Lo más divertido (o extraño) de cada debutante en la boleta al Salón 2026

Doce jugadores están en la boleta del Salón de la Fama de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWAA, por sus siglas en inglés) para el 2026 por primera vez. Cada uno de esos 12 se ganó su lugar en la boleta al registrar números impresionantes, ganar premios, ser llamados al Juego de Estrellas y/o brillar en la postemporada durante una carrera en MLB que se extendió a por lo menos una década.

Pero para esta nota, no nos interesa nada de eso.

No, enfoquémonos mejor en un momento gracioso, inusual, extraño o quizás vergonzoso de la destacada carrera de cada jugador.

¿Por qué? Pues, ¿por qué no?

Ryan Braun

Braun, el líder de jonrones de todos los tiempos de los Cerveceros, pasó toda su carrera de 14 años con Milwaukee. Apenas los miembros del Salón de la Fama, Robin Yount y Paul Molitor, conectaron más hits con el club. El Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el 2011 fue un verdadero símbolo de los Cerveceros. Durante un juego contra los Mets el 28 de abril de 2019, esos lazos con la franquicia se volvieron literales.

Mientras retrocedía hacia la pared ante un batazo profundo del novato Pete Alonso, Braun saltó, pero no atrapó la bola. Lo que sí atrapó fue como medio vaso de cerveza sobre su uniforme. Un aficionado de los Mets, sin querer, derramó su bebida justo encima de Braun, empapando al jardinero izquierdo. La jugada resultó en el primer triple en la carrera de Alonso y, probablemente, en la necesidad de un cambio de jersey para Braun después del inning.

Shin-Soo Choo

Choo protagoniza el momento más doloroso y desafortunado de esta lista. Enfrentando al zurdo de los Reales Danny Duffy el 24 de mayo de 2018, Choo vio pasar un lanzamiento muy desviado que picó en la tierra. El envío fue tan fuera de la zona que su compañero en los Rangers, Delino DeShields, decidió salir disparado de primera a segunda. Y probablemente habría llegado a salvo... de no ser por la cara de Choo.

Porque cuando la bola rebotó en la tierra, impactó en el receptor venezolano Salvador Pérez y luego fue directo al rostro de Choo. Mientras se tambaleaba alejándose del plato, la bola quedó muerta justo frente a Pérez, quien la recogió y disparó un strike a la intermedia para sacar a DeShields.

En otras palabras, fue una jugada 1-2-Choo-2-6.

Edwin Encarnación

Encarnación disparó 424 bambinazos en 16 temporadas en las Mayores, y durante la mayoría de esas vueltas al diamante lo acompañó un loro imaginario posado sobre su brazo derecho extendido. Los Azulejos celebraron ese trote distintivo del cañonero dominicano con el “Día de Edwing” el 22 de junio del 2016. Hubo camisetas conmemorativas, loros de peluche en las gradas y al menos uno en el dugout de Toronto.

Encarnación, como era de esperarse, conectó un jonrón ese día contra los D-backs. Al regresar al banco, lo recibió un loro de peluche que estaba pegado al jardinero venezolano Ezequiel Carrera. El loro incluso tenía semillas de girasol para picar.

Cole Hamels

Hamels y su compañero de rotación Cliff Lee se adueñaron del famoso cañón de hot dogs del Phillie Phanatic al menos dos veces cuando estaban en los Filis. Dispararon unos cuantos salchichones en el 2013 y aunque eso fue divertido, todo salió sin problemas. Es mucho más entretenido ver fallar al cañón, como ocurrió en un juego de exhibición contra los Piratas el 28 de marzo del 2014.

Hamels cargaba los hot dogs para que Lee los disparara, pero ambos solamente podían ver cómo la mayoría ni siquiera salía disparada o caía en el césped del Citizens Bank Park. El Phanatic hizo lo posible por arreglar el desperfecto, pero no hubo forma. Entonces, Hamels decidió lanzar los hot dogs por encima del hombro hacia las gradas. Luego, le lanzó el resto directamente a la icónica mascota.

Gio González

González aparece por segunda vez en esta nota; fue quien realizó el pitcheo a Alonso que terminó con Braun empapado en cerveza. Esa jugada permitió una carrera que afectó su efectividad con los Cerveceros. Pero probablemente no haya dañado su ego tanto como un lanzamiento descontrolado contra Milwaukee el 22 de septiembre del 2012.

Con cuenta de 1-2 frente al boricua Martín Maldonado, González tropezó en el montículo, tiró la bola al backstop y terminó en el suelo boca abajo en el terreno. Las preocupaciones iniciales por una posible lesión se disiparon rápidamente cuando sus compañeros de los Nacionales comenzaron a reírse mientras Gio intentaba recomponerse. Ya de pie, coronó el momento bochornoso con una reverencia hacia la afición local.

González terminó ese turno ponchando a Maldonado, rumbo a su victoria número 20 de la temporada. Sus 21 triunfos en el 2012 lideraron las Grandes Ligas y siguen siendo el récord para una sola campaña para la franquicia.

Alex Gordon

Una leyenda de los Reales, héroe de la Serie Mundial y uno de los mejores jardineros defensivos de su generación, Gordon tiene una enorme colección de atrapadas espectaculares en su carrera. Pero destaquemos una que es tan graciosa como impresionante.

Gordon corrió una eternidad para atrapar un foul de Micah Johnson, jugador del cuadro interior de los Medias Blancas, el 26 de abril del 2015. Al acercarse a las gradas por la raya de tercera, Gordon se lanzó al aire y cayó en la segunda fila de asientos. En el proceso, atropelló brutalmente a un fanático con un jersey número 4 de los Medias Blancas. Gordon terminó con las piernas al aire... y con la bola en el guante. Si querías una imagen que resumiera por qué fue ocho veces ganador del Guante de Oro y dos veces del Guante de Platino, ahí la tienes.

