FILADELFIA -- Debería haberse sentido como un buen paso adelante que los Filis ganaron 14 juegos más en 2018 que en 2017.
Pero un colapso de dos meses en agosto y septiembre arruinó los sentimientos cálidos y confusos de la mayoría de los fanáticos de los Filis e incluso algunos dentro de la organización. Los Filis ahora están en el offseason y necesitan cambios significativos para mejorar una ofensiva mediocre y una defensa porosa.
No serán soluciones fáciles, pero los Filis tienen los recursos para hacerlos.
Aquí hay cinco preguntas para los Filis que posiblemente tendrán el offseason más crítico de la franquicia desde 2002-2003, cuando contrataron a Jim Thome y David Bell y adquirieron a Kevin Millwood en un cambio que anticipaba la mudanza al Citizens Bank Park en el 2004.
1. ¿Causarán los Filis un gran impacto en la agencia libre?
Casi tienen que firmar a alguien grande, ¿no? Los Filis han estado planeando este offseason durante años. Pasaron las primeras dos temporadas del gerente general Matt Klentak adquiriendo jugadores de contratos de un año como Charlie Morton, Clay Buchholz, David Hernández, Pat Neshek, Howie Kendrick y Michael Saunders en parte porque querían evitar acuerdos multianuales para mantener la flexibilidad financiera necesaria con el objetivo de perseguir a Manny Machado y Bryce Harper. Klentak dijo recientemente que las clases de agentes libres 2019-2020 y 2020-2021 tienen el mismo talento, pero los Filis realmente necesitan irse con Machado o Harper, o hacer algo importante que haga que los fanáticos ocupen las líneas telefónicas de las taquillas de los Filis. y compren una caja llena de camisas para las fiestas. No hay ninguna razón por la que no puedan.
2. ¿Cómo sacuden el resto de la ofensiva y defensa?
Aquí es donde las cosas se ponen aún más interesantes. Incluso si los Filis firman a Machado o Harper, todavía tienen mucho que hacer para mejorar la ofensiva y la defensa. Tener a Roman Quinn regularmente en el jardín central podría ayudar tanto a la ofensiva como a la defensa. Mover a Scott Kingery del campocorto a la segunda base podría ayudar a la defensiva, y tal vez incluso ayudar a Kingery a relajarse y producir más ofensivamente. Trasladar a Rhys Hoskins desde el jardín izquierdo a la primera base ayudaría a la defensa. ¿Pero qué hacen los Filis con Carlos Santana? Podrían tratar de cambiarlo, pero lo han estado poniendo en la tercera base en las últimas semanas de la temporada por una razón. Quieren ver si puede manejar el puesto de manera regular. Pero mantener a Santana ayudaría a la ofensiva en 2019. Sí, Santana tuvo un abril terrible, pero jugó cerca de sus promedios de carrera en los últimos cinco meses de la temporada.
3. ¿Buscan ayuda en la rotación?
Klentak dijo en julio que los Filis siempre quieren evitar el mercado inicial de lanzadores, pero la rotación de los Filis tuvo problemas en la recta final. No es una locura pensar que los Filis podrían abrir la próxima temporada con los mismos cinco titulares: Aaron Nola, Jacob Arrieta, Nick Pivetta, Zach Eflin y Vince Velasquez. ¿Pero deberían? El mánager de los Filis, Gabe Kapler, promociona el FIP de lanzadores como Pivetta y Velásquez, diciendo que su efectividad sería mejor con mejores defensores detrás de ellos. Quizás, pero aunque el FIP es un mejor pronosticador del futuro que la efectividad, ¿qué tan confiables son sus FIP cuando se los saca consistentemente en la cuarta y quinta entrada? No hay duda de que un lanzador abridor veterano podría ayudar a la rotación. Pero, ¿están los Filis dispuestos a pagar un alto precio por uno?
4. ¿Encuentran un cerrador?
Claro, los Filis podrían usar un cerrador de tiempo completo, pero la creencia aquí es que a los Filis les sería más útil gastar recursos en otro lado. Además, Seranthony Domínguez podría convertirse en uno la próxima temporada.
5. ¿Kapler hace algún ajuste antes del campamento primaveral?
Kapler sabe que necesita mejorar la próxima temporada, pero ¿qué significa eso exactamente? Los jugadores aprecian el hecho de que se comunica bien con ellos, pero también hay cierta frustración de que nadie parece saber qué vendrá después. ¿Sacará a un lanzador en el quinto inning, a pesar de tirar bien? ¿Pondrá a un bateador emergente en la segunda entrada debido a un emparejamiento? ¿Jugará un jugador al día siguiente después de tener un buen juego? Las analíticas podrían decir que estas son las decisiones correctas, pero no siempre son bien recibidas en el clubhouse.