Statcast: Carlos Santana es víctima de mala suerte en la primera parte de esta temporada

13 de abril de 2018

El dominicano ha tenido un arranque terrible en su primera temporada con los Filis. Antes de comenzar la jornada del viernes, bateaba .150/.245/.375 en sus primeros 11 juegos.
Pero Santana también ha tenido un arranque fantástico. Sin contar lo sucedido el jueves, 230 bateadores habían puesto al menos 20 pelotas en juego, y sólo cuatro de ellos tenían una tasa de batazos fuertes mejor que el 61.6% de Santana (un batazo fuerte es aquel que sale del bate con una velocidad de 95 millas por hora o más). No se trata de un detalle insignificante. Al contrario. El año pasado, en promedio, los jugadores de Grandes Ligas batearon .558 cuando pegaron batazos fuertes, y .225 cuando no fue así. Mientras más conexiones de ésas acumules, mejor.
Pegarle a la bola con potencia es una habilidad. Este año, el también dominicano Robinson Canó y Tommy Pham son dos de los bateadores con más palazos fuertes que Santana. El cubano José Iglesias y Dee Gordon están en lo más bajo de la lista. No hace falta mucho tiempo para notar si un jugador tiene trueno en su bate.
Entonces, ¿el de Santana es un inicio bueno o un arranque malo? Si a usted le importa sólo lo que se ve en sus registros, Santana no ha estado muy bien. Pero si a usted le interesa cómo podrían lucir las cosas en el futuro, el panorama luce mucho mejor. Hay una gran diferencia entre tener promedio de .150 porque en realidad no estás bateando bien, o simplemente porque no has tenido la suerte de tu lado.

Santana, hasta ahora, ha sido quizás el bateador con menos fortuna este año en las Mayores. Se le ha hecho 16 outs con batazos fuertes, el tope en la Gran Carpa. Un solo bateador, (14), está a menos de tres de Santana. Nadie tiene más de 12 de esos outs.
También es fácil darse cuenta de la mala suerte de Santana de esta forma. Lo primero que debemos hacer es ver cuánto contacto está haciendo, porque si simplemente no le está pegando a la bola y poniéndola en juego, entonces lo duro conectas no tiene mucha importancia. Pero ése no es el problema. Santana se ha ponchado en el 14.3% de sus visitas al plato, básicamente el mismo número que en el 2016 y el 2017. Es un número mejor que el promedio de las Grandes Ligas, como suele ser siempre el caso con Santana.
Y tampoco es que esté bateando siempre rodados. Este año, de hecho, su tasa de 27.8% de roletazos está bien por debajo de su usual 42.2%. Y cuando Santana batea la bola de aire, no sólo está pegándole más duro, sino mandándola más lejos. Por todas esas razones es que su Promedio de Bateo Esperado, que se basa en el resultado usual de batazos con velocidad de salida y ángulo similares, es de .292. Pero dado que su promedio real es de .150, esa diferencia de 142 puntos entre lo que se esperaría y lo que ha pasado en la vida real es la segunda más amplia en Grandes Ligas.
Lo primero que uno pensaría con alguien que batea tantas veces a la zurda es la formación defensiva, o shift. Y de hecho, a Santana le han defendido así en el 94% de sus visitas al plato en los que se ha parado a la zurda, la cuarta mayor cantidad para cualquier zurdo. El año pasado también estuvo entre los 10 bateadores a los que les hicieron más ajustes defensivos.
Pero cuando se mira de cerca a dónde han ido los batazos duros de Santana que han terminado siendo outs, es fácil darse cuenta de que el problema no es el shift. Es el jardín central. Se le hecho varios outs en lo más profundo de esa parte del terreno, el lugar más lejano en cualquier estadio de pelota.
Santana estará bien. En cada año de su carrera, que comenzó en el 2010, ha sido un bateador por encima del promedio. Y además, es un jugador con una disciplina en el plato ejemplar, a pesar de que este año le están tirando menos strikes (42%, contra 48% del año pasado).
El quisqueyano, como demostramos, le está pegando con contundencia a la pelota. Las temperaturas irán subiendo con el pasar de los días, y eso siempre juega a favor de los bateadores. Y Carlos Santana también se calentará. Siempre lo hace.