Más allá de los HR, los Yankees necesitan un enfoque más equilibrado para el 2026
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Incluso en esta era en la que los Yankees no ganan Series Mundiales como solían hacerlo, todavía hay verdades sobre ellos que se mantienen. Una es esta: Siguen siendo los Bombarderos del Bronx y pueden demostrarlo, porque conectaron más jonrones que nadie esta pasada campaña, con 274.
Dieron más que los Dodgers (244) y muchos más que los Azulejos (191). Aun así, no fue suficiente para regresar al Clásico de Otoño, ni para superar a Toronto, que los arrolló en cuatro juegos en la Serie Divisional de la L.N. -- al igual que lo hicieron durante la temporada regular.
Pero mientras los Yankees están por reimaginar su equipo para el 2026 -- aunque quizás no drásticamente, a juzgar por lo que escuchamos del gerente general Brian Cashman después de que los Azulejos terminaran la campaña de su club -- tienen que saber que necesitarán más que un plan basado sólo en cuadrangulares.
¿Conectaron los Dodgers más jonrones en la Serie Mundial que los Azulejos? Sí, pegaron 11 contra los 8 de los Azulejos. Y todos sabemos de dónde vino esa diferencia de tres bambinazos: El final del Juego 7, cuando los Dodgers se salvaron a sí mismos y a su temporada con tres vuelacercas en los últimos innings: Max Muncy, el venezolano Miguel Rojas y finalmente Will Smith.
Pero la razón por la que los Azulejos estuvieron tan cerca de vencer a los Dodgers y ganarlo todo, incluso con algo de teatralidad jonronera del dominicano Vladimir Guerrero Jr., fue porque fueron muy equilibrados y versátiles en el plato -- desde la parte alta del orden al bate del dirigente John Schneider hasta la baja. Y a lo largo de toda la campaña, los Azulejos no se poncharon ni de cerca tanto como los Yankees.
Es un problema para los Yankees. Simplemente lo es. Se poncharon 1,463 veces en el 2025. Sólo los Rockies y los Angelinos se poncharon más. Los Azulejos abanicaron 1,099 veces, la segunda menor cantidad en las Mayores. Incluso los Dodgers, que también hacen swing libremente, se poncharon más de 100 veces menos que los Yankees del 2025.
Mira esto: Los Yankees del 2025 tuvieron nueve jugadores que se poncharon 100 veces o más. Esa lista incluye a Ryan McMahon, quien se ponchó una gran cantidad de 189 veces entre Colorado y Nueva York. Y esta lista no incluye a Giancarlo Stanton, quien casi se ponchó 100 veces (96) a pesar de disputar sólo 77 encuentros. Pero hay que reconocerle a Stanton que al menos terminó con estos muy buenos números en esos 77 compromisos: 24 bambinazos, 66 remolcadas, un promedio de .273 y un OPS de .944. Y, por supuesto, Aaron Judge -- quien podría estar en camino a otro JMV -- se ponchó 160 veces mientras ponía más números asombrosos y de otro planeta.
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Además, los Yankees tuvieron el sexto porcentaje de ponches más alto (K por vez al bate) con un 23%. El promedio de la liga fue de 22.2%. Y tanto los Dodgers (21.9%) como los Azulejos (17.8%) estuvieron por debajo del promedio de la liga. Los Azulejos, por otro lado, tuvieron el porcentaje de ponches más bajo en las Grandes Ligas con 17.8%. No es de extrañar que esta comparación entre los Yankees y los Azulejos se mantuviera en la postemporada. Los Yankees se poncharon 66 veces en 60 innings de playoffs, promediando más de un ponche por entrada. Los Azulejos abanicaron 128 veces en 167 tramos de postemporada, promediando sólo 0.77 ponches por capítulo.
Obviamente, conectar batazos grandes les funcionó a los Yankees hasta que dejó de hacerlo contra un equipo de los Azulejos que los dominó en la postemporada de la misma manera que lo habían hecho durante la campaña regular. Los Yankees ganaron la misma cantidad de juegos que Toronto -- 94 -- y sólo perdieron el título del Este de la Liga Americana por los criterios de desempate.
¿Por cierto? Los Yankees del 2025 todavía se embasaron, seguro que sí. Empataron en el segundo lugar con un OBP de .332. También lo hicieron los Dodgers (quintos con .327) y los Azulejos (primeros con .333). Una conclusión aquí es que todavía es posible al menos acercarse a lo que los Yankees lograron ofensivamente sin poncharse tanto.
Pero sencillamente, son demasiados ponches para los Yankees, y eso va de arriba a abajo en la alineación. No significa que necesiten una reestructuración masiva, son los Yankees, eso nunca va a suceder. Pero Anthony Volpe se ponchó 150 veces esta temporada mientras terminaba con un promedio de bateo de .212. El dominicano Jasson Domínguez tuvo sólo 381 turnos al bate, pero aun así se las arregló para abanicar 115 veces para un equipo cuya filosofía organizacional claramente comienza con hacer swing para las gradas. Jazz Chisholm Jr. y Trent Grisham pusieron números fantásticos. Pero Chisholm se ponchó 148 veces y Grisham 137 veces. Austin Wells, el receptor de los Yankees, quien tuvo un OPS de .711, abanicó 118 veces. Le hizo swing al primer lanzamiento que vio del cerrador de los Azulejos, Jeff Hoffman, en el Juego 4 con las bases llenas y elevó al jardín izquierdo. Fue el out más grande de ese partido, y uno que efectivamente acabó con su equipo.
Si los Yankees todavía estaban observando de cerca a los Azulejos después de que estos los vencieran, tienen que saber que necesitan más chicos que hagan contacto, absolutamente. No digo que puedan concretar un cambio por alguien como Steven Kwan de los Guardianes, pero los Yankees necesitan más jugadores como él. Más jugadores como Ernie Clement de los Azulejos, una estrella total de la postemporada. Sabemos cuál es el Plan A para los Yankees. Sólo necesitan un mejor Plan B cuando la bola se queda dentro del parque.