¿Ya le tomaron la medida a Vladimir Jr.?

26 de mayo de 2022

Los lanzadores ya saben cuál es el plan de ataque contra el dominicano Vladimir Guerrero Jr.

El año pasado, Guerrero Jr. conectó 48 jonrones y terminó segundo en la votación para el premio a Jugador Más Valioso de la Liga Americana. Tuvo una de las mejores campañas ofensivas en la historia de los Azulejos, aunque decir eso es quedarnos cortos; tuvo uno de los mejores años para un jugador de 22 años desde la Segunda Guerra Mundial. Dadas la fama y la expectativa que siempre lo han acompañado, la temporada se sintió menos como la “explosión” de Vlad Jr. y más como “su llegada”, el primero de lo que deben de ser 15 años iguales o mejores, camino a la historia.

En vez de eso, ahora estamos hablando de cómo mayo del 2022 ha sido uno de los peores meses de su carrera. (Su OPS de .706 en mayo sería el tercer más bajo para él en un mes, de terminar así). Estamos hablando de cómo uno de los toleteros más poderos del juego pasó semanas -- ¡semanas!-- sin dar un extrabase. Estamos hablando de cómo la tan alardeada ofensiva de los Azulejos no ha terminado de despegar, y de cómo la cara y el corazón del equipo – Guerrero Jr. -- está en el centro de los problemas.

Estamos hablando, realmente, de cómo los lanzadores rivales decidieron que simplemente no iban a dejar que el 2021 se repitiera. Y no han dejado que se repita.

Cuando Guerrero dio cuadrangular el martes en San Luis, puso fin a una racha que no debió ser posible. Fue su primer extrabase desde el 5 de mayo, un período durante el cual 360 bateadores distintos conectaron al menos un batazo de más de una base. Esa lista incluye a P.J. Higgins, Joe Dunand y el venezolano José Herrera.

La pregunta, entonces, es obvia: ¿Cómo pudo pasar algo así?

Vamos a empezar con lo que sabemos no es la causa. Y eso es importante, porque en medio de todo esto han seguido pasando cosas muy buenas con Vlad Jr.

No es un problema de contacto. Eso es lo primero que uno pensaría, ¿verdad? Un bateador está en un bache y lo primero que uno revisa es su tasa de ponches. No aquí. Guerrero se ha ponchado apenas el 11% de las veces en mayo. Es una de las mejores marcas en Grandes Ligas. Es la mejor en cualquier mes de su carrera. Queda extremadamente claro que no es esto.

Tampoco es un problema con el tipo de contacto. El año pasado, en su grandiosa campaña, su tasa de batazos duros fue del 55%. Este año, durante su terrible mayo, su tasa de batazos duros fue del … 56.9%. ¡No, tampoco es esto!

Ésas son buenas señales, el hecho de que Vlad Jr. está haciendo un montón de contacto y le está pegando fuerte a la bola. El problema es que si eso no se está traduciendo en buenos resultados, ustedes probablemente ya saben cuál es el problema, que es el siguiente:

El asunto aquí son los roletazos. Lo mismo que pasó en el 2019, realmente. El 60% de los batazos que ha dado Guerrero este mes han sido rodados, por mucha diferencia el mayor porcentaje de su carrera. En junio pasado, por ejemplo, cuando tuvo el mejor mes de su carrera, ese número fue de apenas 35%.

Pero ustedes sabían eso, probablemente, incluso si no estaban al tanto de los números exactos. Lo han visto batear roletazo tras roletazo tras roletazo hacia los guantes del otro equipo. Y no importa qué tan duro usted conecte un rodado, los rivales siempre estarán extremadamente felices. Si eres capaz de evitar que Guerrero eleve la pelota, ya ganaste. (Batea .219 con slugging de .219 con sus batazos por la tierra).

Y los lanzadores rivales, hasta hora, están ganando. De todas formas, hay que apuntar que Guerrero está bateando 30% mejor que el promedio de la liga. El asunto es que el año pasado, fue 66% mejor que un bateador promedio.

