El curioso caso de Dylan Cease en el mercado: ¿As o enigma?

El grupo de abridores en la agencia libre de este año no es exactamente lo que fue hace un año, cuando ases probados como Corbin Burnes y Max Fried obtuvieron acuerdos por encima de los US$200 millones. Buscar a un abridor de primera línea será una tarea más complicada este invierno.

Ahí es donde Dylan Cease entra en escena. El derecho es el abridor mejor clasificado en la lista de los 30 principales agentes libres de Mark Feinsand de MLB.com. Pero su caso es curioso, especialmente después de que registrara efectividad de 4.55 con los Padres esta temporada pasada en un decepcionante año de contrato.

¿Qué tan bien, si acaso, encaja Cease en el perfil de un abridor de primer nivel? Es una pregunta con la que las gerencias de distintos equipos ya están lidiando, y no hay una respuesta fácil. Exploremos el curioso caso de la agencia libre de Cease, adoptando un enfoque de vaso medio vacío y vaso medio lleno.

Vaso medio vacío: Efectividad de 4.55

Un año después de terminar en cuarto lugar en la votación del Cy Young de la Liga Nacional – solo un puñado de votos por detrás de Paul Skenes – y de ganar votos para JMV en la parte baja de la boleta, Cease vio su efectividad inflarse por una carrera completa, de 3.47 a 4.55. Setenta pitchers diferentes lanzaron al menos 150 innings la campaña pasada, y solo 15 tuvieron una efectividad peor que la de Cease. Su efectividad se sitúa entre las de Jack Flaherty y el dominicano Luis Severino, dos veteranos que no estuvieron a la altura de los acuerdos multianuales que firmaron el invierno pasado.

Sabemos que la efectividad no lo es todo como lo era antes. De lo contrario, Cease no estaría encabezando el grupo de abridores agentes libres de este año, ni sería probable que recibiera un acuerdo de nueve cifras. Pero sigue siendo un barómetro, y esa efectividad de 4.55 equivalió a una EFE+ de 94, o 6 por ciento por debajo del promedio de la liga. Eso ciertamente no es indicativo de un as.

Vaso medio lleno: xEFE de 3.43

Como le dijo un ejecutivo de la Liga Nacional a Feinsand, Cease es “mejor que su efectividad del 2025”. La efectividad esperada (xEFE) de Statcast ciertamente está de acuerdo. Según el xEFE – que intenta acreditar al lanzador por el tipo de contacto, eliminando los efectos del estadio, la defensa y la suerte – Cease se asemejó a un abridor de la parte alta de la rotación. El xEFE de Cease en el 2025 estuvo en el percentil 74, reflejando su xEFE del percentil 78 de 2024.

Si está contando, esa es una brecha de 1.12 carreras entre la efectividad de 4.55 de Cease y la efectividad esperada de 3.43, una de las más grandes entre los lanzadores calificados. La discrepancia se deriva de una mezcla de mala suerte y mala defensa.

La temporada pasada, Cease permitió un BABIP de .320 – el promedio de bateo de un jugador en las pelotas bateadas al terreno de juego – que fue el quinto más alto entre los abridores calificados. Intuitivamente, esperaríamos que los lanzadores con BABIP altos permitieran mucho contacto duro, ya que las bolas bateadas con más fuerza tienen más probabilidades de convertirse en hits. Pero no siempre es tan simple y claro, y ciertamente no lo es con Cease, quien registró la segunda mejor tasa de batazos duros de su carrera (37.5%) en el 2025, aproximadamente en línea con el promedio de la liga. Permitió un contacto más suave que la campaña anterior, cuando su BABIP fue de solo .263. De 2024 a 2025, Cease experimentó uno de los mayores aumentos de BABIP de año a año en el béisbol, a pesar de que hubo pocos cambios en la calidad del contacto que permitió.

Lo que está sucediendo aquí es que los Padres jugaron una defensa excepcionalmente pobre cuando Cease estuvo en el montículo. Cease permitió menos carreras sucias la temporada pasada (seis) que en 2024 (siete). Pero así como hay nuevas formas de medir el pitcheo, también hay métricas más matizadas para evaluar la defensa. Con Cease en el montículo, los Padres registraron -7 Outs Sobre el Promedio. El año anterior, fue -2. Solo siete lanzadores calificados se beneficiaron menos de su defensa que Cease. San Diego simplemente no hizo suficientes jugadas detrás de él, lo que llevó a un BABIP alto e infló la efectividad de Cease.

¿Cómo se ve esto realmente? Bueno, la jugada a continuación -- un “triple” asistido por falta de comunicación en los jardines -- finalmente condujo a una carrera limpia.

Las estadísticas esperadas no están diseñadas para ser predictivas. Pero pueden mostrarnos lo que sucedió, y en el caso de Cease, describe una temporada notablemente diferente de lo que indicaría su efectividad superficial.

Vaso medio vacío: Tasa de bases por bolas de 9.8%

El control ha sido durante mucho tiempo el talón de Aquiles de Cease. La temporada pasada, registró una tasa de bases por bolas en el percentil 20, un paso atrás de la marca del percentil 41 que tuvo en el 2024. Eso pudo haber sido un valor atípico, porque Cease nunca ha puesto una tasa de bases por bolas mejor que el promedio de la liga en su carrera.

