Miguel Cabrera se declara listo para el 2019: "Quiero ser peligroso"

25 de enero de 2019
Mitchell Layton/Getty Images

DETROIT - Antes del jueves, la última vez que el venezolano había hablado desde el Comerica Park fue hace siete meses, justo antes de la operación del bíceps izquierdo que le puso fin a su temporada en el 2018. Estuvo de visita algunas veces el verano pasado, pero mantuvo un perfil bajo.
Mientras Cabrera hablaba con un grupo de reporteros el jueves para darle inicio a la tradicional Caravana Invernal de los Tigres, conversando con sus compañeros y con la directiva, se sintió como si se hubiese unido recientemente al equipo.
"Al principio se siente un poco raro", dijo Cabrera. "Pero ahorita, es como si estás otra vez en el béisbol. Mis metas son estar listo para los entrenamientos y tratar de ponerme listo para la temporada, tratar de tener un buen año".

Todo lo que ha hecho Cabrera hasta ahora esta temporada muerta indica que estará listo para la campaña. Viene haciendo swings durante el último mes, entrenando como lo hace normalmente cada invierno, y dijo que el plan es llegar sin restricciones a los entrenamientos primaverales.
Que Cabrera pueda tener una buena temporada de acuerdo con sus estándares es la gran interrogante. Eso no estará claro hasta que los Tigres completen los entrenamientos y arranquen la campaña regular a finales de marzo.
Cuando se le preguntó si podría volver a ser un bateador peligroso, Cabrera sonrío.
"Yo quiero ser peligroso", respondió. "Tienes que tenerte confianza en el plato. No es que tienes que dártelas de creído, nada de eso, pero tienes que confiar y sentir que todavía puedes hacerlo. Yo voy a dar lo mejor de mí".
Cabrera ganó cuatro títulos de bateo en un lapso de cinco años, incluyendo la Triple Corona de bateo en el 2012. No estuvo en la pelea por el título de bateo en el 2016, pero igual ligó para .316 ese año, con 38 jonrones, 108 empujadas y .956 de OPS, manteniéndose entre los bateadores más temibles del béisbol.
Desde entonces, una serie de lesiones - espalda, ingle, bíceps, corva -han limitado su producción, y eso cuando no lo han sacado de juego. Después de batear sólo .249 con .728 de OPS en el 2017, Cabrera bateó .299 con tres jonrones, 22 remolcadas y .843 de OPS el año pasado antes de rotura del tendón del bíceps izquierdo. La mayor parte de esa producción fue en el primer mes, antes de que una lesión en la corva derecha lo mandara a la lista de lesionados.

Incluso con esos problemas, Cabrera llega a la campaña 2019 con el mejor promedio de bateo entre los peloteros activos que tienen al menos 3,000 viajes al plato, apenas por delante de su buen amigo y compatriota José Altuve. El OPS de por vida de Cabrera, de .946, lo ubica tercero, detrás de y Joey Votto.
Cabrera no pretende saber si será capaz de retomar su nivel de antaño. Pero quiere estar lo suficientemente sano como para saber.
"Yo quiero volver", soltó el toletero derecho. "Porque cuando no juegas, no puedes poner tus números. Y es más que los números. Pero ahora mismo me siento sano. Ahorita puedo decir que voy a salir a trabajar duro y a tratar de poner mis números todos los días y ver qué pasa al final de la temporada.
Cabrera sabe que esa producción es clave para estos Tigres en reconstrucción, especialmente con el futuro de en veremos y un montón de bateadores jóvenes en el resto del lineup. Y a diferencia de Castellanos, a quien buscan cambiar, Cabrera no irá a ninguna parte. El gerente general Al Ávila le dijo a varios reporteros el jueves que él cree que Cabrera se quedará con los Tigres el resto de su carrera.
El contrato de Cabrera expira tras la temporada del 2023, durante la cual cumplirá 40 años, y tiene opciones para el 2024 y 2025 si termina entre los 10 mejores de la votación al Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Si Cabrera puede mantenerse saludable por la mitad de ese tiempo, debería alcanzar hitos como 3,000 hits (le faltan 324) y 500 jonrones (está a 35).

Pero esas marcas no están por ahora en la mente de Cabrera. Quiere ayudar a su equipo a recuperarse tras años sucesivos con 98 derrotas, razón por la cual ha dicho que no tiene problemas en disputar juegos como bateador designado si eso es lo que quiere el manager Ron Gardenhire.
"Siempre he creído que uno juega por una razón: para ganar juegos", señaló el maracayero. "Si el equipo está mejor conmigo como designado, lo voy a hacer. Si creen que lo mejor es ponerme en primera, lo haré. Yo estoy dispuesto a lo que sea".