Perdura el legado de Larry Doby en MLB

17 de febrero de 2024

Este artículo se publicó originalmente en LasMayores.com en diciembre del 2021

Ochenta y un días separaron los debuts en Grandes Ligas de Jackie Robinson y Larry Doby. Pero la diferencia en nuestro aprecio colectivo por lo que estas dos leyendas significaron para el juego – y para los Estados Unidos -- es incalculable.

Jackie, quien debutó por los Dodgers el 15 de abril de 1947, fue el rostro de un movimiento, el representante de una idea más grande que el propio béisbol. En un filme, impreso y en el tributo sin precedentes que llegó con el retiro del número 42 en toda la liga, ha sido celebrado y reconocido como se merece.

Doby, quien rompió la barrera del color en la Liga Americana con Cleveland el 5 de julio de 1947, experimentó el mismo odio e intolerancia que Robinson, pero con menos publicidad y al final, con menos reconocimiento.

"Larry Doby fue mejor jugador que Jackie Robinson", me aseguró una vez el legendario Bob Feller.

Yo no sé si eso sea cierto, pero lo que sí sé es que el nombre de Doby merece ser reconocido y celebrado por los fanáticos del béisbol de la misma manera que lo es el de Robinson. Como Doby le dijo a Jet Magazine en 1978, “Nadie dijo, ‘vamos a ser amables con el segundo Negro’”. Doby se topó con la misma adversidad que Robinson. En varias maneras, su camino fue aún más difícil.

Doby debutó apenas dos días después de que las Águilas de Newark acordaron vender su contrato al propietario de Cleveland, Bill Veeck, quien estaba ansioso por integrar la Liga Americana, y Doby, habiendo guiado a las Águilas a la Serie Mundial de la Ligas Negras la temporada previa, se ganó su atención. Doby disparó un cuadrangular en su último turno al bate por Newark, luego partió para presuntamente unirse a Cleveland después de la pausa por el Juego de Estrellas. Pero cuando el reportero de un diario se enteró del plan de Veeck, el debut de Doby se adelantó del 10 de julio al 5 de julio.

Doby, un segunda base de sólida defensa y un bateador de contacto, fue pieza clave en el título de campeón que ganaron las Águilas de Newark en 1946. Ese año estuvo en el Juego de Estrellas y terminó la temporada con un promedio de .341 y a un jonrón detrás de los líderes de la liga Josh Gibson y Johnny Davis.

Nacido en Camden, Carolina del Sur, quedó huérfano a los 8 años de edad. En sus años escolares, destacó como deportista en diferentes disciplinas, como el fútbol americano, baloncesto y por supuesto, béisbol. Estudió en Paterson (Nueva Jersey), en East Side High School y más tarde en la Universidad de Long Island.

Tris Speaker (center) demonstrates batting for Cleveland players. Left to right: Luke Easter, first baseman; Jim Hegan, catcher; Larry Doby, outfielder; Ray Boone, shortstop; Al Rosen, third baseman.

Estuvo dos años sirviendo en la Marina estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, antes de reincorporarse a los Eagles, cuando terminó su servicio, a tiempo para ayudarlos a ganar el banderín de la Liga Nacional Negra y la Serie Mundial, sobre los Monarcas de Kansas City.

En 1948, como jardinero titular, Doby bateó .301 y despachó 14 jonrones. Fue determinante en la victoria de los Indios ante los Bravos de Boston en la Serie Mundial.

Su nombre destaca como uno de los cuatro jugadores de las Ligas Negras (Monte Irvin, Willie Mays y Satchel Paige) que jugaron en la Serie Mundial de las Ligas Negras y en la Serie Mundial de Grandes Ligas.

Fue líder en jonrones de la Liga Americana en 1952 y 1954; en 1954, fue el primero con 126 carreras impulsadas. Entre 1949 y 1955 fue invitado al Juego de las Estrellas. Además, en 1954 quedó segundo en las votaciones al JMV, detrás de Yogi Berra.

En Cleveland, el Nro. 14 de Doby fue retirado, la calle ubicada a espaldas de la pizarra gigante del Progressive Field ha sido renombrada “Larry Doby Way” y una estatua de Doby permanece por fuera del estadio. Estos son homenajes bien merecidos para el ícono de una franquicia.

En agosto de 1998 fue elevado al Salón de la Fama de Cooperstown. Murió de un cáncer el 17 de junio de 2003.

Me entristece saber que Doby murió sin sentir el aprecio por sus grandes aportaciones al béisbol de Grandes Ligas. Pero nunca es tarde para reconocer su impacto. Larry Doby podría haber llegado a MLB poco después que Jackie Robinson, pero fue insuperable.