Maldonado salió del bache a la hora clave

1 de noviembre de 2021

ATLANTA – El puertorriqueño Martín Maldonado es elogiado de forma rutinaria por su trabajo detrás del plato, pero con la temporada de los Astros pendiendo de un hilo la noche del domingo en el Juego 5 de la Serie Mundial, el cátcher respondió con el madero para mantener vivas las esperanzas de ganar el anillo para Houston.

Maldonado se fue de 3-1 con un boleto, un elevado de sacrificio y tres carreras empujadas, aportando desde la parte baja del lineup mientras los Astros obligaban a un Juego 6 con la victoria 9-5 sobre los Bravos en Truist Park.

“‘Maldy’, es alguien sobre el que, obviamente, hablamos mucho de lo bueno que es llamando pitcheos. Su defensiva es tremenda y todo eso, pero es un hombre que también viene todos los días a trabajar su bateo en la caja”, dijo el también puertorriqueño Carlos Correa, shortstop de los Astros.

“Incluso cuando las cosas no salen bien, él está ahí cada día trabajando. A él le importa este equipo. Le importan sus turnos. Quiere ganar el juego. Quiere batear jonrones. Le gusta salir a batear y producir. Él trabaja fuerte y en algún momento eso te va a dar resultados. Yo siempre confío en él”.

Maldonado, que estaba sentado a la izquierda de Correa en la rueda de prensa postpartido, se le quedó mirando a su compatriota luego de escucharlo decir todas esas cosas.

“Ahora me vas a hacer llorar”, le dijo Maldonado antes de chocar puños con Correa.

Los Astros recibieron aportes de varios jugadores en el Juego 5 para acercarse 3-2 en la serie al mejor de siete, pero ninguno más importante que Maldonado. Empujó una carrera con un elevado de sacrificio en el segundo inning, empató el juego con un boleto clave con las bases llenas en el quinto y trajo otra rayita en el séptimo con un sencillo impulsor.

“Esto significa mucho”, dijo Maldonado. “Cada vez que tienes la oportunidad de ayudar al equipo a ganar de alguna forma, siempre es algo bien grande”.

Maldonado se convirtió en apenas el quinto cátcher en la historia de la Serie Mundial en remolcar tres o más carreras en un juego en el que su equipo podía quedar eliminado y en el primero en lograrlo desde que Steve Yeager trajo cinco para los Dodgers en el Juego 5 del Clásico Otoñal de 1977.

Tras sus primeros 14 juegos de esta postemporada, Maldonado tenía una línea ofensiva de .098/.159/.098 con dos empujadas, un boleto y 14 ponches. Conectó sólo cuatro hits en 41 turnos. Su promedio de bateo era el peor entre todos los jugadores con al menos 20 turnos en estos playoffs.

¿Qué tan poco productivo había sido Maldonado? En el Juego 4, el manager Dusty Baker decidió colocar a su lanzador abridor, Zack Greinke, por delante de Maldonado en el lineup, bajando a su cátcher el noveno puesto del orden.

“El hecho de que estaba batallando y no mirando a la pizarra”, dijo Baker sobre lo que le gustó del enfoque de Maldonado, “porque uno puede sentirse mal cuando es tu turno de batear y no estás produciendo”.

El turno más importante de Maldonado fue el del quinto. Correa comenzó el inning con un hit ante A.J. Minter. El cubano Yuli Gurriel dio otro sencillo con un out y luego Kyle Tucker movió a los corredores con un rodado a primera. Los Bravos decidieron entonces darle un boleto intencional a Alex Bregman para lanzarle a Maldonado, cuyo promedio en ese momento era de .095.

“Yo estaba esperando eso”, reconoció Maldonado. “Yo siempre me preparo y estaba listo para un muchacho que ha sido bien difícil toda la serie y que ha estado lanzando muy bien. No iba a hacer swing hasta que me tirara un strike. Tenía que tratar de ser paciente”.

Minter falló con sus dos primeros envíos antes de que Maldonado dejase pasar una recta para el primer strike. El zurdo le lanzó con mucho cuidado a Maldonado a pesar de la falta de producción del carate, tirándole otras dos bolas para forzar la carrera del empate con un boleto.

“Yo sabía que él estaba tratando de buscar una base por bolas”, explicó Minter. “Pienso que traté de apuntar hacia dónde quería poner la pelota, en vez de simplemente lanzar mi pitcheo. Eso es obviamente algo que haría distinto”.

De acuerdo con el Elias Sports Bureau, Maldonado se convirtió en apenas el segundo jugador en la historia de la postemporada que toma un boleto con las bases llenas con un promedio de bateo por debajo de .100 (mínimo 25 viajes al plato), uniéndose a Austin Jackson de los Tigres en el Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2013.

El venezolano Marwin González siguió la fiesta para Houston con un sencillo remolcador de dos carreras que los puso arriba 7-5, una ventaja que no volverían a perder.

Con más de la mitad del juego por delante, Baker dijo que nunca pensó en mandar un emergente por Maldonado a pesar de sus recientes problemas con el madero.

“Cerca del quinto, sexto, séptimo inning, ahí es cuando tienes que tomar una decisión sobre lo que vas a hacer, porque se te está acabando el tiempo, pero todavía queda juego”, dijo Baker. “Estaba ligando que ‘Maldy’ diera un hit, para traer luego a Marwin González, y después venía la parte alta del orden con (José) Altuve. Y bueno, funcionó. Muchas cosas funcionaron hoy”.