Esto se revela de muchas de las formas en que probablemente esté pensando. Por un lado, Cease batalla para lanzar strikes, con una tasa de pitcheos en la zona de 46.5% que ocupó el lugar 213 de 221 abridores que lanzaron al menos 500 pitcheos. Solo ocho pitchers tuvieron más conteos de tres bolas que Cease. Caminó a múltiples bateadores en 20 de sus 32 aperturas, con una actuación de seis boletos contra los Dodgers en agosto.

El otro problema aquí es este: Cuando Cease se queda atrás en la cuenta, es mucho menos efectivo. Los bateadores tuvieron un OPS de .539 contra Cease cuando el derecho tenía la ventaja en el conteo; si se invierte la ventaja, los bateadores registraron un OPS de 1.007. Esa es esencialmente la diferencia entre enfrentarse a Shohei Ohtani y enfrentarse a Joey Ortiz.

Y, sin embargo, el comando deficiente no es un impedimento automático. Basta con mirar el invierno pasado, cuando los Dodgers firmaron a Blake Snell por cinco años y US$182 millones, a pesar de su tasa de bases por bolas de 10.9% en su carrera.

Vaso medio lleno: Tasa de ponches de 29.8%

Todo pitcher quiere que los bateadores hagan swing en blanco, y ningún abridor calificado hizo abanicar a más bates la temporada pasada que Cease. Lideró la liga con una tasa de swings en blanco de 33.4%, más del doble que la de su ex compañero de equipo en los Padres, Randy Vásquez. Estos también son swings feos: Solo tres lanzadores indujeron más “espadas” la temporada pasada que Cease, quien rutinariamente engañaba a los bateadores.

Eso se traduce en un montón de ponches. La tasa de ponches de Cease – 29.8 por ciento – fue la sexta más alta en el béisbol, detrás de cinco ases legítimos. Solo Zack Wheeler, Chris Sale, Logan Gilbert, Tarik Skubal y Garrett Crochet acumularon ponches a un ritmo más alto. En total, Cease registró 215 guillotinas, su quinta temporada consecutiva con más de 200 ponches.

Cease es consistentemente élite en esto. Desde el 2021, 288 abridores se han enfrentado al menos a 500 bateadores. Solo cuatro tienen una tasa de swings en blanco más alta que Cease (32.9%), y sólo 12 tienen una tasa de ponches más alta (29.7%).

¿Por qué desde el 2021? Bueno, fue entonces cuando Cease hizo varias ajustes, desarrollando una recta de cuatro costuras con un excepcional “ascenso” y un slider más duro y ajustado. Es su pan de cada día, y no ha mirado atrás desde entonces.

Vaso medio vacío: 5.25 innings por apertura

Cease tomará la pelota cada quinto día – más sobre eso en un momento – pero es posible que no se quede en la loma por mucho tiempo. Entre los lanzadores calificados, solo Will Warren (4.92) y Clay Holmes (5.19) lanzaron menos entradas por apertura que Cease. Estar junto a Holmes no es una gran compañía, pues se trata de un relevista convertido en abridor. Y Warren es un novato de 26 años que, aunque sólido como un abridor Nro. 5, no está compitiendo por un acuerdo de nueve cifras. De los 22 serpentineros que hicieron al menos 32 aperturas la temporada pasada, sólo Warren lanzó menos episodios que Cease (168).

Esto se trata al menos un poco de la penalización de la tercera vez en el orden, ya que los managers son más cautelosos al dejar que sus abridores vean la alineación por tercera vez. Cease no es inmune a eso. Aquí están sus splits por vez en el orden la temporada pasada:

• 1ra: OPS .606
• 2da: OPS .802
• 3ra: OPS .790

Pero la incapacidad de Cease para ir lejos en los juegos se trata realmente mucho del conteo de pitcheos. En algún momento, las bases por bolas y las cuentas de tres bolas se vuelven prohibitivos. Cease promedió 18.1 pitcheos por capítulo la temporada pasada, la mayor cantidad de cualquier pitcher que lanzó al menos 150 episodios. Lanzó al menos 100 pitcheos en 11 aperturas, pero en cuatro de ellas, completó cinco o menos actos.

Vaso medio lleno: Más de 32 aperturas por quinta temporada seguida

Todavía hay algo que decir sobre tomar la pelota cada quinto día, lo que Cease hace mejor que nadie. Ha hecho al menos 32 salidas en cinco campañas consecutivas, y muy bien podría haberse sumado a esa racha en el 2020, cuando hizo 12 en la temporada de 60 juegos.

Sólo otros tres lanzadores -- el boricua José Berríos, Patrick Corbin y Kevin Gausman -- han hecho al menos 30 aperturas en cada una de las últimas cinco temporadas. Nadie ha igualado a Cease, cuya durabilidad se destaca en una era donde hacer cada salida es un arte perdido. Solo 22 lanzadores hicieron al menos 32 aperturas en el 2025, uno menos que el total más bajo de una sola temporada en la Era Divisional (desde 1969), excluyendo la temporada acortada por el cierre patronal en 1995.

Cease no ha estado en la lista de lesionados desde el 2021. Incluso entonces, no se perdió una apertura, a pesar de ser golpeado por un batazo de 110.4 millas por hora en su brazo de lanzar.

También hay valor en la fiabilidad. En el 2025, el as de San Diego, Michael King, hizo solo 15 aperturas. También lo hizo Yu Darvish. Brazos como Matt Waldron y el dominicano Jhony Brito lidiaron con lesiones. Los Padres ya tuvieron que apresurarse a llenar puestos de la rotación a través de ascensos y piezas tomadas en waivers. Una lesión de Cease habría complicado todavía más las cosas para San Diego.