Reunión con Eloy podría presagiar un repunte para Morel en T.B.

24 de febrero de 2025

NORTH PORT, Florida -- La primavera del 2016 fue un momento difícil para Christopher Morel, por decirlo suavemente.

El dominicano había sufrido graves lesiones en el brazo izquierdo, la muñeca izquierda y el ojo izquierdo debido a un accidente inesperado que amenazó con terminar con su carrera en el béisbol profesional antes de que siquiera comenzara. Tenía apenas 16 años, sin poder jugar un solo partido en todo el año mientras trabajaba para regresar al terreno. Además, fue enviado al complejo de los Cachorros en Arizona para el Entrenamiento Primaveral, lejos de su natal Santiago de los Caballeros.

Fue entonces cuando Morel conoció a un jardinero de 19 años, oriundo de Santo Domingo y un prospecto de los Cachorros que estaba a punto de convertirse en uno de los mejores del béisbol: Eloy Jiménez.

Ahora, ambos se han reencontrado con los Rays, Morel en su primer Entrenamiento de Primavera con el equipo tras un canje a mitad de temporada y Jiménez en el campamento con un contrato de ligas menores. Al llegar al Charlotte Sports Park, Jiménez expresó su emoción por volver a estar con su “niño” -- su hijo -- y el sentimiento es mutuo para Morel.

“Fue la primera persona que, cuando llegué a los Estados Unidos, me orientó y me ha tratado muy bien, como un padre”, dijo Morel el domingo. “Le estoy muy agradecido por eso”.

Recordando su primera etapa como compañeros de equipo, Jiménez dijo que el joven Morel solía pasar por su habitación para compartir tiempo con él. Morel le atribuye a Jiménez haber sido “la mano que me tendió el apoyo” y “quien me cuidó”, mientras que Jiménez recuerda haber sentido la frustración de su compañero.

“Casi pierde la mano y el brazo, ¿sabes? Lo recuerdo. Recuerdo que lloraba mucho, porque fue muy difícil para él”, relató Jiménez. “Para mí también, verlo llorar fue duro. Pero él es un hombre feliz. Estoy orgulloso de él. Estoy contento de estar aquí con él”.

Después de un debut complicado con Tampa Bay en la recta final de la temporada pasada, Morel dijo que ya siente que está en familia con los Rays esta primavera. Tener a Jiménez a su lado sólo ha hecho que se sienta aun más cómodo.

Ahora, los Rays esperan que una mayor comodidad se traduzca en mejores resultados para el talentoso jugador de 25 años.

Morel no pudo haber causado una mejor impresión en julio pasado tras llegar como la pieza principal en el cambio con los Cachorros por el mexicano Isaac Paredes. Después de conectar 60 jonrones en 323 juegos con Chicago, Morel se voló la cerca en cada uno de sus primeros dos partidos con Tampa Bay. Sin embargo, después cayó en un bache de dos meses, bateando apenas .188/.254/.255 con 54 ponches en 181 visitas al plato.

Según Baseball Reference, Morel registró un WAR de -0.8 en sus 49 encuentros con los Rays, la cifra más baja del equipo. No era lo que esperaban de un jugador al que habían seguido por mucho tiempo antes de finalmente adquirirlo, y tampoco es lo que prevén de uno de sus principales candidatos a repuntar este año.

“Mirando hacia atrás, el año pasado probablemente fue una transición más difícil para él de lo que anticipé. Pero su historial habla por sí mismo; ha tenido bastante éxito en las Grandes Ligas”, comentó el manager de los Rays, Kevin Cash. “Ofensivamente, borrón y cuenta nueva. Sólo sal y haz lo tuyo, sé tú mismo y dejaremos que la progresión siga su curso”.

Morel, quien se fue de 2-0 con una base por bolas en la victoria de los Rays por 4-2 ante los Bravos el domingo en el CoolToday Park, dijo que está haciendo “pequeños ajustes” esta primavera y que entiende que adaptarse a un nuevo club puede tomar tiempo. Tampa Bay ha tratado de facilitarle al menos un aspecto de estos Entrenamientos, colocándolo en el jardín izquierdo y permitiéndole afianzarse en una posición tras el quisqueyano haber pasado su carrera rotando por distintas partes del terreno.

Morel señaló que trabajó en los jardines durante la temporada muerta, y Cash le informó desde el primer día de los Entrenamientos que jugaría en el bosque izquierdo. El coach de primera, Michael Johns -- quien trabaja con los jardineros del equipo -- dijo que profundizarán más en el trabajo defensivo con Morel a lo largo de la primavera. Por ahora, sólo quieren que se sienta cómodo y que sus habilidades como atleta hagan el resto.

“Es un muchacho que trabaja muy bien, un gran chico. Escucha todo”, dijo Johns. “Definitivamente, es lo suficientemente atlético, corre bien, es alto y delgado y tiene un brazo bien bueno, así que cuenta con todas las cualidades para ser un buen jardinero. El año pasado mostró destellos de ello, así que será interesante ver cómo termina el campamento”.