Lindor pasó de estar enfermo a ser el héroe saliendo de la banca
NUEVA YORK -- Durante días, Francisco Lindor se había estado sintiendo mal. Pero la situación empeoró lo suficiente la noche del miércoles como para que el puertorriqueño pidiera salir del juego.
“Iba a vomitar en el campo corto”, dijo Lindor. “O hacer ‘número 2’ ahí donde se para el short stop".
Sintiéndose muy mal, Lindor se fue a su casa, donde su esposa, Katia, le había preparado varias cosas para cuidarlo. Junto a su lado de la cama, Katia colocó agua, medicamentos para las náuseas, Tylenol, Pedialyte y una bolsa vacía, solo por si acaso. Apenas durmió y se despertó aún enfermo. Pero al llegar al Citi Field y recibir fluidos intravenosos, Lindor comenzó a suplicarle al manager Carlos Mendoza que lo pusiera en la alineación.
“Sabía que eso iba a pasar”, contó el venezolano Mendoza.
El manager cedió, aunque hasta cierto punto: Lindor comenzaría en la banca él último juego de la serie contra los Cachorros el jueves, para luego entrar en algún momento durante el encuentro si era necesario. Como le dijo Mendoza: “Mira, te daré los primeros cuatro o cinco innings libres, porque sé que vas a estar a la altura”.
Y así lo hizo Lindor. Dos veces. Su doble de dos carreras como emergente acercó a los Mets en la sexta entrada, antes de pegar otro doble de dos rayas en el undécimo acto que les dio una victoria por 7-6 sobre los Cachorros.
“Es tremendo”, dijo el dominicano Starling Marte, jardinero derecho de los Mets. “Cuando tienes a un jugador así que está lidiando con una enfermedad, es súper incómodo. Que pudiera responder y dar dos hits importantes en ese juego en los momentos en que lo necesitábamos, fue realmente especial”.
Marte —literalmente— jugó un papel de asistente, uniéndose a Ian Happ y Bernard Gilkey para convertirse en el tercer jugador en los últimos 50 años en retirar a múltiples corredores en home en un extrainning. Su primer tiro fue un disparo a 96.8 mph desde el jardín derecho para poner out al dominicano Christopher Morel, quien intentaba anotar con un elevado de sacrificio en el décimo inning. Su segunda asistencia fue un disparo a 92.7 mph en la undécima para mantener el juego por una carrera.
Con un corredor automático en segunda en la parte baja del undécimo, los Mets aprovecharon cuando el relevista venezolano Daniel Palencia golpeó a Harrison Bader con un lanzamiento para poner la carrera de la ventaja en base. Lindor siguió con un turno de seis lanzamientos contra Palencia, mandando el último envío hacia la esquina del jardín izquierdo para impulsar a ambos corredores.
Esto le dio a Danny Young, el último lanzador disponible en el bullpen de Nueva York, su primera victoria en las Grandes Ligas. También engordó el creciente currículum de Lindor, quien igualó su tope personal esta temporada con cuatro carreras impulsadas a pesar de haber salido desde la banca.
“Hoy, fui un jugador de rol”, dijo Lindor. “De eso es que se trata esto. Tenía que estar listo para cuando me llamaran”.