Bob Abreu, ¿digno del Salón de la Fama? Éstos son sus argumentos

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En realidad, no es difícil formular un argumento en contra de Bob Abreu para el Salón de la Fama. Un vistazo sencillo de la página del venezolano en Baseball-Reference te da los datos que necesitas: Sólo dos convocaciones al Juego de Estrellas, un solo Bate de Plata y ninguna presencia dentro de los primeros 10 en las votaciones para Jugador Más Valioso. Tampoco hubo éxitos en la postemporada.

Abreu no ha superado el 20% en sus primeros cuatro años en la boleta de la BBWAA. Y los datos mencionados arriba hacen comprensible eso.

Pero por favor, hay que ponderar lo siguiente: ¿Cómo es posible que los fanáticos y lo votantes del Salón hayan ignorado su productividad en tiempo real? ¿Es culpa de él que haya jugado tanto tiempo con unas ediciones de los Filis que no fueron a ninguna parte?

Por supuesto, Abreu no tenía control sobre eso, pero eso parece haber opacado lo que realmente hizo en el terreno. Su temporada del 2004 es un buen ejemplo de ello. Ese año, el maracayero bateó .301/.428/.544 y se convirtió en el único jugador en la historia de las Ligas Americana/Nacional en tener al menos 75 extrabases, 100 empujadas, 125 bases por bolas y 40 bases robadas en una sola campaña. Terminó 23ro en las votaciones para JMV de la Nacional.

Cuando ves la carrera de Abreu en un contexto completo, está claro que el venezolano fue uno de los mejores bateadores de su generación. A continuación, presentamos los argumentos que nos dicen por qué, efectivamente, Abreu merece una placa en Cooperstown.

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Una máquina de embasarse

Las estadísticas como porcentaje de embasarse y bases por bolas no representan los argumentos más electrizantes para el Salón de la Fama, pero Abreu se caracterizó por su habilidad de embasarse. Es una habilidad que no se valoró de la manera correcta al final de los años 90 y principio de los 2000, cuando la locura de la era de los jonrones (y los esteroides) acaparaban los titulares. Pero ahora vemos lo grande que fue Abreu a la hora de embasarse.

En el transcurso de la carrera de Abreu (1996-2014), sólo Derek Jeter, Alex Rodríguez y Chipper Jones se embasaron más que Abreu (3,979 veces). Abreu está 49no en la lista de todos los tiempos en ese sentido, justo por encima de Tim Raines y Tony Gwynn. De los 45 jugadores por encima de él en dicha lista y son elegibles para el Salón de la Fama, 38 se encuentran en Cooperstown.

Abreu fue líder de Grandes Ligas en bases por bolas entre 1998 y el 2011, y está de 20mo en la lista de todos los tiempos. Negoció por lo menos 100 pasaportes con porcentaje de embasarse de .400 o más en ocho de nueve años de 1998 al 2006. Los únicos jugadores con más campañas de 100 boletos o más en la Era Divisional (desde 1969) son Barry Bonds, Frank Thomas y Jim Thome. Desde aquel 1969, 12 jugadores tuvieron más temporadas con porcentaje de embasarse de .400 o más. La mitad están en el Salón de la Fama y los otros son Bonds, el dominicano Manny Ramírez, el quisqueyano Albert Pujols, Joey Votto, Gary Sheffield y Todd Helton.

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Una doble amenaza

Abreu tenía mucho más que sólo un gran ojo en el plato. Aunque muchos fans lo recuerdan por ganar el Festival de Jonrones del 2005, nunca tuvo grandes números de poder; su tope personal de jonrones en una temporada fue de 31. Sin embargo, Abreu hizo mucho daño con su bate y era un terror en las bases. Completó nueve campañas con al menos 60 extrabases y 20 bases robadas o más. Nadie lo ha hecho con tanta regularidad en la historia de las L.A./L.N.. El único otro jugador con ocho campañas con esas características es Bonds.

Vamos a divertirnos con algunos datos. El venezolano empalmó 288 cuadrangulares y se estafó 400 almohadillas durante su carrera de 18 temporadas; sólo otros cuatro jugadores en la historia de las L.N./L.A. han alcanzado esos números: Craig Biggio, Rickey Henderson, Barry Bonds y su padre, Bobby.

Además, Abreu registró 921 extrabases en las Mayores, siendo uno de apenas siete jugadores de la Era Moderna con al menos 900 hits de ese estilo y 400 robos de base, junto a Biggio, Barry Bonds, Ty Cobb, Honus Wagner, Tris Speaker y Paul Molitor. Sólo Bonds, Cobb y Speaker lo hicieron con un mayor porcentaje de embasarse que el de .395 de Abreu,

Comparaciones de leyenda

¿Fue Abreu un mejor jugador que Tony Gwynn o Ichiro Suzuki? Puede que incluso la pregunta ofenda a varios lectores, pero lo cierto es que el venezolano tuvo algunos números a la altura de ellos.

Abreu dio más del doble de los vuelacercas que empalmó Tony Gwynn, quien ingresó al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad. Además, el venezolano también superó a Gwynn en porcentaje de embasarse por siete puntos porcentuales. La comparación entre ambos es probablemente más cerrada de lo que creas.

Aunque Ichiro conectó 600 imparables más en las Mayores, Abreu terminó con una ventaja significativa en porcentaje de embasarse (.395 por .355), slugging (.475 por .402), wOBA (.378 por .328) y wRC+ (129 por 124). El mejor wRC+ que tuvo Ichiro en una temporada fue de 131, un número que Abreu superó en ocho ocasiones durante su carrera.

Hay 27 patrulleros derechos en Cooperstown y Abreu se ubica entre los primeros 10 en porcentaje de embasarse, bases por bolas, bases robadas, extrabases y dobles. Su bWAR de 60.2 es el 14to entre los inmortales de la posición, por encima de jugadores de la talla del dominicano Vladimir Guerrero Sr. (59.5) y Enos Slaughter (57.8). También supera a Ichiro en WAR (60.2 por 60.0).

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La disponibilidad, su mejor habilidad

Abreu completó siete temporadas en las que tuvo un WAR de al menos 5.0 – más que Jeter, Ichiro, Guerrero, Biggio y Gwynn, por nombrar a algunos – lo que habla muy bien de su talento en general, dado que no fue un patrullero por encima del promedio durante la mayor parte de su carrera. La mala reputación como defensor del jardín derecho se acentuó por las quejas de los fans de los Filis, que señalaban que el venezolano no se esforzaba como Lenny Dykstra, quien fue reconocido por sacrificar su cuerpo en los jardines.

Pero por no sacrificar su cuerpo en los jardines, el venezolano logró mantenerse prácticamente todos los días en la alineación y seguir produciendo. Participó en al menos 150 juegos en cada una de las temporadas que disputó entre 1998 y el 2010. Los únicos jugadores que tuvieron esa cantidad de partidos en 13 campañas o más durante la Era Divisional fueron Ichiro, Jeter, Rafael Palmeiro, Cal Ripken Jr., Pete Rose y Eddie Murray.

Abreu participó en más partidos (2,031) que cualquier otro jugador durante ese período de 13 temporadas, en las que bateó .297 con un porcentaje de embasarse de .402 y OPS+ de 132.

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