Tim Anderson: “No voy a cambiar mi estilo”

6 de noviembre de 2020

CHICAGO – Tim Anderson no cambiará su estilo enérgico ni sus “bat-flips”--algo que lo que lo ha convertido en una de las estrellas llamativas de las Mayores--por la llegada del nuevo manager de los White Sox, Tony La Russa.

De hecho, el campocorto ganador del Bate de Plata de la Liga Americana no esperó que terminaran de hacerle la pregunta para dar una respuesta concreta, en una videollamada que tuvo con la prensa el jueves.

“No, eso no va a pasar”, dijo Anderson con una sonrisa.. “No voy a cambiar mi estilo, ni la manera en la que juego, por Tony. Continuaré siendo quien soy. Siempre lo he sido y siempre lo seré.

“Ya veremos qué pasa, supongo. Si hago un 'bat-flip' y [celebro], veremos lo que pasa. Pero no, no cambiaré mi forma de jugar ni de apreciar el juego”.

Anderson y el dominicano Eloy Jiménez fueron los primeros jugadores de los White Sox en hablar desde el cambio de manager. Chicago cortó vínculos con Rick Rentería luego de clasificar para la postemporada por primera vez desde el 2008, para traer a La Russa como nuevo timonel.

La Russa, de 76 años, fue el 30mo timonel de los White Sox en un período entre 1979 y 1986. No ha dirigido desde que ganó su tercera Serie Mundial en el 2011 (su segunda con los Cardenales). Sin embargo, La Russa ha seguido en las Mayores trabajando en las oficinas de los D-backs, Medias Rojas y Angelinos.

Jiménez y Anderson conocen la calidad de La Russa como manager y no parece preocuparles su edad ni el tiempo que tiene sin dirigir.

“Ha seguido viendo el juego, así que sabe lo que está pasando. No es que tenga que salir y jugar”, dijo Anderson. “Lo que tiene que hacer es dirigir y estoy seguro de que él sabe cómo hacerlo. Está en el Salón de la Fama por una razón. Estoy emocionado por ver al Tony del que todo el mundo habla. Aprender de él y ver cómo son las cosas”.

“¿Qué puedo decir? Tony es uno de los managers más importantes en la historia del juego”, dijo Jiménez. “Cuando vi la noticia, me emocioné por poder jugar para alguien como él. Al mismo tiempo, fue un momento agridulce, porque también le tengo cariño a Ricky”.