Mazara emocionado: “Los cambios son buenos”

21 de diciembre de 2019

CHICAGO -- Los cambios son buenos. Eso es lo que piensa el dominicano Nomar Mazara, el nuevo jardinero derecho de los White Sox, inclusive si eso significa dejar a los Rangers de Texas, la organización a la que considera una familia.

“Es algo bueno”, dijo Mazara durante una conferencia telefónica una semana después de ser cambiado a Chicago por Steele Walker, un jardinero de ligas menores. “Conozco a mucha gente en los White Sox, así que estoy emocionado.

“Estoy esperando que llegue la temporada que viene; van a pasar muchas cosas buenas”, siguió Mazara. “Uno nunca sabe dónde se va a convertir en una estrella. Si no fue en Texas, puede ser con los White Sox. Estoy en buena forma y listo para dar ese próximo paso”.

El próximo paso para Mazara, quien cumplirá 25 años el 26 de abril, podría ser un lugar a medio tiempo como jardinero derecho de los White Sox. El bateador zurdo liga de por vida para .271/.337/.462 con 64 jonrones, 76 dobles y 240 carreras empujadas en 1,615 visitas al plato contra lanzadores derechos.

En 574 oportunidades contra zurdos, Mazara batea apenas para .231/.272/.361 con 15 cuadrangulares, 19 dobles y 68 impulsadas. El manager Rick Rentería dijo que esperaba que Mazara pudiera tomar el paso contra zurdos, pero por los momentos, Mazara podría ver acción primordialmente contra derechos, con alguien como el también dominicano Leury García midiéndose con los zurdos.

García fue uno de los jugadores de los White Sox que Mazara dijo conocer. García llegó a Chicago desde Texas por el boricua Alexis Ríos el 11 de agosto del 2013 y empezará la temporada del 2020 como el jugador de los Medias Blancas con más tiempo en el roster.

Mazara también conoce al jardinero dominicano Eloy Jiménez y al receptor cubano Yasmani Grandal, y habló del primera base cubano José Abreu con el mismo respeto que dice tener por sus compatriotas David Ortiz y Albert Pujols, sus ídolos cuando era niño. Ahora, Mazara se declara listo para unirse al núcleo de jóvenes de Chicago--que también incluye al cubano Yoán Moncada, Tim Anderson y Lucas Giolito--ayudarlo a conseguir la meta soñada.

“Primero que todo, un campeonato. Con eso es que sueña uno. Por eso es que trabajas dan duro en la temporada muerta”, dijo Mazara. “Sé que todo el mundo lo quiere, desde la gente en la oficina hasta los jugadores. Por eso es que uno se pone en buena forma, para salir al terreno a hacer todo lo posible para darle un campeonato al equipo”.

Hay quienes comparan la situación de Mazara con el cambio de Carlos Quentin, a quienes los Medias Blancas obtuvieron desde los D-backs durante las Reuniones Invernales del 2007. Quentin también era un talentoso jardinero que venía de disputar 138 juegos en dos campañas con Arizona, pero que no alcanzó su potencial hasta que dejó .965 de OPS con 36 jonrones y 100 empujadas durante su primera temporada en Chicago, a pesar de no jugar ni un encuentro después del 1ro de septiembre debido a una fractura en la muñeca derecha.

Quentin produjo 107 cuadrangulares y .857 de OPS en cuatro años con los White Sox y los ayudó a ganar la División Central de la Liga Americana en el 2008. Como dijo Mazara, los cambios pueden ser buenos. Es eso lo que ha tratado de pensar desde que lo llamó su representante la noche del 10 de diciembre.

“Estaba a punto de irme a dormir cuando me llamó mi agente. Yo estaba como, ‘¿Por qué me estás llamando tan tarde’?”, recordó Mazara. “Y entonces me dijo que estaba pasando algo con los White Sox. Me dijo que me querían por muchos años. Yo lo que dije fue que pasara lo que tenía que pasar. Los cambios siempre son buenos para todos. Yo estaba listo”.