Japón vs. EE.UU., Ohtani vs. Trout en la gran final del Clásico Mundial

21 de marzo de 2023

MIAMI -- Toda la anticipación de cara al Clásico Mundial de Béisbol 2023 llegará a su culminación el martes por la noche en el loanDepot park de Miami. ¿Podrán repetir los Estados Unidos como campeones, o volverá a la cima Japón, tal como fue el caso tanto en el 2006 como el 2009?

Y lo que está en boca de todos: ¿Cómo será para Shohei Ohtani y Mike Trout, compañeros de equipo en los Angelinos de Los Ángeles-Anaheim, ser contrincantes en un partido de tanta importancia? ¿Será posible que Ohtani entre al juego como lanzador relevista en algún momento -- y que se enfrente al mismo Trout?

“Obviamente, Trout vs. Ohtani, creo que eso es especial”, dijo Lars Nootbaar, hijo de padre estadounidense y madre japonesa que viste los colores de la selección nipona. “Son dos países que aman el béisbol. No vemos la hora de tener esa oportunidad”.

Veamos a los equipos.

En el caso de los Estados Unidos, sus dos partidos hasta ahora en Miami—en los cuartos de finales contra Venezuela y en las semifinales ante Cuba—han sido de una calidad más contundente que en el Grupo C en Phoenix, donde se vio algo de inconsistencia en su ofensiva. Con 29 hits, incluyendo seis jonrones y un total de 11 extrabases, los bates estadounidenses han producido 23 carreras en la ronda de muerte súbita.

“Mientras ha avanzado este torneo, la calidad de sus turnos ha mejorado”, dijo el manager de la selección estadounidense, Mark DeRosa. “Se han relajado”.

Por supuesto, la mayor estrella de la ofensiva de EE.UU. ha sido Trea Turner. El torpedero y ¡noveno bate! del equipo lleva cuatro jonrones, la mayor cantidad para un jugador de una selección estadounidense en la historia del Clásico Mundial. Turner, nuevo torpedero de los Filis de Filadelfia, fue el héroe en los cuartos de final con un Grand Slam decisivo ante Venezuela y ahora batea de 19-7 (.368) con OPS de 1.429 y 10 empujadas.

Además de Turner, Paul Goldschmidt (.333/.517/.524, cinco CE), Nolan Arenado (.391/.440/.609, cinco CE), Trout (.318/.444/.591, siete CE) y Kyle Tucker (.333/.353/.733) han llevado una ofensiva que le ha hecho justicia a su etiqueta de “trabuco”—sobre todo desde que llegó EE.UU. a Miami.

“Se juntó el equipo rápidamente en Arizona. Sentí que ya cuando pasamos de la primera ronda, los muchachos se acomodaron el uno con el otro”, expresó Goldschmidt, quien disparó su primer cuadrangular del torneo el domingo en la semifinal vs. Cuba. “Viajamos de un lado del país a otro. Ahora todos nos estamos quedando en el hotel juntos. Creo que aprendimos mucho unos sobre los otros”.

El manager de Estados Unidos, Mark DeRosa, confirmó horas antes del partido final que el abridor de los norteamericanos será el derecho Merrill Kelly, a quien le tocaba basado en la rotación del equipo hasta el momento.

JAPÓN VA POR EL INVICTO

Hace 10 años, la selección de la República Dominicana ganó el Clásico de manera invicta. El martes, Japón tratará de igualar la hazaña tras su emocionante victoria en la semifinal del lunes frente a México, en la que un doble en el cierre de la novena entrada de Munetaka Murakami dejó en el terreno a la tropa de Benjamín Gil.

Hasta ahora, Japón lleva marca de 6-0 en el torneo. Claro, cinco de esas victorias fueron en su casa del Tokyo Dome y contra una competencia de menor grado de lo que se ha visto en Miami. Pero los números son abrumadores: Los japoneses han superado a la oposición por 53-16 en el marcador global, siendo líderes del torneo en carreras anotadas. Y entre los clasificados a cuartos de final para adelante, han concedido la menor cantidad de anotaciones.

El jardinero Masataka Yoshida ha encabezado la ofensiva con línea de .474/.571/.842 y 13 empujadas—la mayor cantidad de impulsadas en un solo Clásico—y conectó un crucial cuadrangular de tres carreras el lunes frente a México. Ohtani (.450/.621/.800, ocho CE), Nootbaar (.318/.483/.318) y Kensuke Kondo (.391/.533/.696) son sólo algunos de los bateadores que han arrasado en el torneo.

Y ahora, de repente, Murakami—ganador de una Triple Corona de bateo en Japón el año pasado, pero quien no había bateado en este Clásico hasta el lunes—podría estallar, tras dar su batazo decisivo en la semifinal ante los mexicanos.

“Creo que podemos probar qué tan bueno es el béisbol japonés”, comentó Yoshida. “Es una gran oportunidad para demostrar eso”.

En el montículo, iniciará por la selección japonesa el zurdo Shota Imanaga. En dos presentaciones en relevo en este Clásico, ha permitido tres hits y una sola carrera, con cinco ponches y sin otorgar bases por bolas.