¡Arozarena otra vez! Le roba jonrón a Okamoto en semifinales

21 de marzo de 2023

MIAMI -- Para Randy Arozarena, parece que no era suficiente empujar nueve carreras en la fase de grupos en Phoenix y luego hacer una gran atrapada salvadora el sábado en cuartos de final contra Puerto Rico en este Clásico Mundial de Béisbol.

El jardinero cubano, nacionalizado mexicano y representando la selección del país norteamericano, volvió a destacarse de manera espectacular el lunes en la semifinal del torneo contra Japón en el loanDepot park de Miami.

En el cierre de la quinta entrada y con México arriba en el marcador 3-0, Kazuma Okamoto disparó un elevado ante el zurdo Patrick Sandoval que salió de su bate a 105.3 millas por hora y tuvo una distancia de 378 pies. Iba a ser suficiente para ser jonrón. Pero Arozarena, patrullando la pradera izquierda, saltó en el momento justo, alzó su guante y capturó la bola por encima de la cerca para robarle cuadrangular a Okamoto.

Acto seguido, Arozarena se quedó parado con la bola en su guante, en gesto triunfal después de su gran jugada. Ése fue el primer out del inning. Más adelante, el manager Benjamín Gil sacó a Sandoval y trajo a José Urquidy. Con esa pausa, aprovechó Arozarena para firmarles autógrafos a los fans en las gradas del jardín izquierdo, tal como había hecho en la fase de grupos en Phoenix.

Luego, con las bases llenas y dos outs en la entrada, Arozarena le puso fin a la amenaza japonesa al hacer una atrapada menos espectacular, pero importante de todas maneras. Tras el out, el estelar de los Rays de Tampa Bay tiró la bola de espalda por encima de la pared del bosque izquierdo, festejando otro cero del pitcheo mexicano.

Todo lo hecho en este torneo de parte de Sandoval—incluyendo sus nueve empujadas llegando al lunes, su particular forma de firmar autógrafos en pleno juego, su vestimenta de sombrero y botas de vaquero, su atrapada fenomenal del sábado y ahora la del lunes—han hecho del cubano la figura más popular del momento en el béisbol mexicano, según declaró recientemente Gil.

No es para menos.