Figueroa recuerda la gran victoria de P.R. sobre EE.UU. en el Clásico del 2013

24 de mayo de 2024

No hay muchos jugadores con carreras como la de Nelson Figueroa. El oriundo de Brooklyn, Nueva York es el único jugador que ha llegado a las Grandes Ligas saliendo de la Universidad de Brandeis, una escuela más conocida por su programa de artes liberales que por su equipo de béisbol. Seleccionado en la 30ra ronda del Draft amateur de 1995 por los Mets, Figueroa tuvo una carrera de nueve años en las Mayores y disputó otras tres temporadas en Taiwán con Uni-President Lions.

Figueroa también fue el lanzador ganador en la victoria de Puerto Rico por 4-3 sobre los Estados Unidos en el Clásico Mundial de Béisbol del 2013. Ese día, Figueroa lanzó 6.0 entradas en blanco, permitiendo apenas dos hits a una alineación estadounidense cargada de talento, que incluía a tres Jugadores Más Valiosos: Jimmy Rollins, Ryan Braun y Joe Mauer. Con San Juan nuevamente siendo sede del torneo en el 2026, pensamos que era un buen momento para ponernos al día con Figueroa, quien ahora es analista deportivo para PIX11 en Nueva York.

La entrevista ha sido editada por longitud y claridad.

MLB: Tu carrera te llevó por todo el mundo y te permitió conocer a diversas personas y jugadores. ¿Cuáles fueron algunas de las cosas que aprendiste en tus viajes?

Figueroa: Aunque el idioma sea diferente, el juego es el mismo. Hay diferentes maneras de hacer el trabajo. Hay diferentes maneras de lanzar, hay diferentes maneras de atacar a los bateadores. Pude ver algunas de las mejores rectas del planeta, además de algunas de los mejores pitcheos rompientes del planeta. Pude ver una multitud de ángulos de brazo diferentes con diferentes ritmos, tiempos y mecánicas. Fue un experimento viviente, absorbiendo cada pequeño fragmento de conocimiento de cada persona con la que jugué, de cada persona que vi lanzar.

En Taiwán, pude aprender un forkball (tenedor) y mejorarlo más de lo que lo había hecho cuando estaba en ligas menores. Entonces, creo que se trataba de no ser reacio a aprender cosas nuevas.

MLB: No sólo lanzaste por Puerto Rico en dos torneos del Clásico Mundial de Béisbol (2009 y 2013), sino que fueron años en los que San Juan fue sede. ¿Cómo estuvo el ambiente?

Figueroa: Una de las cosas más fantásticas del Clásico es que es béisbol con atmósfera de playoffs. Y no es sólo la atmósfera de playoffs; es el Juego 7, cada partido.

Creo que lo que realmente lo distingue es jugar por el orgullo nacional. Nadie está pensando en quién ganó la Serie Mundial el año pasado; su equipo es mejor que mi equipo. Todos estamos jugando en el mismo equipo. Ahora el objetivo es muy simple. Vamos a salir ahí y [dominar] en el nombre de nuestro país.

Cuando estuvimos en casa en Puerto Rico, los fans nos respaldaron al 1,000 por ciento. Teníamos esa motivación. Nos sentíamos como los menos favorecidos, que teníamos que demostrarles a todos que nuestra calidad. Mira, teníamos que jugar contra la República Dominicana y Venezuela. Esos rosters estaban repletos de estrellas. Entre los jugadores con experiencia en postemporada en las Mayores, otros en Juegos de Estrellas, Bates de Plata, JMV – teníamos que medirnos con ellos. Teníamos la oportunidad de demostrar que, de tener el chance, podíamos estar a la altura de ese talento, especialmente en un escenario con tanta presión.

MLB: Lanzaste en uno de los juegos más importantes en la historia del WBC, cuando ayudaste a eliminar a los Estados Unidos en el 2013. ¿Qué pasó por tu mente antes y durante esa salida?

Figueroa: Estaba viendo el partido Dominicana-Estados Unidos en el hotel, sabiendo que iba a lanzar y tener la oportunidad de eliminar a uno de esos dos equipos. Estaba estudiando a los bateadores, viendo cómo lucían ante ciertos pitcheos. Aun cuando formulé el plan en mi cabeza, una vez llegué al estadio al día siguiente, estaba temblando. Traté de entrar en ritmo y ajustar mis pitcheos.

Cuando [el receptor] Yadier Molina caminó hacia el bullpen para terminar de recibir mis pitcheos, me dije: ‘Sencillamente voy a confiar en este chico. Lo que me pida, lo voy a lanzar y ejecutar al máximo de mis habilidades’. Tuve una fe ciega en Yadier, sabiendo que él conocía a estos bateadores mejor que nadie.

MLB: ¿Qué recuerdas específicamente de estas competencias internacionales?

Figueroa: Para un chico que nació en Brooklyn – tengo familia que es de Puerto Rico – tener la oportunidad de compartir con mis familiares en Puerto Rico fue muy especial. Poder conocer a personas que había conocido antes, cuando era muy joven. Ni los recordaba. Pero tener la oportunidad de compartir esa experiencia fue tremendo.

Luego del WBC del 2013, hice el Equipo Todo el Mundo y MetLife me envió una placa con las tarjetas de todos los jugadores que habían firmado. A veces sencillamente las veo y pienso que, al menos durante un torneo, estuve a la par de estos chicos. Es la belleza del béisbol, porque yo fui un jugador seleccionado en la ronda número 30 del Draft amateur. Pero no importa, porque el béisbol nunca cambia. Una vez estás en un montículo a 60 pies del home y las bases están separadas por 90 pies, no importa en qué lugar te eligieron en el Draft. No importa cuán duro lances.