HOUSTON -- Desde este viernes, los Medias Rojas y los Astros se verán las caras en la Serie de Campeonato de la Liga Americana por segunda ocasión en los últimos cuatro años. Son dos equipos que se conocen bastante bien, empezando por el manager de los Patirrojos, el puertorriqueño Alex Cora.

Fue Cora que ganó un anillo como coach de la banca de Houston cuando los Siderales se coronaron campeones en el 2017. Y al año siguiente, en su primera temporada como capataz de Boston, llevó a los Medias Rojas a 108 victorias y un título de Serie Mundial -- derrotando a los mismos Astros en la SCLA en cinco juegos en aquel octubre.

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Todos saben lo que ha pasado desde entonces. La edición del 2017 de Houston fue señalada por MLB como beneficiaria de un ilegal sistema de robo de señas, siendo uno de los principales ideólogos de eso -- según la investigación oficial -- el mismo Cora. Y según MLB, los Medias Rojas del 2018 usaron videos de una manera ilícita para sacar ventajas, aunque se llegó a la conclusión oficial de que Cora no estuvo involucrado en eso, ni tenía conocimiento.

Cora, suspendido por todo el 2020 por su rol en lo sucedido en Houston en el 2017 (y no por lo encontrado en Boston en el 2018), ha tenido un triunfal regreso en los Medias Rojas este año, gozando de la confianza de los dueños y del presidente de operaciones de béisbol, Chaim Bloom. Tras Boston terminar en el sótano de la División Este de la Liga Americana la campaña pasada, los Patirrojos ganaron 92 partidos este año, derrotaron a los Yankees en el Juego del Comodín y sorprendieron a los Rays para eliminarlos en cuatro juegos de la Serie Divisional de la Liga Americana.

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“Es una de esas personas por las que correrías para tumbar una pared”, dijo acerca de Cora el relevista de los Medias Rojas, Garrett Whitlock, al expresar la dedicación que inspira su capataz. “Ésa es la clase de líder que es.

“Si quieres jugar para alguien y trabajar para alguien, ésa es la clase de persona que te inspira. Quieres dar la cara todos los días por él, porque sabes que ha hecho mucho para nosotros y tratamos de hacer lo mismo para él”.

MATIZ DIFERENTE AHORA

Cuando los Medias Rojas y los Astros chocaron en la SCLA del 2018, Houston era el campeón defensor y contaba con lo que esperaban ellos fuera una dinastía en las Grandes Ligas. Sí lo ha sido, hasta cierto punto, con cinco participaciones consecutivas en la ronda de campeonato de la Liga Americana y otra corona del Joven Circuito en el 2019. Pero siempre existirá la duda sobre sus hazañas, al menos las del 2017.

Además, figuras como George Springer, Dallas Kuechel Justin Verlander y Gerrit Cole, entre muchas otras, ya no forman parte de los Astros. Y por supuesto, el manager ahora es Dusty Baker, ya que A.J. Hinch -- el piloto campeón con Houston en el 2017 -- fue suspendido al igual que Cora por una temporada en el 2020 y en la actualidad se encuentra con el timón de los Tigres. Con el boricua Carlos Correa en el último año de su contrato, los Siderales podrían estar viendo el principio del final de sus tantos años de éxitos desde el 2015.

Del otro lado, pilares de aquellos Medias Rojas del 2018 como Mookie Betts, Andrew Benintendi y Jackie Bradley Jr. no están en Boston.

Y en la gerencia, ya Dave Dombrowski (Medias Rojas) ni Jeff Luhnow (Astros) dirigen los destinos de estas organizaciones.

¿Desde fuera, se verá con cinismo esta serie después de las tantas cosas ocurridas desde la última vez que se enfrentaron en los playoffs?

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“No le ponemos mucha atención a eso”, dijo Correa, quien una vez más en la Serie Divisional contra los Medias Blancas exhibió una gran producción en postemporada con promedio de .385 y cuatro empujadas. “En el clubhouse, todo es positividad. Nos queremos y nos protegemos y eso es lo más importante para nosotros”.

Eso mismo ha visto Baker desde que asumió las riendas del equipo en el 2020, tras las consecuencias del escándalo.

“Hemos sido constantemente bombardeados por cosas negativas, saben, sobre todo en la ruta”, dijo el timonel, cuyo equipo incluso fue acusado por los Medias Blancas de robar señas en la ronda divisional esta semana. “Pero estos muchachos vienen a jugar y se quieren”.