Betts cambió bate por una bola para su rival

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CINCINNATI -- Mookie Betts está consciente del valor de ciertos momentos. El guardabosque de los Dodgers sabe que el primer hit en Grandes Ligas es especial -- incluso si sucede contra su propio equipo.

TJ Friedl entró como bateador emergente de los Rojos en el cierre de la sexta entrada el domingo y conectó un cuadrangular ante el primer lanzamiento del relevista Tony Gonsolin. El bambinazo también fue el primer imparable de Friedl en las Grandes Ligas.

“Estaba viviendo el momento y disfrutando de lo que estaba sucediendo. Es algo que ocurre una vez nada más”, describió Friedl. “El hecho de que el primer hit fuera un jonrón tiene mucho valor”.

Betts, consciente de lo que había pasado, vio al aficionado que atrapó la bola del vuelacercas de Friedl. El jardinero llamó la atención del espectador y le pidió la pelota.

El fan estuvo de acuerdo y se la tiró a Betts en la pradera derecha.

“Simplemente le hice una seña para pedirle la bola”, explicó Betts. “Le dije que le daría otra, porque ésa era la del primer jonrón. Él no dudó en hacerlo y la tiró sin problemas”.

Betts llamó la atención de la cueva de Cincinnati y le lanzó la pelota al coach de la primera base, Delino DeShields, quien la pasó a la caseta para que Friedl recibiera su valioso recuerdo.

Cuando los Dodgers regresaron al terreno para el cierre del séptimo inning, Betts llegó con un bate autografiado, se acercó al muro y se lo dio al aficionado.

“Le iba a tirar una bola, pero decidí mejor darle un bate. Es algo que recordará para siempre”, agregó Betts.

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