Una vez renuente, Kike ahora brilla como OF

22 de octubre de 2021

BOSTON – El puertorriqueño Enrique “Kike” Hernández ni siquiera quería jugar en el jardín central cuando comenzó la temporada 2021.

Qué locura, ¿cierto?

Dado todo lo bullicioso que ha sido mientras defienda la posición en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, especialmente cuando hace una de esas increíbles jugadas, es difícil pensar que Hernández llegó a tener dudas sobre la idea de jugar en el center de forma regular hace apenas seis meses.

Segunda base era la posición que había acordado cuando firmó con Boston la pasada temporada muerta, y dado que finalmente tendría la oportunidad de jugar todos los días, algo que nunca pudo conseguir en seis campañas con los Dodgers, tenía metas bien grandes.

“Al principio no estaba muy emocionado con el hecho de que estaba jugando en el center field todos los días”, le dijo Hernández a MLB.com. “La gente se pone metas y esas cosas, y una de las mías antes de la temporada era pensar que por fin iba a poder jugar en segunda base a diario. Yo estaba así como, ‘Esta pueda que sea mi oportunidad de ganar un Guante de Oro’. Pero además, estaba el hecho de que yo nunca había jugado en el outfield todos los días, y mis piernas se estaban cansando y cosas así”.

Gracias a la disposición y la ética de trabajo de Hernández, los Medias Rojas han cubierto el masivo hueco defensivo que quedó abierto tras la partida de

Jackie Bradley Jr., uno de los mejores guantes de las Grandes Ligas cuando estuvo en Boston, y Hernández ha encontrado un nuevo hogar. No sólo geográficamente en Boston, pero como ancla del outfield de los Medias Rojas.

“Nosotros tuvimos a uno de los mejores defensivamente en 2018 y 2019, y sigue siendo buenísimo: Jackie”, recordó el puertorriqueño Alex Cora, manager de los Medias Rojas. “Este muchacho (Hernández) está ahí arriba con ellos, con los mejores a la defensiva, y estamos bien orgullosos de él”.

Esta historia comienza con un renuente Hernández y un Cora indeciso. Así que comencemos allí:

“Yo estaba equivocado en Spring Training”

Cuando iniciaron los entrenamientos, Cora dijo que estaba equivocado sobre dos cosas: 1) Que Hernández sería el segunda base regular, y 2) si Hernández terminaba jugando en el outfield, estaría mejor en el izquierdo dada la forma en la que estaba armada del roster, pues el brazo de Alex Verdugo era mejor para el bosque central.

Pero las cosas cambiaron rápidamente. Christian Arroyo empezó a lucir y a ganarse tiempo de juego, y su defensiva en segunda era sobre el promedio. Dado que Hernández había sido el arma más versátil de los Dodgers por varios años, y que podía jugar en varios sitios, Boston comenzó a colocarlo en el center.

“De verdad que nos abrió los ojos”, confesó Cora. “Su primer paso es increíble. Los instintos, el brazo, la comunicación… puedo hablar sin parar de él”.

Pero Hernández tuvo que superar rápidamente las dudas que había tenido al principio.

“Yo entendí que así nuestro equipo era mejor”, dijo Hernández. “Nos daba una mejor posibilidad de ganar y eso es todo lo que yo quiero. Yo quiero ganar. Al principio lo acepté y luego me encantó”.

La pared del Fenway “me está comiendo”

No era solo la transición, sino el estadio, que presentaba tamaño reto. Fenway Park es un paraíso para los bateadores y una pesadilla para un jardinero central debido a sus particulares dimensiones.

A la derecha de Hernández está el Monstruo Verde y una infinita cantidad de trayectorias que pueden tomar los batazos al pegar en la fachada de 37 pies de altura. A su izquierda están los bullpens, separados del terreno de juego por una cerca de cinco pies con la que uno fácilmente se puede tropezar. Y directamente detrás suyo está el triángulo del center-right, donde cualquier pelota que pique es típicamente un triple.

Hernández dijo que dichas distancias pueden afectar las rutas que toma, la única métrica en la que no luce bien, pero en la que está enfocado en mejorar.

“Mi primer paso. Siempre me estoy moviendo”, señaló Hernández. “Estoy tratando de moverme antes que salga el batazo. Estoy creando el ritmo, supongo. Según las sabermétricas, mis recorridos no son muy eficientes. Pero para mí, lo más importante es dar ese primer paso y mi reacción, porque probablemente esté en el foso de los percentiles de velocidad en el jardín central, así que dependo mucho del primer salto. Siempre he creído que tengo un buen salto; un bien primer paso. Eso compensa mis recorridos no tan buenos”.

“Empezaré a prestarle atención a mis números defensivos”.

En esta época de tanta analítica, Hernández les presta atención a sus métricas. Pero la digiere de una forma simple -- ¿Es bueno o malo? Y ha sido bueno, por la mayor parte.

Métricas defensivas de Hernández en el 2021 (ranking entre los patrulleros centrales)

Outs por encima del promedio: 5 (séptimo)

Atrapadas de cinco estrellas (con una probabilidad de out de 25% o menor): 5 (primero)

Éxito añadido de atrapadas: 4% (cuarto)

Carreras salvadas a la defensiva: 14 (tercero)

Rating máximo de la zona (UZR): 7.4 (quinto)

“Lo más importante para mí es llevar la mentalidad del infield a los jardines”, señaló Hernández. “Como infielder del medio del cuadro, tienes que aprender a leer el swing, el punto de contacto y, algo que he estudiado, es cómo lanza nuestro pitcher de acuerdo con la posición del receptor. Eso me ayuda. Me permite anticipar dónde la pelota será conectada antes [de la conexión], sólo al mirar al cátcher o la trayectoria del pitcheo. Eso me da una idea”.

¿Y ese brazo? “Siempre lo he tenido”

Revisando las jugadas más llamativas de Hernández en el año, casi todas cuentan con un tiro hacia el cuadro. Hernández promedió 89.8 mph en tiros con esfuerzo máximo (el 10% tope de una muestra de un jugador) en la temporada regular; el quinto mejor en las Mayores. Además, hizo un tiro a 97.5 mph ante un elevado de sacrificio en el Juego 1 que se quedó corto; una velocidad que iguala el pitcheo más rápido del encuentro de Chris Sale.

“Le puedes preguntar a cualquiera que haya jugado conmigo. Todos podrán confirmar mi brazo”, mencionó Hernández. “Pero, cuando no juegas todos los días, hay muchas cosas que no exhibes. No es que nunca jugaba en L.A., pero... si el día que estaba en el terreno no se presentaba la oportunidad de demostrar mi brazo, la gente se quedaba sin conocerlo”.

Hernández se propuso en el receso de temporada demostrar todo su valor.

“Todos los días demuestro lo que ya tenía”, dijo. “Creo que he progresado con el pasar de mi carrera. He mejorado muchas cosas, pero también estoy demostrando ser un mejor jugador ahora que estoy más tiempo en el terreno. Creo que esa ha sido la diferencia principal”.