Kirk da de qué hablar. ¿Viene un mayor rol?

22 de septiembre de 2020

Llegó Alejandro Kirk. Y el joven mexicano anunció dicha llegada el lunes contra los Yankees.

Kirk es uno de los jugadores más distintivos de Grandes Ligas, sea que se le vea por televisión o sus números en el boxscore. En la caja de bateo, Kirk—de cinco pies y ocho pulgadas de estatura y 265 libras—apenas se ve más alto que el receptor cuando éste está agachado. Corriendo las bases, hace que el dominicano Vladimir Guerrero Jr. se parezca a Usain Bolt. Kirk no es lo que un esperaría, y eso es lo que lo hace especial.

En la victoria de los Azulejos sobre los Yankees el lunes en Buffalo, Kirk ya bateaba de 3-3 con un doble cuando llegó al plato en el séptimo episodio. El tijuanense dio un batazo a la banda contraria y, diferente a uno de sus turnos anteriores, la bola voló la cerca y puso a celebrar a los compañeros de Kirk.

“Para ser honesto, pensaba que no se iba”, dijo Kirk. “Pero cuando (el jardinero Aaron Judge) chocó con la verja, sabía (que era HR). Fue algo grande la sensación de correr por las bases. Se siente bien”.

 Kirk tiene muchos fans. Sus compañeros de equipo lo han hecho sentir como en casa.

“No podría ser mejor”, dijo Kirk. “Me dieron la bienvenida. Los muchachos se han portado bien conmigo. Poco a poco, estamos conociéndonos y estoy tratando de comunicarme más con ellos. No podría pedirles más”.

 Lo hecho por Kirk el lunes lo convierte en el primer receptor de 21 años o menos en tener un juego de cuatro hits desde que lo hizo Joe Mauer por los Mellizos en el 2004. Guerrero Jr. se fue de 3-3 con tres empujadas el lunes. Él y Kirk son apenas el segundo par de compañeros de equipo con 21 o menos en tener al menos tres imparables con dos extrabases en el mismo partido, después de los Salón de la Fama Ted Williams y Bobby Doerr en 1939.

Kirk no cuenta con las herramientas físicas de varios otros en el roster de Toronto, pero al verlo jugar, uno nota que el juego no es demasiado rápido para él. Por eso supo manejar el salto de Clase-A Avanzada Dunedin a Grandes Ligas.

El valor de Kirk en el bateo es una combinación de dos factores. Primero, tiene una de las mentalidades más maduras de la organización en el plato. En 151 partidos a nivel de liga menor, el bajacaliforniano negoció 89 bases por bolas y se ponchó apenas 60 veces, registrando porcentaje de embasarse de .418. La otra faceta de su juego ofensivo es su tasa de contacto duro, según Statcast.

El lunes, sus dos sencillos fueron de 106.6 y 104.6 millas por hora, respectivamente. El segundo le dio a la cerca del jardín izquierdo y por poco sale de jonrón. Kirk llegó al lunes con cinco de nueve bolas puestas en juego conectadas a más de 100 mph, un dato asombroso.

Del lado defensivo, es importante notar la confianza que tiene la gerencia en Kirk detrás del plato. La oficina central cree que el mexicano será un buen receptor a nivel de Grandes Ligas. Coincide el manager del equipo, el puertorriqueño Charlie Montoyo.

“Ha hecho un gran trabajo en la receptoría. He quedado impresionado con eso”, dijo Montoyo. “A la hora de bloquear las bolas también, se ha ha visto muy bien. Estoy impresionado con su juego general, para ser sincero”.

Danny Jansen sigue como el cátcher titular de los Azulejos, pero Toronto necesitará contar con el bate de Kirk. Podría ser mucho pedirle a un joven de 21 años manejar un cuerpo monticular para la primera postemporada del club desde el 2016, pero el puesto de designado sería lo ideal para Kirk en las próximas semanas. El novato también representa una excelente opción viniendo desde la banca.

Llegando al lunes, los Azulejos contaban con promedio de .271 y OPS de .807 de sus bateadores designados, así que el puesto ha sido algo productivo. Pero eso se debe a lo hecho por Guerrero Jr. y otros que han compartido el puesto, en vez de un bateador fijo. Si Rowdy Téllez no vuelve de su lesión—y no se espera que lo haga—Kirk podría ser la opción más lógica para ser BD titular de Toronto en la postemporada.