Con dos swings separados por 12 pitcheos, la ofensiva de los Padres descargó el domingo algo de su frustración de la serie contra los Gigantes.

En el segundo episodio del cierre de la serie, el abridor de San Francisco, el dominicano Johnny Cueto, dejó un slider sobre el plato que Jake Cronenworth pulverizó con un batazo de 445 pies hacia la pradera derecha, donde cayó entre las canoas de la Bahía. Después, en la misma entrada, el quisqueyano Fernando Tatis Jr. aprovechó otro slider que Cueto dejó sobre el plato para enviarlo con una distancia de 454 pies hacia las gradas del bosque central, donde casi nunca caen los batazos.

Gracias a casi 900 pies de cañonazos por parte de dos de sus infielders, los Frailes se impusieron por 11-1 a los Gigantes para evitar una barrida. San Diego ahora está a 1.5 juego del puntero equipo de San Francisco en la División Oeste de la Liga Nacional.

Desde que Statcast empezó a registrar las métricas de los jonrones, los vuelacercas de Tatis y Cronenworth marcaron la primera vez que dos miembros de los Padres dispararon bambinazos de al menos 445 pies en el mismo capítulo. Sin contar algunas ocasiones en el Coors Field, también es la primera vez que dos integrantes de los Frailes se volaron la cerca en el mismo episodio.

Esta clase de poder era de esperarse de Tatis. Pero el cuadrangular de Cronenworth fue el más largo de su carrera -- y se trata del primer jugaor de San Diego en alcanzar la Bahía al lado del estadio desde el cubano Yasmani Grandal en el 2014.

“El buen bateo es contagioso”, señaló el manager de los Padres, Jayce Tingler, acerca de su ofensiva que ha pasado por un bache en la última semana. “Uno o dos muchachos despegan, luego son tres o cuatro y después el resto de la alineación. Este partido fue un comienzo para posiblemente entrar en un buen ritmo”.