COOPERSTOWN, Nueva York - Una de las cualidades que siempre se destacaron en cuanto al dominicano Vladimir Guerrero se refería era su humildad.
Esa parte de la personalidad del ahora elegido al Salón de la Fama, listo para ser exaltado de manera oficial el domingo, fue lo que expresó parte de la camada de allegados y familiares de Guerrero que se dieron cita en la calle principal de Cooperstown el viernes.
"No hay palabras para describir la humildad que tiene Vladimir Guerrero", dijo Michael Martínez, uno de los tantos compatriotas de Guerrero que lo acompañan este fin de semana. "La forma que yo veo que tiene con sus familiares es única. (También) con los allegados, las amistades de él, los parientes…todos".
Con 449 jonrones, 1,496 empujadas, promedio de por vida de .318 y OPS de .931 a nivel de Grandes Ligas, la trayectoria de Guerrero en el diamante de béisbol habla por sí misma y ahora es premiada con una placa en el Salón de la Fama. Fuera del terreno, el oriundo de Don Gregorio, Nizao siempre ha sido conocido por mantenerse cerca de sus raíces y no dejar que "los humos se le suban a la cabeza".
"Bien agradecido, orgulloso porque es uno de los mejores peloteros dominicanos que tenemos", dijo José Victoria. "Y es una excelente persona con su gente dominicana y con la gente de su pueblo, Don Gregorio. Me siento más que agradecido por lo que está pasando en su carrera y alegre por él. Es una persona única, bien humilde".
De poco hablar en su carrera como jugador activo, Guerrero se ha atrevido a expresarse cada vez más ante los medios, así creando aun más buena voluntad entre los que han seguido su carrera de manera analítica. Y por supuesto, es digno de destacar el hecho de Guerrero ser el primer jugador de posición dominicano en el Salón de la Fama. Los únicos dos quisqueyanos en Cooperstown antes de él son los ex lanzadores Juan Marichal y Pedro Martínez.
"Me siento muy bien, muy orgulloso por esa exaltación que va a tener", expresó Domingo de Jesús, amigo de Vladimir. "Muy contento de que (vaya a ser) el primer pelotero de posición (dominicano) en llegar a ese museo, al Salón de la Fama. Ese es un atleta único, porque ese hombre se iba con cualquier pitcheo. No tenía zona; más fácil le pitchaban con una bola en el medio que con una bola en el piso".
Talento y humildad. Así ven a Guerrero sus allegados.
"Vive en el mismo pueblo en que nació", recalcó Martínez. "Está rodeado de las mismas personas que siempre lo rodearon desde que estaba en ligas menores. Siempre está pendiente a los más necesitados del pueblo, ayudando a las personas que lo requieren.
"Nosotros estamos alegres por eso y más ahora. Una alegría inmensa".