¿Cuál es la clave del resurgir de Pérez?

27 de junio de 2022

Durante el invierno del 2021-22, los Rangers decidieron darle otra oportunidad al venezolano Martín Pérez – una cara conocida dentro de la franquicia – y lo firmaron por un año y US$4 millones. La idea era sumar un brazo que pudiese brindarle entradas a una rotación que necesitaba profundidad.

Pérez, quien cumplió 31 años en abril, ha hecho eso y mucho más. El veterano está teniendo la mejor temporada de su carrera por una diferencia bien grande y pareciera ir encaminado al Juego de Estrellas de este año en el Dodger Stadium.

Pérez está segundo en efectividad (1.96) de la Liga Americana, sólo por detrás de Shane McClanahan de los Rays. Después de permitir 19 jonrones el año pasado con los Medias Rojas, Pérez se subirá a la lomita el lunes contra los Reales habiendo recibido sólo dos bambinazos este año en 87.1 entradas. Su tasa de jonrones por cada nueve innings de 0.21 es la mejor entre todos los abridores calificados. Sus tasas de ponches (20.1%) y bases por bolas (5.9%) son las mejores de su carrera.

Después de 11 años en la Gran Carpa, Pérez sigue haciendo ajustes como lanzador. Sa ha convertido en uno de los mejores abridores este año haciendo un cambio en la forma de atacar a los rivales, pero a la vez haciendo énfasis en las habilidades que le han permitido mantenerse en las Mayores por más de una década.

Viviendo en las esquinas

Sin tener una recta poderosa, Pérez ha dependido desde hace mucho tiempo de colocar la pelota donde quiere para tener éxito. Pero este año ha llevado ese plan a otro nivel.

El porcentaje de lanzamientos en las esquinas (Edge Zone) de Pérez (50.7%), que no es otra cosa que los pitcheos que cruzan el plato separados de las esquinas del mismo por una distancia no más grande que una pelota de béisbol, sería el mejor entre los lanzadores calificados durante la era Statcast (desde 2015), de terminar la campaña ahora mismo. Esa cifra es dos puntos porcentuales más alta que la de su más cercano perseguidor en dicha categoría esta temporada.

La liga está bateando .220 con un wOBA esperado de .280 en el 2022 contra lanzamientos en esa zona “negra” del plato y a Pérez le ha ido mejor todavía, limitando a sus rivales a un promedio de bateo de .199 y un xwOBA de .249 cuando pone sus pitcheos allí.

Hay que mencionar que tiene a uno de los mejores receptores a la hora de “enmarcar” los pitcheos, Jonah Heim, quien ha ayudado a que el 55.5% de esos pitcheos de Pérez en las esquinas a los que los rivales no hacen swing sean cantados en strike, la tercera mejor tasa entre los abridores calificados esta campaña. Ese control milimétrico y las excelentes habilidades con la mascota de Heim han ayudado a que Pérez sea segundo en las Mayores con 37 ponches cantados.

Un cambio mejorado

Después de que los contrarios aporrearan con fuerza su cambio el año pasado (promedio de bateo de .314 y slugging de .500), Pérez ha estado dominando a los bateadores con dicho pitcheo en el 2022. Lo está lanzando a la misma velocidad y con el mismo movimiento, pero lo está ubicando mucho mejor. Y los resultados así lo demuestran.

Antes de esta temporada, y especialmente el año pasado, Pérez estaba dejando la pelota con demasiada frecuencia sobre la zona de strike con su único envío lento, el cambio. Antes del 2022, el 17.6% de los cambios de Pérez cayeron en el “corazón” del plato, la parte del medio de la zona de strike. Los bateadores no lo estaban perdonando, ligando para .362 con 20 vuelacercas durante las últimas siete campañas combinadas. El asunto fue todavía peor el año pasado, cuando lanzó casi uno de cada cinco cambios (19.7%) en el corazón del home, permitiendo cinco jonrones, un promedio de bateo de .417 y un slugging de .831.

Pero este año, Pérez ha mejorado mucho con la localización de su cambio. Los que dejaba en el centro del plato y que tantas carreras le costaron en temporadas anteriores básicamente han desaparecido. Ha tirado el envío en el corazón de la zona sólo el 9.1% de las veces, la segunda tasa más baja entre los 44 serpentineros que han lanzado al menos 200 cambios en el 2022.

