensajes de texto en su teléfono cuando se despertó la mañana del jueves tras una noche en la que se convirtió en el cuarto bateador en conectar tres jonrones en un mismo juego de la Serie Mundial.

Jugadores de diversos equipos de Grandes Ligas felicitaron al tercera base venezolano de los Gigantes de San Francisco en las redes sociales y hasta recibió una mención en Twitter del presidente de su país, Hugo Chávez.

Al día siguiente de emular a Babe Ruth (quien lo hizo dos veces), Reggie Jackson y Albert Pujols, Sandoval disfrutó del momento de gloria previo al segundo juego.

Reconoció sentirse abrumado por la reacción que los jonrones provocaron desde San Francisco hasta Venezuela.

"Aún no puedo creérmelo", dijo Sandoval. "Cuando me levanté esta mañana, mis amigos no paraban de enviarme mensajes. Pero ahora tengo que seguir adelante y estar enfocado".

Los jonrones del "Kung Fu Panda" completaron un giro notable de su carrera.

El regordete antesalista fue relegado a la banca durante la marcha de San Francisco para conquistar la Serie Mundial de 2010.

Con su producción ofensiva por los suelos, el gerente Brian Sabean y el piloto Bruce Bochy le dieron un ultimátum a Sandoval: pónganse en forma o se va.

Sandoval pasó el siguiente receso de invierno corriendo en el desierto de Arizona. Fue seleccionado a las dos recientes ediciones del Juego de Estrellas y se ganó un puesto de titular en ese partido el pasado julio. Su peso sigue siendo un tema de discusión, que reflota cada vez que cae en una mala racha.

"Ahora mismo estamos conformes con su peso", dijo Bochy, provocando risas durante una rueda de prensa.

Michael Sandoval, el hermano, mentor y colega de entrenamientos de Pablo, estaba feliz de la vida en el túnel del estadio AT&T Park tras los jonrones en la victoria el miércoles por 8-3 ante los Tigres. Dos de esos jonrones fueron ante el as de los Tigres Justin Verlander.

"Siempre he estado orgulloso de él", dijo Michael. "Nunca le había visto tener un momento tan tremendo como este. Es realmente especial. Es una bendición y un sueño hecho realidad".