MINNEAPOLIS -- El dominicano Nelson Cruz es probablemente el dueño de dos títulos en el clubhouse de Minnesota: El rey de impresionantes jonrones y la figura paternal del equipo (al menos para su compatriota Miguel Ángel Sanó).

El comportamiento de papá se notó bastante en el partido del martes, cuando Cruz disfrutó de un día libre con estilo, paseándose por la cueva con un bata del equipo bastante cómoda con su nombre y número en la espalda. El quisqueyano aprovechó por completo el regalo de otro veterano, Josh Donaldson, quien les obsequió las batas a sus compañeros y los empleados del club antes de que dejaran tendidos a los Tigres en la 10ma entrada en el juego del martes.

Y como buen padre de equipo, Cruz también comenzó una encantadora tradición.

Cuando Byron Buxton llegó a la caseta tras iniciar el compromiso con un cuadrangular, Cruz lo estaba esperando para ponerle la bata antes de que fuera felicitado por el resto de sus compañeros. Tres innings después, cuando Mitch Garver sacudió su segundo bambinazo de la campaña, Cruz estuvo listo con la bata para reconocer el esfuerzo del receptor. Cuando Max Kepler empató el partido con un vuelacercas clave en el octavo capítulo, al jardinero lo esperaba la bata.

Finalmente, cuando el puertorriqueño Eddie Rosario anotó la carrera decisiva con el sencillo productor de Kepler en el 10mo episodio, coronando la remontada, Cruz corrió a toda velocidad para ponerle la bata a Kepler durante la celebración.

Las bombas impulsadas por las batas ayudaron a los Mellizos a aprovechar la victoria de los Indios sobre los Medias Blancas el martes. Con el triunfo de Minnesota, ahora Chicago tiene una ventaja de apenas medio juego en la cima de la División Central de la Liga Americana.