Con J.D. Martínez ponderando la posibilidad de salirse de su contrato y Mookie Betts a un año de la agencia libre, los Medias Rojas han llegado a una temporada muerta bien crucial.

Hablando con los medios el lunes, el presidente de máximo ejecutivo de los Medias Rojas, Sam Kennedy, afirmó que mantenerse por debajo del impuesto de lujo de US$208 millones en su nómina es una meta, pero no un objetivo obligatorio. ¿Podrá Boston mantener en sus filas tanto a Betts como a Martínez y al mismo tiempo cumplir con dicha meta? Kennedy dijo que es posible, pero reconoció que será difícil.

Los Medias Rojas han tenido la mayor nómina en Grandes Ligas en cada una de las últimas dos temporadas, con casi US$240 millones en el 2019. Y ya tienen mucho dinero comprometido para el 2020.

A Martínez le quedan tres años y US$62.5 millones en su pacto. Recibiría US$2.5 millones en caso de decidir salirse del mismo. Podría salirse del contrato en un año, pero sin la indemnización.

Salirse del acuerdo representaría un riesgo para Martínez, de 32 años, dado cómo ha evolucionado el mercado para bateadores veteranos de su edad. Pero el toletero también debe considerar el hecho de que los últimos dos años de su contrato dependerían de opciones mutuas en caso de Martínez estar cierto tiempo en la lista de lesionados con lesiones en el pie derecho, de acuerdo con los términos del contrato que firmó en el invierno del 2017-18.

En cuanto a Betts, el jardinero podría ver los contratos de Bryce Harper (13 años, US$330 millones) y Manny Machado (10 años, US$300 millones) como punto de partida para un contrato a largo plazo. La extensión de 10 años y US$360 millones que le dieron los Angelinos a Mike Trout también podría ser un modelo.

Antes de tomar cualquier decisión, los Medias Rojas deben contratar a un nuevo gerente general, después de despedir a Dave Dombrowski este mes.