CLEVELAND – Felipe Vázquez ha exhibido una impresionante consistencia como cerrador de los Piratas desde el 2017, salvando 78 juegos en 85 oportunidades en ese lapso.

En el 2019, el zurdo venezolano se ha visto bastante sólido, con efectividad de 2.11 y 60 ponches en 38.1 entradas, además de 20 rescates en 21 oportunidades. Vázquez se encuentra empatado en el cuarto lugar de la Liga Nacional en salvamentos y, gracias en gran parte a eso, representa dicho circuito por segundo año consecutivo en el Juego de Estrellas.

Debido a su surgir como taponero de Pittsburgh, Vázquez se ha colocado en el quinto lugar en la lista de salvados entre los lanzadores venezolanos en la historia de Grandes Ligas con 81. Los primeros dos, Francisco Rodríguez (437) y Ugueth Urbina (237), son los únicos que han alcanzado triples dígitos en dicho departamento.

De su parte, Vázquez tiene una teoría bastante interesante sobre el particular.

“Yo digo que hay que ser un poquito loco para cerrar juegos así de esa manera”, expresó Vázquez, de 28 años. “Tú sabes que Urbina era un loquito. Francisco Rodríguez también no está muy cuerdo que se diga.

“Creo que son todos locos los cerradores venezolanos que han pasado por aquí. Me incluyo en esa lista. Tenemos que ser un poquito locos para cerrar los juegos en esa clase de situación, esa clase de presión”

De las cosas pintorescas de Vázquez en los últimos años, se puede señalar la “discoteca” que armaba la temporada pasada en el clubhouse tras las victorias de los Piratas, y el golpecito (a veces no tan suave) que le ha dado a su compatriota y receptor de Pittsburgh, Francisco Cervelli.

¿Qué otra cosa puede calificarse como “locura” en el caso de Vázquez?

“No le paro mucho a las cosas”, dijo. “Todo lo que me dicen no me afecta. Siempre voy por mi camino, siempre saber lo que uno quiere. Y seguir directo, ya”.