Cómo Sánchez se convirtió en uno de los mejores lanzadores de Grandes Ligas
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FILADELFIA – Desde hace un par de años, los Filis han sabido que Cristopher Sánchez es alguien especial. Por eso le dieron una extensión de cuatro años al zurdo dominicano durante la temporada 2024 que incluye opciones del equipo para los años 2029 y 2030. Pero también son los primeros en reconocer que no veían venir esto.
“Por mucho que nos agrade Cristopher”, dijo en ese momento el presidente de operaciones de béisbol Dave Dombrowski, “no estaría diciendo la verdad si dijera que… cuando llegó por primera vez —aunque había muchas cosas de él que nos gustaban— pensaba que hoy estaríamos sentados aquí y que habría disfrutado del éxito que ha tenido. … Lo que ha logrado ha sido realmente fenomenal”.
Añadió el mánager Rob Thomson: “Estaría mintiendo si dijera que sí, para ser sincero. Su recorrido ha sido realmente notable”.
Incluso en ese momento, en junio del 2024, Sánchez —quien estaba en medio de una temporada de revelación— aún estaba por detrás de Zack Wheeler, Aaron Nola y quizás el venezolano Ranger Suárez en la rotación de los Filis. Pero con el estatus de Wheeler para el inicio de la campaña 2026 en el aire, Nola viniendo de una campaña irregular plagada de lesiones y Suárez todavía como agente libre, Sánchez ahora se perfila como un posible abridor para el Día Inaugural.
Entonces, ¿cómo pasó Sánchez de ser un lanzador errático de brazo potente, a una pieza para el medio de la rotación, y luego a uno de los principales candidatos al Cy Young de la Liga Nacional de cara al 2026?
Aquí le damos un vistazo a las tres razones principales:
El cambio
Esta es bastante obvia. El cambio de Sánchez ha sido su pitcheo principal –y uno de los mejores lanzamientos del béisbol— durante los últimos años.
En su primera temporada completa como abridor, en el 2023, los oponentes de Sánchez apenas batearon .148 contra su cambio. Contra ese lanzamiento tuvieron promedio de .177 en el 2024 y de .170 en el 2025. En otras palabras, es uno de los pitcheos más intocables de Grandes Ligas.
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De acuerdo con Baseball Savant, el cambio de Sánchez ha registrado un Valor de Carrera de +35 en las últimas dos temporadas, superando ligeramente al del ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana en campañas consecutivas, Tarik Skubal (+33), para el mejor registro de cualquier cambio en las Mayores.
En ese lapso de dos campañas, los rivales apenas batean para .174 (102 hits en 587 turnos) con slugging de .232 ante el cambio de Sánchez. Ha permitido solo tres jonrones con dicho pitcheo pese a haberlo lanzado 2,082 veces, y ha ponchado a 221 bateadores con él.
El sinker
Si bien el cambio de Sánchez es, sin duda, uno de los lanzamientos más difíciles de batear en las Grandes Ligas, fue lo que logró con su sinker la temporada pasada lo que le permitió llevar su juego a otro nivel.
Como se mencionó, el cambio siempre ha sido un pitcheo de élite para Sánchez, pero por momentos carecía de un lanzamiento complementario que lo acompañara. Incluso con lo bueno que fue en el 2024, el sinker de Sánchez —su pitcheo más utilizado— registró un Valor de Carrera de -5. En esencia, todo su éxito esa temporada se debió a su cambio excepcional.
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¿Pero en el 2025? El sinker de Sánchez fue tan efectivo como su cambio. De hecho, el primero registró un Valor de Carrera de +19, superando por poco al cambio (+18) como su mejor lanzamiento. Ningún otro lanzador en las Grandes Ligas tuvo múltiples tipos de pitcheos con un Valor de Carrera superior a +15.
Sánchez no solamente ha sumado algunas millas por hora tanto a su cambio como a su sinker en los últimos años, sino que ambos lanzamientos —separados por 9 mph— se parecen tanto al salir de la mano que a los bateadores rivales les cuesta hacer contacto sólido.
El control
Por supuesto, ninguno de esos pitcheos sería muy efectivo si Sánchez no hubiera encontrado la solución a los problemas de control que lo afligieron al principio de su carrera.
Thomson con frecuencia se ha referido a la primera vez que vio lanzar a Sánchez y señala que el zurdo tiraba entre 98 y 99 mph, pero que la bola “estaba por todo el recinto”.
En su primer año en la organización de los Filis, Sánchez pasó la mayor parte del año en Triple-A Lehigh Valley, donde promedió 5.9 boletos por cada nueve innings. En la poca acción que vio en Grandes Ligas entre el 2021 y el 2022, promedió 4.1 boletos por cada nueve innings, y su proporción de ponches a boletos fue de apenas 2.0.
Pero en las tres temporadas desde entonces, Sánchez ha promediado apenas 1.9 pasaportes por cada nueve entradas y ha tenido una proporción de ponches a boletos de 4.4.
Todo eso combinado es el motivo por el que el quisqueyano ha podido registrar efectividad de 2.89, con 365 ponches, a la vez que ha repartido apenas 88 bases por bola en las últimas dos campañas. Es apenas uno de cinco lanzadores con una efectividad mejor que 3.00, al menos 350 ponches y menos de 90 boletos otorgados en dicho tramo.
Los otros son Zack Wheeler, Skubal, Chris Sale y Paul Skenes.
No es mala compañía.