¿Será Lindor el mejor Met que no sea P?

WEST PALM BEACH, Florida – De cierta manera, el juego del jueves lució mucho como las temporadas recientes de los Mets. Jacob deGrom estuvo brillante, haciendo varios pitcheos por encima de las 100 mph y prácticamente sin esforzarse.

Luego de eso, los Mets – que nunca parecen anotar lo suficiente cuando deGrom está en la lomita – hicieron una con un jonrón de Pete Alonso para ganar 1-0. DeGrom lució como el mejor lanzador del planeta y “El Oso Polar” la botó.

Los mismos Mets de siempre, ¿no?

Excepto que las cosas no son exactamente iguales para los Mets en esta primavera, porque incluso así Francisco Lindor se haya ido de 4-0 en ese partido, ahí estaba el puertorriqueño con su camiseta azul de los Mets, bateando de segundo en el orden entre Brandon Nimmo y Michael Conforto y saltando al terreno para cubrir el campo corto.

Sí. Lindor es un Met. Sólo al ponerse el uniforme, Lindor se convierte en el jugador más talentoso que han tenido los Mets, incluso si su mejor trabajo haya sido, hasta ahora, con Cleveland.

Esta conversación no se trata de lanzadores. Tom Seaver siempre será el mejor. Esto es sobre los jugadores de posición. Nadie sabe si el boricua de 27 años firmará una extensión a largo plazo con el equipo, aunque muchos creen que sí lo hará. Pero no es exagerado pensar que tiene la oportunidad, si cuenta con la bendición de la salud, de terminar siendo el mejor jugador que hayan tenido los Mets en su historia.

Aquí, una lista de los mejores de los Mets, sin un orden en particular.

Gary Carter: Ya había sido una estrella en Montreal y estaba encaminado al Salón de la Fama antes de llegar a Nueva York. Pero en su primer año con los Mets, empalmó 32 cuadrangulares y empujó 100 carreras como receptor. Al año siguiente, con los Mets de 1986, detonó 24 bambinazos e impulsó 105 rayitas.

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Keith Hernández: Nunca tuvo una temporada ofensiva de Jugador Más Valioso como la que tuvo en San Luis. Pero en sus primeras cuatro campañas en Nueva York, Hernández bateó de tercero en el orden y promedió casi 90 impulsadas por año entre 1984 y 1987, sin dar más de 18 jonrones. Al mismo tiempo, continuó siendo un inicialista élite.

Darryl Strawberry: Ya estaba encaminado al Salón de la Fama y era considerado el mejor bateador en la historia de los Mets cuando se fue rumbo a Los Ángeles y comenzó a sabotear su inmenso talento. Pero en sus mejores cuatro años, conectó 39 cuadrangulares e impulsó 104 carreras, luego 39 y 101, 37 y 108 y 28 y 99, respectivamente.

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Carlos Beltrán: Sólo jugó cuatro temporadas completas con Nueva York, pero el puertorriqueño brilló en ese tiempo. Su mejor año, incluso así haya terminado ponchado en el último turno del Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, fue en el 2006, cuando detonó 41 vuelacercas y remolcó 116 rayitas.

David Wright: Tal vez la estrella con la peor suerte debido a las lesiones. Su carrera de forma efectiva terminó hace cinco años, incluso así haya tenido un breve regreso en el 2018. Pero cuando era joven y tenía todo un futuro por delante, Wright tuvo sus mejores números ofensivos: 27 jonrones, 102 remolcadas y promedio de .306; 26 bambinazos, 116 impulsadas, .311; 30, 107 y .325; 33, 124 y .302; 29, 103 y .283.

Mike Piazza: Una década después de adquirir vía cambio a un receptor del Salón de la Fama, los Mets lo volvieron a hacer con Piazza. En su mejor año ofensivo, llevó a los Mets a la Serie Mundial, donde eventualmente perdieron en cinco juegos ante los Yankees. Dio 38 jonrones en el 2000, con 113 impulsadas y promedio de .324. También conectó el cuadrangular más famoso de la historia de los Met, y uno de los más recordados en el béisbol, ante los Bravos, luego de la reanudación del béisbol tras los eventos del 11 de septiembre del 2001.

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José Reyes: Era un campocorto al estilo de Lindor. El dominicano tuvo promedio de .337 el año en el que ganó el título de bateo de la Liga Nacional. La mayor cantidad de triples que tuvo en un año fueron 19. Pero durante cada uno de ellos, ver a Reyes yendo del plato a la antesala era un espectáculo.

Hay otros, claro. Pete Alonso ya tiene una temporada de 53 jonrones, el récord para un novato. Michael Conforto tal vez apenas esté comenzando. Cleon Jones tuvo la campaña de su vida en 1969, bateando .340. El venezolano Edgardo Alfonzo ganó el Bate de Plata en la intermedia en 1999. Todd Hundley dio 41 jonrones en una ocasión. Kevin McReynolds fue otro los miembros del equipo de 1986, terminando de tercero en la votación para JMV de 1988. Y los aficionados de los Mets siempre recordarán a Mookie Wilson.

Ahora, viene Francisco Lindor, quien sonríe de la misma manera en que lo hacía Mookie. Los seguidores de los Mets están cerca de conocer lo bueno que es – y el gran Met que puede ser si se mantiene en el equipo.