Trío de “Baby Mets” se une con la lasaña casera, al estilo venezolano
Cuando fue pospuesto su partido contra los Guardianes el sábado debido a las lluvias, los Mets contaron con un tiempo libre inesperado. El puertorriqueño Francisco Lindor se fue de compras y organizó una cena de pizza con su familia. Buck Showalter completó ocho horas de trabajo en el Citi Field. ¿Qué hizo el venezolano Francisco Álvarez? Les envió un mensaje de texto a Brett Baty y Mark Vientos para invitarlos a comer lasaña.
Es una receta de familia, que según Álvarez tiene más estilo venezolano que italiano. Incluye pasta, carne molida, jamón, queso y salsa blanca. Cuando Baty recibió la invitación, soltó una carcajada en un principio.
“Le dije que quería verlo cocinarla, porque creía que la iba a comprar y después decir que él la preparó”, recordó Baty. “Pero él mismo la hizo. ¡Estuvo sabrosa!
Parece que los apodados ‘_Baby Mets_’ están puliendo sus habilidades de la vida de adultos. Eso incluye sus proezas culinarias y sus hazañas en un terreno en las Mayores -- todo a la vez. Esa última parte puede ser difícil para cualquiera -- a Showalter le gusta calificarlo como el salto más desafiante en todos los deportes – así que ha sido útil contar con caras conocidas en el terreno, en el clubhouse e incluso en sus apartamentos.
Baty y Álvarez han sido amigos desde el 2019, cuando cada uno debutó con la ahora desaparecida sucursal de los Mets en Kingsport de la Liga de las Apalaches. Aunque Baty era un texano de 19 años y Álvarez un guatireño de 17 años que no sabía mucho inglés, ambos encontraron un lazo por su mutuo amor por el béisbol -- una historia similar a la que juntó a David Wright y al dominicano José Reyes hace más de dos décadas.
En los siguientes años, Baty y Álvarez con frecuencia se encontraron en varios niveles de Ligas Menores. Baty se refiere a Álvarez como su hermano. Álvarez siempre le llama la atención a Baty diciéndole “mi hermano”. Vientos, el primero del grupo en integrarse a la organización de Nueva York, se convirtió en otro integrante del grupo cuando el infielder y Baty jugaron juntos en Doble-A Binghamton en el 2021. Su unión se reforzó cuando los tres vieron acción como compañeros el año pasado en Triple-A Syracuse. Con frecuencia, sus nombres estaban de manera consecutiva en la alineación.
“Son mi familia”, declaró Álvarez. “Hemos jugado juntos por un buen tiempo. Me siento contento con sólo tenerlos al lado. Espero que sea así el resto de mi carrera”.
En el clubhouse, no es raro verlos bromeando juntos, como cuando Álvarez se quejó con Vientos por no aceptar su invitación de comer lasaña. Vientos respondió que no era nada relajante los largos viajes por Uber en la lluvia.
En cuanto a ‘_Baby Mets_’ -- frase que Lindor hizo popular durante una entrevista la semana pasada -- el apodo llegó para quedarse por un buen motivo. Baty ha pegado dos jonrones en sus últimos siete encuentros, bateando lo suficientemente bien para afianzarse en el puesto de antesalista titular y el quinto lugar en la alineación de Showalter. Álvarez pegó un inolvidable cuadrangular de tres rayas que empató el partido del miércoles pasado y un sencillo que igualó el encuentro dos entradas después. El receptor lleva OPS de .968 en el mes de mayo. Vientos aportó con un bambinazo que empató el juego y un sencillo productor clave en las remontadas contra los Rays y Guardianes.
“Nos damos confianza, uno al otro”, señaló Vientos. “Vemos el éxito que cada uno ha tenido”.
Baty agregó lo siguiente: “Es una unión diferente, porque hemos estado juntos por tanto tiempo”.
Álvarez, Baty y Vientos, que de cara a esta temporada eran calificados como el primero, segundo y octavo prospectos de los Mets, respectivamente, han comenzado a cumplir con sus expectativas. Ninguno de ellos tiene la suficiente edad para alquilar un automóvil sin una tarifa adicional, pero tienen la suficiente edad para ayudar a cambiar el rumbo de los Mets.