Rockies se unieron a celebración de Miggy

24 de abril de 2022

DETROIT – Como oponentes, ellos hicieron lo que pudieron para evitarlo. Como compatriotas, se llenaron de orgullo cuando sucedió.

El primer jugador de cualquier equipo en ir a abrazar al cañonero de los Tigres, Miguel Cabrera, el sábado después de convertirse en el primer pelotero nacido en Venezuela en llegar a 3,000 hits en Grandes Ligas fue el cubano José Iglesias. El torpedero de los Rockies, quien jugó junto a Cabrera en Detroit de 2015-18, cubrió la segunda base mientras esperaba que se pidiera tiempo fuera, luego trotó hacia la inicial para darle un fuerte abrazo a su amigo mientras la multitud celebrara en grande la hazaña en el Comerica Park.

Yonathan Daza, quien idolatraba a Cabrera desde niño y quien nació en la misma ciudad que Miguel, Maracay, Venezuela, corrió desde el jardín central para unirse al grupo de jugadores que lo felicitaban. El receptor Elías Díaz, quien es originario de Maracaibo, Venezuela, se dejó venir desde la receptoría para darle un abrazo a Cabrera.

En una muestra de respeto, el lanzador abridor Antonio Senzatela – quien es originario de Valencia, Venezuela – permaneció en un área gris cerca de la tercera base, a donde había corrido para respaldar un potencial mal tiro, contento de cederle a su héroe nacional el escenario principal.

"Éso", dijo Daza sobre el hit, "es más grande que el béisbol".

“Estar aquí, sobre el mismo terreno que él, no tengo palabras para decir lo que siento ahora mismo”, agregó.

Daza y los compañeros de batería, Senzatela y Díaz, representan a tres de los cinco jugadores venezolanos en el roster de los Rockies, junto con los derechos Germán Márquez y Jhoulys Chacín. Cabrera es una leyenda en casa y el orgullo por su país es enorme, por lo tanto, fue algo casi poético que Miguel le haya dado el histórico hit Nro. 3,000 a Senzatela durante la derrota de los Rockies por 13-0 en el primer juego de una doble cartelera en el Comerica Park. (Los Rockies ganaron el segundo encuentro, 3-2, detrás de seis entradas en blanco del abridor Austin Gomber).

“Es el mejor pelotero venezolano aquí en las Grandes Ligas”, exclamó Senzatela. “Cuando era pequeño solía verlo jugar. Cuando Miguel debutó en las Grandes Ligas, yo tenía ocho años de edad, y ahora estoy lanzando aquí. Estoy feliz por él”.

Dos veces nombrado Jugador Más Valioso de la Liga Americana, ganador de la Triple Corona de bateo y 11 veces seleccionado al Juego de Estrellas con cuatro títulos de bateo, el lugar de Miggy entre los grandes del béisbol de las Grandes Ligas ya estaba asegurado mucho antes de esta tarde en Detroit.

Cuando era un novato de 20 años, Cabrera ayudó a los Marlins de Florida a ganar la Serie Mundial de 2003. Todos estos años después, estampar su nombre en la lista de los 3,000 hits también tenía un bonito anillo.

Y sin duda quedará bien en una placa en Cooperstown algún día.

Cabrera se convirtió en apenas el séptimo jugador con 500 jonrones y 3,000 imparables. Se incorporó a un club exclusivo en el que también figuran Hank Aaron, Willie Mays, Eddie Murray, el cubano Rafael Palmeiro, el dominicano Albert Pujols y Alex Rodríguez.

En agosto del año pasado en Toronto, Cabrera conectó su 500mo cuadrangular. Ahora tiene 502 en su 20ma temporada en la gran carpa.

Cabrera es el séptimo latinoamericano que llega a los 3,000 hits, el imparable lo empató en la lista general con el fallecido Roberto Clemente. Su segundo imparable del encuentro lo colocó por encima del legendario puertorriqueño.

Pujols había sido el último jugador en lograr la hazaña, en 2018. Tenía 3,308 el sábado y, con 42 años en San Luis, ha dicho que es su última temporada.