Los Padres confían en Preller y sus posibilidades

PEORIA, Arizona – A estas alturas, usted ya debe haber escuchado todo acerca del brillante futuro en San Diego. Los Padres ahora cuentan con la mejor finca de todo el béisbol, y agregaron a un antesalista superestrella el mes pasado. Prácticamente todo el núcleo de jugadores de los Padres está bajo control contractual por cuatro temporadas más.

La visión de A.J. Preller parece estar tomando forma. Esta semana, colgando en cada casillero del clubhouse de los Frailes, se podía apreciar una camiseta con la leyenda “In Preller We Trust” (“En Preller Confiamos”). Dicha frase rodea de manera circular el rostro del gerente general de los Padres. Uno de los veteranos del club se encargó de comprar estas prendas.

No hay duda, Preller ha confeccionado un brillante futuro en San Diego. Pocos en esta industria lo llegaron a dudar. Pero existen 46 Padres en el campamento primaveral a quienes no les importa mucho ese futuro más allá del 2019. El presente, aseguran, tiene bastante que ofrecer.

"Te digo, hombre", exclamó el dominicano Franmil Reyes. "Este equipo, aquí, con este grupo, vamos a ganar muchos juegos".

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El corpulento patrullero central de los Padres y probable cuarto bate hace una ligera pausa y luego aclara: "Este año".

No hay mejor momento para sentirse optimista que finales de marzo. La realidad es que el optimismo terminará siendo ineficaz para la mayoría de los 30 equipos de Grandes Ligas. Las proyecciones tienen a los Padres terminando la campaña con marca apenas por debajo de los .500 – lo que significaría una notable mejoría después de terminar el 2018 con solamente 66 victorias. Pero obviamente se quedarían lejos de competir por la postemporada.

Los Padres, por supuesto, están ignorando de manera categórica dichas proyecciones.

"Por supuesto que podemos contender", manifestó Manny Machado. "Tenemos el talento y tenemos el corazón. Sólo tenemos que saltar al terreno y jugar béisbol sin preocuparnos por ponernos presión, hacer lo que sabemos hacer y llegar a la postemporada. Nah, esto se trata solamente de jugar béisbol, ganar juegos. ... Si dejamos todo en el terreno cada día, las cosas comenzarán a darse para nosotros".

Machado lleva menos de un mes como miembro de los Padres. Después de haber visto el talento joven del club, ¿está Manny más convencido acerca de las posibilidades de postemporada de su nuevo equipo?

"Siempre estuve convencido", aseguró Machado. "Pero ahora lo ves de primera y es un poco diferente".

Desde su malogrado intento por contender en el 2015, las últimas campañas de los Padres se han centrado más en el desarrollo de jugadores. El objetivo siempre fue ganar juegos. Sin embargo, algunas decisiones del equipo se desviaron de esa meta.

Esa dinámica ya quedó en el pasado.

"No jugamos partidos para desarrollarnos", aclaró el segunda base Ian Kinsler a principios de marzo. "Jugamos partidos para ganarlos".

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Kinsler podría ser un claro ejemplo. En los próximos dos meses, el cotizado prospecto dominicano Fernando Tatis Jr. será subido para jugar en el campo corto. Eso podría obligar a Kinsler y al mexicano Luis Urías, el tercer mejor prospecto del club, a enfrascarse en una batalla por ganarse más tiempo de juego en la intermedia.

Tan reciente como hace un año, ése habría sido el puesto de Urías. Al mexicano se le había estado dando la oportunidad de probarse y adaptarse a las Grandes Ligas. Ahora, si Urías no es el mejor segunda base que tienen los Padres, el mexicano no será el dueño de esa posición.

Lo mismo sucede en los jardines y la receptoría. Solamente los mejores se ganarán los puestos como titular. Parece lo suficientemente simple, pero ése no siempre ha sido el caso en las últimas tres temporadas.

"Cuando sea que el mundo espere que seamos un buen equipo, llegue cuando llegue ese momento, realmente no nos importa", declaró el piloto de los Padres, Andy Green. "Queremos ser buenos ahora mismo".

El mayor obstáculo, por supuesto, es la rotación abridora de San Diego. Los Frailes terminaron en el sótano de la Liga Nacional en promedio de efectividad de sus abridores el año pasado. Y este invierno no reforzaron de manera externa dicho departamento.

Es ahí donde los prospectos entran en juego. Los Padres están depositando su fe en brazos jóvenes como Chris Paddack y Logan Allen. Ninguno ha lanzado un solo inning en la Gran Carpa. Y repentinamente ambos son sólidos candidatos a integrar la rotación.

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"Ver a muchachos como Paddack y Logan Allen, definitivamente es diferente", dijo el jardinero izquierdo Wil Myers. "Estos jóvenes toman la bola, los ves subir a la loma y te dejan pensando, 'Wow, estos muchachos realmente saben lanzar'. Es bien real. Es bien emocionante ver lo que está sucediendo aquí".

¿Qué tan real es? ¿Y qué tan rápido sucederá? Los Padres no desean apresurarse al momento de hacer predicciones. Pero usted podría quedar sorprendido con la rapidez con la que el plan de Preller toma forma.

"Realmente podríamos jugar y sorprender a varios, hacer cosas especiales este año, y realmente dirigirnos en la dirección en la que todos pensamos que San Diego está yendo", indicó Myers.

Favorito para abrir en el Día Inaugural, el zurdo Joey Lucchesi opinó lo siguiente: "Sé que ahora mismo somos un buen equipo. Podríamos sorprender a muchos".

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