DETROIT – ¿Mil juegos en el Comerica Park? Miguel Cabrera tampoco lo puede creer.

“Impresionante”, dijo el venezolano el domingo antes de la victoria de los Tigres por 5-2 sobre los Mellizos. “Algo fantástico”.

Cabrera y el puertorriqueño Yadier Molina (1,044 en Busch Stadium) son los únicos jugadores activos que han disputado al menos 1,000 encuentros en un mismo estadio. Molina dijo que se retirará al terminar esta temporada, pero Cabrera seguirá sumando a la cuenta el año que viene. Cuántos más podrá añadir es algo que dependará en gran medida de su salud.

Una vez que la temporada termine el miércoles, el enfoque para Cabrera será ponerse en la mejor posición posible para sentirse saludable y productivo no sólo cuando comience la temporada que viene, sino a medida que pasen los meses. No es sólo un asunto de cuidar de su rodilla derecha y su espalda, sino de mejorar.

“Yo creo que tenemos una buena idea de lo que vamos a hacer”, dijo Cabrera la mañana del domingo. “Pienso que tenemos un plan para eso. Voy a ocuparme de la rodilla y la espalda. Ojalá pueda mantenerme fuerte la temporada que viene y terminar bien”.

Cabrera finalizó la parte en casa de su 20ma temporada en las Mayores con una buena actuación. En su último turno de la campaña en el Comerica Park le conectó un sencillo a su ex compañero Michael Fulmer, el hit 3,086 de su carrera, remolcando a Akil Baddoo con su impulsada número 1,846.

El veterano de 39 años iniciará la última serie de los Tigres este año, contra los Marineros, a sólo tres hits de Ichiro Suzuki, quien ocupa el puesto 23 de todos los tiempos en dicho departamento. Y con 507 jonrones está a dos de igualar a Gary Sheffield en el puesto 26. Se espera que Cabrera juegue dos de los cuatro duelos de Detroit en Seattle.