Tener la ventaja de local es una ventaja para los D-backs en duelo contra Rockies

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La mayoría de las veces, en el béisbol el hecho de ser local no importa tanto como en otros deportes. Por ejemplo: en el 2017, los equipos de casa en las Grandes Ligas ganaron el 54% de sus juegos. Mientras tanto, desde el 2000, los equipos locales en la NFL han ganado el 57% de los partidos, y en la NBA ese promedio sube a 60%. Es más, en el 2007, los equipos de MLB ganaron el 54% de sus encuentros, la misma tasa que en 1997, 1977 y 1947. Podemos decir, entonces, que un equipo genérico de béisbol debe ser considerado favorito 54/46 cuando juega en su estadio.
Pero el béisbol es muy distinto en el aíre desértico del Chase Field, así como en las alturas del Coors Field. Gracias a las condiciones climáticas que afectan sus parques, no hay novenas que reciban tanto ayuda en casa como los D-backs y los Rockies, y al menos en el caso de Colorado, nadie se ve tan afectado como visitante.
Por eso, que el juego de Comodines de la Liga Nacional el miércoles sea en Phoenix y no en Denver significa que este choque tiene la posibilidad de ser el duelo más afectado por el estadio entre todos los duelos posibles en las Grandes Ligas.
Los D-backs ganaron este año el 64% de sus juegos en casa, sólo por detrás de los Dodgers. Los Rockies, por su parte, se llevaron el 57% de los encuentros en el Coors Field, para un 57%. Pero en la carretera, ambos jugaron para 41-40.
Además, durante las últimas cinco temporadas, los Rockies han ganado sólo 18 de 48 juegos en el Chase Field (37%), empatados con los Bravos por el menor porcentaje entre todos los equipos de la Liga Nacional en dicho estadio.