Pérez también está tirando más el pitcheo fuera de la zona. Esta campaña, ha tirado su cambio en la zona apenas el 31.5% de las veces, la menor tasa de su carrera. Hace sólo dos años, en el 2020, Pérez tiró el pitcheo en strike más de la mitad de las veces (52.3%).

En consecuencia, los rivales están haciendo swing para buscar dichos ofrecimientos. Pérez ha logrado que los bateadores hagan swing a cambios fuera de la zona casi una de cada tres veces (30.3%), bien por encima de la tasa de su carrera antes de esta temporada (21.1%).

Sólo denle un vistazo a este gráfico. Ante los bateadores derechos, Pérez está golpeando una y otra vez la esquina bajita y afuera – y un poco más allá – con el cambio, y rara vez lo deja sobre el home:

El control de Pérez sobre su cambio se ha traducido en contactos más suaves y más rodados, una receta exitosa para un lanzador que no suele depender de los ponches. Su tasa de batazos duros ante el cambio pasó del 40.2% el año pasado a 26.6% esta campaña. A la misma vez, su tasa de rodados contra ese lanzamiento ha saltado al 59.5% luego de estar en 49.5% en el 2021. Los rivales ligan apenas para .211 contra su cambio esta temporada, incluyendo apenas dos “macetazos” o barrels, a pesar de que lo está tirando más de un cuarto de las veces. Los barrels son conexiones con la combinación ideal de velocidad y ángulo de despegue que suelen convertirse en extrabases.

Contacto suave

Hablando de batazos débiles, Pérez está consiguiendo un montón de conexiones de ese tipo, y no sólo con el cambio.

Ha sido uno de los mejores en las Grandes Ligas a la hora de evitar que le den batazos en la llamada “zona dulce” o sweet spot (ángulo de despegue entre 8-32 grados, que se convierten en elevados y líneas). El porcentaje de batazos de ese tipo ha pasado del 40.3% al 28.2% entre el 2021 y el 2022, una de las caídas más grandes en todo el béisbol. Se ubica de quinto entre los lanzadores calificados evitando batazos en esa “zona dulce”, detrás los dominicanos Framber Valdez y Sandy Alcántara, Logan Webb y Gerrit Cole.

Esto ha llevado a una caída gigantesca de los macetazos que le dan, a pesar de que la tasa de batazos duros (a 95 mph o más) está ligeramente sobre la media de su carrera. Le han dado sólo ocho macetazos, sólo el 3.1% de las conexiones que recibe, la mejor tasa de su carrera. Por esa razón, incluso cuando le dan hits, no suelen hacerle mucho daño. Apenas el 23% de los imparables que ha permitido Pérez esta campaña han sido extrabases, empatada como la cuarta mejor marca de MLB detrás de Yu Darvish, Max Fried y Kyle Wright.

Una de las razones más importantes para que la efectividad de Pérez sea todavía mejor de 2.00 es que el zurdo ha permitido apenas dos bambinazos. Esa proporción de 0.21 HR/9 IP es la mejor de las Grandes Ligas entre los serpentineros que suman al menos 40 episodios.

Si bien el cambio ha ayudado mucho, el resurgir de su sinker – su pitcheo preferido durante su primera estadía en Texas – ha llevado el paso de las mejoras que ha hecho en los batazos que le dan.

Después de dejar a un lado esa sinker y tirar más una recta cortada durante los últimos años, Pérez lo ha retomado como su lanzamiento bandera. Lo está usando el 36.1% de las veces, su tope personal desde el 2018. Y los bateadores lo están conectando una y otra vez por el suelo (tasa de roletazos de 62.0%).

El pitcheo al parecer le ha permitido convertir en rodados lo que el año pasado hubiesen sido líneas debido a que los rivales constantemente le están pegando a la bola por arriba. Su tasa de líneas, en consecuencia, ha pasado del 27.5% en el 2021 a 20.1% este año. 

No muchas veces un lanzador de 31 años pasa de tener efectividad de casi 5.00 a luchar por el Premio Cy Young al año siguiente. Después de firmar con los Rangers en el 2007, ascender por su sistema de fincas y finalmente hacer su debut en la Gran Carpa en el 2012, sería una gran historia que Pérez vaya por primera vez al Juego de Estrellas vistiendo el uniforme de Texas. Y quién sabe, pero no es descabellado que con otro par de sólidas aperturas de Pérez, combinadas con algunas malas de los otros candidatos en la Liga Americana, veamos al venezolano abriendo el Clásico de Mitad de Temporada por la Liga Americana.