PEORIA, Arizona -- El mexicano Tirso Ornelas disfrutaba del receso del Juego de Estrellas en Guadalajara en verano pasado cuando recibió la llamada que había esperado durante años. Al otro lado de la línea estaba el manager de Triple-A, Pete Zamora.
En cada una de las tres temporadas bajas anteriores, Ornelas había sido elegible para el Draft de la Regla 5, y en cada una de esas ocasiones, los Padres lo dejaron fuera del roster y sin protección. Tenía una cláusula de salida en su contrato si no era agregado. Finalmente, el teléfono sonó.
Pero no era ésa llamada. Ornelas, en medio de su mejor campaña en las ligas menores hasta la fecha, aún no llegaría a las Grandes Ligas. Sin embargo, los Padres decidieron incluirlo por fin en su roster de 40 jugadores, lo que significaba que ahora formaba parte de sus planes a futuro.
“Fue un momento especial”, reveló Ornelas. “Fue como una recompensa por todo el trabajo que he puesto. He tenido buenas temporadas. Tal vez algunas no tan buenas. Entonces, para mí, eso fue la confirmación de que cosas buenas están por venir.
“Pero creo que, aunque fue un momento especial ser agregado al roster de 40”, continuó, “hacer mi debut en San Diego será un momento aun más especial”.
Entrando en su novena campaña con la organización, Ornelas, clasificado como el prospecto número 18 de los Padres por MLB Pipeline, nunca ha estado tan cerca de ese objetivo. Está en el campamento del equipo grande luchando por un puesto en el roster y ha tenido un buen comienzo. En sus primeros cuatro juegos en la Liga del Cactus, se ha embasado seis veces en 11 visitas al plato, con un jonrón, dos dobles y dos bases por bolas.
El camino de Ornelas hacia un puesto en el roster aún es incierto. Los Padres tienen a varios candidatos compitiendo por apenas dos lugares en la banca que no sean para receptores. Con Connor Joe y Jason Heyward establecidos en el jardín izquierdo, lo más probable es que Ornelas inicie el año en Triple-A. Aun así, tendrá la oportunidad de demostrar su valía esta primavera. En el peor de los casos, podría posicionarse para un ascenso al principio de la temporada.
“En esta organización, la gente habla maravillas de él. Los que lo han tenido en desarrollo de jugadores hablan sobre su crecimiento, de dónde viene, lo duro que ha trabajado, cómo cada año agrega algo nuevo a su juego”, dijo el manager de los Padres, Mike Shildt. “Claramente trabaja duro; es un joven tremendo. Estoy muy contento por Tirso. Es un proyecto en desarrollo y un jugador hecho por cuenta propia. Me alegra que tenga la oportunidad de demostrar lo que puede hacer”.
De hecho, los Padres están muy conscientes del crecimiento de Ornelas. Firmó en el 2017 procedente de Tijuana y ahora es el cuarto jugador con más tiempo en la organización, sólo detrás del dominicano Fernando Tatis Jr., el cubano Adrián Morejón y el también quisqueyano Eguy Rosario. Ornelas es el único de ese grupo que aún no ha debutado en Grandes Ligas.
Como él mismo reconoce, su camino no ha sido sencillo. Fue un prospecto altamente valorado durante gran parte de su carrera, pero tuvo dificultades para cumplir con esas expectativas. Ha tenido temporadas destacadas en las menores, pero también algunas decepcionantes.
La respuesta del oriundo de Tijuana a esas dificultades ha sido seguir jugando. Y jugar mucho. En los últimos tres años, ha pasado dos inviernos jugando en México y disputó una temporada en la Liga Otoñal de Arizona. Este invierno, jugó con los Charros de Jalisco, eventual campeón de la Liga Mexicana del Pacífico, y destacó esa experiencia como un factor clave en su desarrollo.
Ornelas registró OPS de .890 en 48 partidos con Jalisco, después de haber logrado OPS de .864 con un récord personal de 23 jonrones en Triple-A El Paso. Siempre ha mostrado una excelente disciplina en el plato, pero con su imponente estatura de 1.90 m (6 pies 3 pulgadas), los Padres siempre esperaron que mostrara más poder. Según Ornelas, su explosión ofensiva del año pasado fue producto de ajustes en su swing para elevar más la bola.
“Siempre me he visto como un bateador completo”, comentó Ornelas. “Pero gran parte de mi preparación y mi trabajo ha estado enfocado en elevar más la pelota… conectar líneas. Eso me ha permitido aprovechar mejor mi poder. Siempre lo tuve en mí, pero creo que este ajuste realmente me ha ayudado a explotarlo”.
Si Ornelas logra combinar su poder con su paciencia en el plato, esa otra llamada que tanto espera podría llegar pronto. Hasta entonces, seguirá haciendo lo que siempre ha hecho: Jugar.
“Estoy muy agradecido con la organización por la oportunidad”, culminó el mexicano. “Estoy listo para salir y dar el 100 por ciento para lo que necesiten de mí”.