¿Qué ven los Medias Rojas con Oviedo? Este ajuste dice mucho

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Después de realizar un cambio de peso por Sonny Gray, el siguiente lanzador derecho de la Central de la Liga Nacional que los Medias Rojas han añadido podría lucir considerablemente menos interesante, dado que la nueva incorporación, el cubano Johan Oviedo, ha pasado la mayor parte de cinco temporadas con San Luis y Pittsburgh siendo decididamente poco destacable. Si miras su efectividad de por vida de 4.24 y un FIP de 4.61 —por no mencionar un récord de 15-26— no encuentras mucho de qué entusiasmarte.

Eso puede ser cierto, y aun así también hemos aprendido repetidamente que los equipos no miran únicamente el promedio de carreras limpias y el récord de ganados y perdidos para intentar encontrar valor; por eso Dylan Cease tuvo valor, y también Devin Williams, y realmente también Gray, a pesar de tener efectividades en los 4 el año pasado. Se debe a que la efectividad no es una métrica especialmente predictiva, no más que algunos de los modelos avanzados más sofisticados, e incluso no más que algo tan simple como observar ponches y bases por bolas.

Aun así, un cambio para los próximos años no se trata realmente de cómo ha sido la carrera de un jugador hasta la fecha, porque las cosas pueden y de hecho cambian. Se trata de cómo luce un jugador ahora, y de lo que un equipo cree que puede ser para ellos en el futuro. En el caso de Boston, se trata de la recta de Oviedo, y la forma muy diferente en que lanzó en verano pasado después de que se recuperó de la cirugía de Tommy John que le costó todo el 2024.

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Volvamos al 2023 por un momento, cuando Oviedo lanzó 177.0 entradas bastante respetables por Pittsburgh. Ese año, lo hizo con un slider muy bueno (valor de carreras de +11, una cifra entre las 12 mejores) y una recta muy mala (valor de carreras de -12, entre las 20 peores).

Ése era un problema en el sentido más moderno, porque, aunque la lanzaba con fuerza -- promediando casi 96 millas por hora -- también tenía un pésimo movimiento vertical, de los peores en las Mayores. Carecía de cualquier cosa que se pareciera a un “ascenso”. Los bateadores de Grandes Ligas pueden cronometrar eso, y claramente lo hicieron. Tenía un problema con su recta.

Oviedo se perdió todo el año siguiente por la cirugía en el codo, y pasó la primera mitad del 2025 rehabilitándose en ligas menores. Cuando regresó en agosto, su recta de repente lucía muy diferente, ya que sumó cinco pulgadas de ascenso, lo que la acercó bastante a ser promedio en ese aspecto, a lo mínimo. Los resultados fueron notables: En el 2023, ese lanzamiento permitió un promedio/slugging de .273/.465, pero en el 2025 fue de .149/.383. ¿Tasa de swings fallidos? Un salto del 19% al 31%.

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Para que quede claro, no es de repente una recta al nivel de la de Skubal. Pero es una diferencia grande, y se refleja en las métricas de Stuff+ (que evalúan la calidad de un lanzamiento según su velocidad, movimiento y características), las cuales la calificaron como muy por debajo del promedio (82) en el 2023 y como un lanzamiento bastante sólido (115) en el 2025 — en realidad mucho más cerca de la parte alta de la tabla de lo que pensarías. Dejó de ser algo parecido a un sinker malo y empezó a ser algo más cercano a una recta de cuatro costuras utilizable.

No está del todo claro cómo lo logró, aunque probablemente tenga que ver con un cambio en su manera de agarrar la bola, y en cualquier caso, se debe dar algo de crédito al sistema de desarrollo de lanzadores de Pittsburgh. Obviamente, eso no lo convirtió de repente en una estrella; no existe una mejora en el perfil de la recta que haga aceptable una tasa de bases por bolas del 14%, y eso podría limitar lo que realmente puede hacer con ella. La historia aquí no es “un as en proceso de formación”, sino más bien “un cambio bien, bien interesante que vale la pena destacar”.

Los Medias Rojas, contrariamente a la creencia popular, no les impiden a sus lanzadores tirar rectas. Es que intentan evitar que lancen rectas malas sólo por decir que lo hicieron. La versión anterior de Oviedo tenía, claramente, ‘una recta mala’. ¿La versión nueva? Podría ser mucho más interesante de lo que piensas y no es tan difícil ver lo que Boston percibió en él. No es, para que quede claro, el promedio de carreras limpias.

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