“Mucho de lo cual estar orgulloso”: Terminó el viaje de los Filis

6 de noviembre de 2022

HOUSTON – Los Filis querían tomarse una cerveza más juntos, hablar un rato más.

Así que tomaron sus sillas para formar un semicírculo en el clubhouse de visitantes la noche del sábado en el Minute Maid Park. Había siete u ocho de ellos, incluyendo a Kyle Schwarber, Rhys Hoskins, Nick Castellanos, Alec Bohm, Garrett Stubbs, Matt Vierling, Darick Hall y Corey Knebel. A sólo dos minutos caminando desde allí, en el terreno, los Astros celebraron su segunda Serie Mundial en seis años, después de doblegar 4-1 a Filadelfia en el Juego 6.

No era una sorpresa ver a este grupo tan unido pasando otro momento juntos antes de regresar a Filadelfia, donde vaciarán sus casilleros esta semana antes de viajar a distintos sitios del país y del mundo para pasar la temporada muerta. Este equipo llevó a Filadelfia en un viaje fantástico y totalmente inesperado durante el último mes. Y no querían irse.

“Fue muy divertido, hombre”, dijo el as de los Filis, Zack Wheeler.

Al margen de los debates sobre el Juego 6, lo que pudo haber sido y no fue, los jugadores encontraron la forma de reflexionar positivamente sobre la temporada,

Gracias a ellos el béisbol regresó a Filadelfia. Fueron el último equipo en ganar su boleto a la postemporada el 3 de octubre, cuando aseguraron el tercer Comodín de la L.N. Entraron a la postemporada como el equipo que venía de ganar 87 juegos y que nadie esperaba llegara a la Serie Mundial.

Se suponía que serían eliminados con facilidad. Pero se convirtieron en el primer equipo en la historia de la postemporada en anotar seis carreras en el noveno inning estando abajo en la pizarra para llevarse una impactante victoria en el Juego 1 de la Serie del Comodín de la L.N. sobre los Cardenales.

Aquello fue solo el principio de un viaje que, de la mano de Bryce Harper y tantos otros, los llevó hasta el Juego 6 el sábado, dejando en el camino a Cardenales, Bravos y Padres antes de toparse con los Astros.

“Yo sabía que Filadelfia era una tremenda ciudad para jugar cuando llegué aquí, pero haber podido vivir esto, es algo completamente distinto”, siguió Wheeler. “Los fanáticos adoran a sus equipos. Nos apoyaron al 100%. Cuando nos va mal, nos lo dejan saber y eso está bien. Hay que levantarse y mejorar cuando eso ocurre, pero me encantan estos fanáticos y fue muy divertido vivir todo este viaje con ellos”.

“Demostramos que mucha gente estaba equivocada”, dijo el lanzador Zach Eflin. “Tenemos muchas razones para estar orgullosos. Pero a la misma vez, apesta. Acabamos de ver a los Astros celebrar y hacer lo que nosotros queríamos. Los vimos vivir nuestro sueño”.

“Esto duele”, dijo el abridor Aaron Nola. “Y sé que mañana probablemente dolerá todavía más. Pienso que la química y la camaradería nos llevó hasta el final. Y creo que hoy en día no se les presta atención a esas cosas. Todo el mundo en este clubhouse estaba empujando por el otro. No hay egoísmo en este equipo, y creo que eso dice mucho de nuestro equipo”.

El manager Rob Thomson le había preguntado al receptor J.T. Realmuto después de cada ronda cuántas victorias necesitaban los Filis para ganar la Serie Mundial.

La cuenta comenzó con 13.

Fue bajando a 11, luego ocho, y finalmente cuatro.

Se quedaron cortos por dos.

“No lo conseguimos”, dijo Harper. “No terminamos la labor. No importa si ganaste 100 juegos o 87. No importa. No lo logramos”.

Pero los Filis creen que esto es solo el comienzo. No todo el mundo estará de regreso la temporada que viene. Pero muchos sí estarán de vuelta. Quizás con algunos ajustes en el roster podrán alcanzar la meta.

“Ahora ese sabor está allí”, dijo Schwarber. “Eso es lo positivo. Todo el mundo tendrá ese sabor en la boca y sabrán lo que hace falta para completar el trabajo. Así que será divertido”.