Sumen al cañonero J.D. Martínez a la lista de jugadores que se emocionaron al ver al venezolano Miguel Cabrera llegar a 3,000 hits, el sábado pasado en el Comerica Park.

“Honestamente, es increíble. Son 200 imparables durante 15 años. Una locura”, dijo Martínez.

Cuando Martínez fue dejado libre por los Astros en el 2014, firmó con los Tigres, con quienes tuvo la oportunidad de jugar durante cuatro años.

“Hice un cambio en el swing, y de pronto firmé con un equipo en el que estaba el chico al que más estudié, pensando en ese ajuste”, señaló Martínez. “Fue una bendición de Dios. El sólo estar ahí a diario, diciendo ‘Mira cómo está haciendo [swing]’ o cualquier cosa”.

Martínez nació en 1987, siendo apenas cuatro años más joven que Cabrera. De igual manera, no ha llegado ni a la mitad de 3,000 hits, a pesar de haber sido convocado cuatro veces al juego de Estrellas y ser uno de los cañoneros más temidos del juego.

“Honestamente, estábamos hablando el otro día sobre mis turnos al bate y otras cosas. Tenía 300 dobles y él 599”, dijo Martínez. “Yo decía que estaba a punto de duplicar mis dobles. Miras su turnos y literalmente tiene el doble que yo. ¿Cómo es posible?”.

“Para poder hacerlo, literalmente todo tiene que salir bien. Tienes que llegar a la liga a los 20 años, comenzar a tronar de inmediato y continuar haciéndolo durante todos estos años, además de tener ese contrato largo que te permite seguir sumando hits al final del pacto. Todo tiene que salir bien”.