ST. PETERSBURG - A la vez que se especula sobre quién jugará en qué posición por los Rays en el 2018, la receptoría del club luce bien sólida.
Durante años, el hueco principal de Tampa Bay estaba detrás de plato. Pero de cara al 2018, el equipo cuenta con dos receptores confiables, los venezolanos Wilson Ramos y Jesús Sucre, que no solamente son hábiles como cátchers, sino que también aportan ofensiva.
Ramos se unió a los Rays como agente libre luego de haber sido operado de la rodilla derecha. Dada la recuperación que conllevaba su operación, Tampa Bay firmó a Ramos a un precio reducido de dos años y US$12.5 millones.
Ramos no debutó por los Rays hasta junio pero poco a poco fue demostrando por qué se le valora tanto. En su primera temporada con Tampa Bay, el receptor veterano bateó .260 con 11 jonrones y 35 remolcadas. Terminó fuerte, con promedio de .317, cinco cuadrangulares y 16 carreras producidas en el mes de septiembre.
Los Rays adquirieron a Sucre en un canje con los Marineros antes de los entrenamientos primaverales el año pasado y el oriundo de Cumaná hizo el equipo, principalmente porque a los pitchers de Tampa Bay les gusta trabajar con él. En 63 juegos en el 2017, Sucre bateó .256 con siete bambinazos y 29 carreras producidas.
En ligas menores, el club cuenta con Nick Ciuffo y Brett Sullivan.
Los Rays seleccionaron a Ciuffo en la primera ronda del draft amateur del 2013. En cinco temporadas de liga menor, Ciuffo lleva promedio de .248 con 12 jonrones y 134 remolcadas a la vez que ha aportado una defensa sólida. En el 2017, Ciuffo jugó por Doble-A Montgomery, donde bateó .245 con siete cuadrangulares y 42 remolcadas. El receptor de 22 años de edad comenzará la campaña del 2018 en Triple-A Durham.
Sullivan se integró a la organización como antesalista y se convirtió en cátcher previo a la temporada del 2016.
Desde que se trasladó a la receptoría, Sullivan ha seguido produciendo a medida que se pule detrás del plato. La temporada pasada, bateó .301 con ocho jonrones y 67 remolcadas por Clase A Avanzada Charlotte antes de ser ascendido a Montgomery, donde su promedio fue de .272 con siete impulsadas en 24 compromisos.