No sabemos si Gordon se disculpó con el fanático al que se llevó por delante. Pero sí ofreció una disculpa a otro aficionado en el 2017.

Matt Kemp

Si llevas un jersey con el Nro. 94 en un juego de pretemporada, probablemente eres un prospecto recién ascendido que busca llegar a las Grandes Ligas o un veterano que busca una última oportunidad en MLB. Ese número normalmente no lo lleva un jugador convocado múltiple veces al Juego de Estrellas que hace apenas unos años fue segundo en las votaciones para Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. Pero en un partido de pretemporada el 18 de marzo del 2016, mientras estaba con los Padres en Scottsdale, Arizona, el número habitual de Kemp -- el 27 -- se quedó en las instalaciones del club en Peoria. Entonces, durante dos entradas y un turno al bate, Kemp fue el Nro. 94.

Conectó un sencillo usando su “nuevo” uniforme, antes de que llegara su camiseta habitual justo antes de su segundo turno. En ese turno, disparó un cuadrangular, como lo hizo 281 veces usando el Nro. 27 durante temporada regular.

Howie Kendrick

En el 2017, Kendrick se tomó un par de minutos fuera de su rutina previa al juego entre los Nacionales y los Astros para divertirse un poco con Orbit, la mascota de Houston. Ambos participaron en lo que parecía un juego de lanzar aros humanos usando una gorra gigante de los Astros. Hubo más fallos que aciertos --algunos claramente intencionales por parte de Kendrick. Tuvo buena actitud con estas travesuras amistosas y saludó a los aficionados en Houston al volver al calentamiento.

Lo que esos fanáticos no sabían en ese entonces era que, dos años después, Kendrick se convertiría en la fuente de sus pesadillas.

Nick Markakis

¿Alguna vez rompiste una ventana jugando béisbol en el patio cuando eras niño? En serio, ¿quién no? El 19 de julio del 2016, un Markakis de 32 años les hizo recordar esa experiencia a muchos cuando conectó una línea de foul hacia la banda izquierda ante un lanzamiento del dominicano Jumbo Díaz, de los Rojos. La pelota voló hacia uno de los palcos del Great American Ball Park y rompió una ventana, dejando un enorme agujero en el centro del vidrio.

Más adelante, Markakis también rompería los corazones de los aficionados de Cincinnati al anotar en la 11ma entrada para darles a los Bravos una victoria por 5-4.

Daniel Murphy

Con Murphy, vale la pena hacer una mención honorífica a esa increíble jugada que realizó junto con el lanzador de los Mets, Carlos Torres, contra los Filis en el 2015. Es que... ¿cómo lo hicieron?

Pero si realmente queremos mantenernos en lo extraño, hay que hablar del 24 de abril del 2019. cuando Murphy era parte de los Rockies en la penúltima temporada de su carrera de 12 años en las Mayores. Y tuvimos suerte de que su carrera no terminara ese día en el Coors Field. Jugaba su primer encuentro tras casi un mes de ausencia por una fractura en un dedo, cuando salió del dugout de Colorado para tomar su posición en la inicial y casi fue atropellado por un enorme diente con piernas.

Sí, eso pasó de verdad durante un juego de béisbol.

No sabemos qué asusta a Murphy fuera del terreno, pero se puede ver claramente que casi salta del susto tras ese encuentro.

Hunter Pence

¿Por dónde empezamos con esto?

Divertido y raro serían dos buenos adjetivos para describir a Pence en un terreno de béisbol. Como dijo alguna vez Vin Scully, Pence pone nervioso hasta al café. Bastante apropiado para alguien que es copropietario de una cafetería y salón de videojuegos en Houston. Pence es pura energía. Tenía una cara digna de memes como jugador. Esa cara terminó estampada en calcetines. Trajo el movimiento del “Yes” a MLB. ¿Recuerdas cuando le pegó tres veces a la pelota con un solo swing en el Juego 7 de la SCLN del 2012?

2 en 1: Estos swings hicieron doble contacto

Al final, lo mejor es destacar la reacción de Pence ante una jugada del partido entre los Gigantes y los Rockies el 29 de septiembre de 2016. El lanzador quisqueyano Johnny Cueto tocó la bola y eso provocó un error en tiro de Nolan Arenado que permitió dos carreras para San Francisco. Y Pence simplemente disfrutó cada segundo. Sacudía a sus compañeros. Tenía los ojos desorbitados. Sus brazos estaban completamente fuera de control. Y hablando de fuera de control… ¡mira ese cabello!

Hunter Pence es una joya.

Rick Porcello

Porcello, como la mayoría de los lanzadores, no representaba mucho peligro con el bate. Conectó ocho hits en 45 turnos de por vida, con 19 ponches, dos extrabases y cinco empujadas.

¿Quieres ver su primer extrabases? Deberías, porque remolcó tres carreras y fue nada menos que ante Max Scherzer. Y esto ocurrió a mediados del 2018, cuando Scherzer aún estaba en el apogeo de su dominio. Venía de ganar dos Premios Cy Young consecutivos en la Liga Nacional y terminó segundo en la votación ese año. Aun así, ahí estaba Porcello, excompañero de Scherzer en Detroit, dándole con fuerza a una recta de 96 millas por hora, enviándola hasta la pared y por encima del novato dominicano Juan Soto para un doblete con las bases llenas que puso al frente a los Medias Rojas.

“No tengo mucho que decir, porque en realidad no sé qué pasó”, dijo Porcello tras ese encuentro en el que fue el lanzador ganador. “Obviamente, sé que él tiene una recta potente, y tuve suerte”.