Más de una hora después de que el elevado de Gleyber Torres flotara al jardín derecho de Fenway Park y que representara el final de la temporada 2021 de los Yankees, Brett Gardner todavía vestía su uniforme gris de visitante con "NUEVA YORK" en el frente y el resto de su indumentaria excepto los spikes.

Gardner, el único vínculo que queda con el campeonato más reciente de la Serie Mundial de la franquicia, nunca hubiera imaginado que poseería solo un anillo 12 años después de aquel triunfo. Ahora con 38 años, es posible que haya sido su último turnoal bate de Gardner y, de ser así, no sintió urgencia alguna de enfrentarse a lo que esperaba fuera del camerino del equipo.

"No voy a usarlo en casa y dormir con él esta noche", dijo Gardner. "Simplemente no he llegado a ello todavía. No sabes cuántas oportunidades tendrás de volver a ponerte el uniforme y salir y hacer lo que hacemos. Simplemente se siente bien tenerlo aún puesto".

Mientras Gardner descansaba dentro de silencioso camerino en octubre, similar a los que le precedieron --Houston (2017), Yankee Stadium ('18), Houston nuevamente ('19) y San Diego por medio de los Rays ('20 )-- se mostró esperanzado de poder presentarse a los entrenamientos primaverales y volver a salir al terreno con sus compañeros de equipo.

Gardner tiene una opción de jugador de $2.3 millones que el equipo puede comprar si deciden realizar cambios en el roster, y considerando los comentarios del dirigente Aaron Boone después del partido final, en el que dijo que "la liga nos ha cerrado la brecha, es posible que el equipo ya se esté inclinando hacia cambios radicales.

"Mirando atrás a '18 y '19, sentí que éramos uno de los equipos con una leve ventaja para ganar el campeonato junto a los Medias Rojas y los Astros", dijo Boone. "Ya no son sólo los Rays, los Astros y los Medias Rojas. Son los Azulejos, vienen los equipos de la División Central, los Marineros y los Angelinos. Estos equipos están en la batalla con nosotros y tenemos que seguir mejorando un poco".

¿Qué sigue?

Nada debería estar fuera de consideración para los Yankees al entrar a la temporada baja, incluyendo el interés por los mejores agentes libres o realizar algunos cambios agresivos. Sus recursos económicos son un arma que algunos de sus competidores (los Rays, por ejemplo) no pueden igualar, y no deberían sentir vergüenza para aprovecharse de ello en el muy competitivo Este de la Liga Americana.

Los Yankees deben examinar de cerca cada aspecto de cómo hacen negocios, incluido el departamento de análisis, donde su competencia parece estar logrando más con menos. La construcción de la alineación de Nueva York fue sospechosa a principios de la temporada, requiriendo movimientos para importar toleteros zurdos en Anthony Rizzo y Joey Gallo, pero los Bombaderos aún así fueron demasiados unidimensionales.

Un récord de 55-34 en juegos decididos por dos carreras o menos, y las actuaciones al estilo de MVP de Aaron Judge y Giancarlo Stanton, oscurecieron su bajo rendimiento ofensivo: los Yankees anotaron solo 711 carreras y tenían un diferencial de carreras de +46, muy por debajo de los ganadores de división Rays (+206), White Sox (+160) y Astros (+205). Hubo muchos swings sin hacer contacto en la alineación de los Yankees, pero Tampa Bay se ponchó más, recibió menos bases por bolas y conectó la misma cantidad de jonrones (222) que Nueva York, pero anotó 146 carreras más.

"En general, fue difícil para nosotros ser realmente el monstruo ofensivo que esperábamos", dijo Boone. "No estoy seguro de por qué no cumplimos con las expectativas allí".

¿Quién es el dirigente?

Técnicamente, ahora un agente libre, Boone dijo que "puede mantener la cabeza en alto" mientras se dirige hacia un futuro incierto. Durante cuatro años al mando, Boone ha llevado a los Yankees a un porcentaje de victorias de .601 (328-218) en la temporada regular, pero sus clubes no han avanzado más allá de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Dentro de la organización, el hambre por un cambio es menos rabioso que, por ejemplo, en las redes sociales. El propietario Hal Steinbrenner y el gerente general Brian Cashman ofrecieron votos de confianza durante la temporada, reiterando que consideraban a Boone como la persona adecuada para el trabajo, elogiando su estilo de comunicación y conexión con los jugadores.

Los cambios en el cuerpo técnico parecen más probables que un cambio de dirección. Fue notable que Judge habló enérgicamente a favor de Boone después del juego del martes y sus palabras tienen peso entre los jugadores y la jefatura de los Yankees.

"Es simplemente una persona especial, un entrenador especial", dijo Judge sobre Boone, "y espero más en el futuro".

¿Qué otros movimientos podrían venir?

Incluso si los Yankees hubieran superado a Boston, hubiesen tenido las manos llenas con los Rays, poniendo en gran medida sus esperanzas en Judge, Stanton y Gerrit Cole. Deben construir un mejor reparto de apoyo alrededor de Judge y Stanton, preferiblemente con bateadores de buen contacto y más atléticos.

Gary Sánchez estuvo en la banca para otro juego de vida o muerte y pude haber jugado su último juego en el uniforme de rayas. Rizzo es un agente libre, el futuro de Luke Voit está en duda, el equipo ha abandonado cualquier pensamiento de Torres como su campocorto del futuro (Corey Seager o Trevor Story, ¿alguien?) Y Gardner podría estar en otra parte, dejando a Aaron Hicks como la opción más probable en el jardín central.

Eso es mucho, y ni siquiera hemos abordado el pitcheo. A pesar de su decepcionante apertura en Fenway, Cole es el as de una rotación que no se compara con el último trío campeón de CC Sabathia, Andy Pettitte y A.J. Burnett. Pudieron haber usado a alguien como Masahiro Tanaka, un sólido No. 2, para ubicarse detrás de Cole.

Quizás Luis Severino pueda ser ese tipo; Jordan Montgomery y Jameson Taillon fueron sólidos abridores en medio de la rotación. Corey Kluber lanzó un juego sin hits en mayo, pero es imposible decir qué le habría dado a los Yankees durante un avance prolongado en los playoffs. Un área donde sí los Yankees podrían estar tranquilo: su bullpen fue una fortaleza, especialmente después de la movida de Cashman para adquirir al desconocido Clay Holmes en julio.

"Hay muchas aguas inciertas e inexploradas con este equipo de cara a la temporada baja", dijo Gardner. "Incluso sentado aquí ahora mismo, amo a ese cuerpo técnico. Amo a ese grupo de jugadores en este camerino, y todavía creo en ellos, aunque la temporada ha terminado. Así que veremos qué nos depara la temporada baja. Con suerte, tendremos la oportunidad de volver a intentarlo".