Trabaja Aledmys Díaz para volver al equipo grande de los Cardenales

21 de julio de 2017
Nam Y. Huh/AP

MEMPHIS - Mientras el campocorto Paul DeJong continúa con sus éxitos en el equipo grande de los Cardenales, el cubano Aledmys Díaz permanece en la sucursal Triple-A Memphis, donde se encuentra trabajando para demostrar que está listo para regresar a San Luis y competir con DeJong por la titularidad de las paradas cortas.
A Díaz le tomó por sorpresa la decisión de los Cardenales de enviarlo a las Ligas Menores el 28 de junio. En ese entonces, el oriundo de Santa Clara tenía promedio de .260, porcentaje de embasarse de .293 y slugging de .396. Tenía problemas en la selección de los lanzamientos y lidiaba con agobiantes lesiones en un pulgar y un tobillo. Además, encabezaba a los Cardenales en hits con 71.
"Me tomó por sorpresa cuando me enviaron aquí, pero al mismo tiempo, no puedes controlar eso", expresó Díaz. "No entiendo el porqué [tomaron esa decisión], pero soy un profesional, así que vine aquí y [estoy] trabajando. Me siento mejor. Sé que puedo ser un mejor jugador".
En Memphis, el torpedero viene trabajando con el coach de bateo Mark Budaska, quien fue parte del cuerpo de instructores de Grandes Ligas por varias semanas el mes pasado mientras Bill Mueller se encontraba atendiendo un asunto personal. Budaska, quien se encuentra en su 10ma temporada como coach de bateo de los Redbirds, también trabajó con cuando éste fue enviado a las menores a finales de mayo.
El enfoque en su trabajo está ayudando a que Díaz mejore su disciplina en el plato y a que reconozca mejor los pitcheos. Según Statcast™, el cubano hizo swing en blanco ante un 14 por ciento de los pitcheos fuera de la zona de strike esta temporada en San Luis, un cinco por ciento más que el año pasado.
"Ver la pelota es una de las cosas más importantes, manejar la zona de strike adecuadamente y no salir de ahí", mencionó Budaska. "Aledmys no estaba jugando al 100 por ciento, y es difícil para tu balance y rapidez batear cuando tienes las manos y pies adoloridos.
"No creo que tengamos problemas trabajando el uno con el otro para obtener el plan y lograr volver a donde él quiere estar".
Hasta el momento, los resultados han ido llegando lentamente. En 11 juegos, Díaz ha bateado para promedio de .217, porcentaje de embasarse de .229 y slugging de .348, y se fue de 18-1 antes de conectar múltiples hits en dos de sus últimos tres juegos.
Aunque Díaz tuvo que salir luego del partido del domingo para atender un asunto personal y no ha jugado desde entonces, el gerente general de los Cardenales, Michael Girsch, dijo que se espera que el campocorto regrese a Memphis el viernes.
"Creo que para mí, se trata de estar cómodo en el plato y hacerle swing a los pitcheos en la zona de strike y ser más agresivo con los lanzamientos y al mismo tiempo ser paciente y ver más pitcheos", comentó Díaz. "Creo que es un juego fuerte, y es importante de tener confianza en uno mismo".
El torpedero está tratando de recuperar su confianza y redescubrir el éxito que lo hizo un jugador convocado al Juego de Estrellas la temporada pasada, cuando bateó para .300 y remolcó 65 carreras. Este año llegó a la mitad de la campaña con 20 remolcadas.
Mientras trabaja, Díaz también continúa prestándole atención a lo que sucede en San Luis. El cubano ve todos los partidos posibles, esperando por la oportunidad de regresar.
"Tienen un plan para mí. Tienen un proceso. Tienes que confiar en ese proceso", indicó el parador en corto. "Vine aquí y tengo que ser un profesional. Algunas veces te frustras porque no estás de acuerdo con estas cosas, pero al mismo tiempo, tienes que llegar aquí y trabajar duro".