Esto no pasó por accidente. Lo que ha cambiado es cómo los serpentineros lo están atacando, basados en el respeto que se ganó después del año pasado. Lo que ha cambiado, además, es cómo él está respondiendo a ese cambio.

Después de lo que Guerrero hizo en el 2021, los lanzadores jamás iban a ponerse así para dejar que pasara lo mismo otra vez. Y no lo han hecho. Se enfocaron en identificar qué tipo de envíos estaba bateando Guerrero hacia el aíre -- que es, en términos sencillos, lo que debe evitar cualquier lanzador ante el dominicano -- y dejaron de tirárselos.

Piensen en esto como una lista de problemas que debían resolver los hombres en el montículo.

1. Vlad demolía las rectas de cuatro costuras en la zona
Solución: Menos rectas, tiradas con menos frecuencia en la zona buena y con más fuerza

En el 2021, no hubo un bateador más exitoso ante un pitcheo específico que Guerrero contra las rectas de cuatro costuras, ante las cuales tuvo slugging de .726 y disparó 26 bambinazos. ¿Y qué pasó?

En mayo, sólo tres bateadores que juegan todos los días están viendo rectas de cuatro costuras con menos frecuencia que Guerrero (22%), la cifra más baja para un mes en su carrera. Las rectas que le están tirando son bien rápidas; si incluimos los sinkers aquí, la bola rápida promedio que está viendo Guerrero va a 94.5 millas por hora, empatado como el promedio más veloz en las Mayores.

Entonces, le están tirando menos de esos envíos que solía demoler. Pero ésa es sólo la primera parte.

2. Es más probable que Vlad levante la bola ante los pitcheos altos
Solución: Más envíos bajos y afuera

El año pasado, sólo 14 de los 78 extrabases que conectó Guerrero fueron ante pitcheos en el tercio inferior de la zona de strike, o debajo de allí. Pero casi la mitad de los rodados que dio fueron en esa área. Pueden ver la diferencia en la localización de pitcheos para cada tipo de pelotas bateadas.

Ahora, si usted es un lanzador y sabe eso, ¿qué vas a hacer? Correcto, cuando no le tiran una recta, que rara vez ve, el resto de los pitcheos se le están tirando más que nunca en la parte baja del cuadrante. Guerrero sólo ha dado dos extrabases en esa parte de la zona de strike, o más abajo, en toda la campaña.

Hace cerca de un mes, la historia era que los lanzaodres estaban rehusándose a tirarle strikes: Hasta el 18 de abril, había visto la tasa más baja de pitcheos en strike de Grandes Ligas. Guerrero, frustrado por los pocos lanzamientos ante los que podía hacer daño, empezó a expandir su zona. Y como es tan bueno a la hora de hacer contacto, lo hizo. El problema es que es difícil conectar extrabases y hacerles daño de verdad a los equipos rivales haciéndoles swing a envíos malos, incluso si eres capaz de pegarle a la pelota.

El plan se pudo ver claramente el martes contra los Cardenales. Guerrero vio 17 pitcheos, sólo tres de los cuales fueron rectas de cuatro costuras y ninguna de ellas remotamente cerca de la zona de strike.

En el cuarto inning, Nick Wittgre le abrió el turno a Guerrero con tres pitcheos, todos bajos y afuera y ninguno realmente competitivo. En 3-0, estaba cantado que el próximo lanzamiento no iba a pasar ni cerca de la zona buena. Ustedes lo sabían. Y también Vlad. No tuvo que esperar para saber la respuesta.

En el sexto episodio, el derecho Drew VerHagen se puso debajo 3-1 en el conteo. El quinto pitcheo, un sinker, no siguió el guion. Se quedó a la altura de la correa. Cuatrocientos treinta y ocho pies después, cayó en las gradas.

VerHagen no tomó el camino correcto y pagó por ello. El siguiente inning, tuvo otra oportunidad. Esta vez el sinker fue bajito, a 1.9 pie del suelo, bastante más bajo que los 3.2 pies de altura de la bola del cuadrangular.

Guerrero le dio con fuerza, como siempre lo hace, a 108.2 mph. Pero fue contra el suelo, hacia el tercera base Nolan Arenado, quien fildeó la pelota y completó el out por la vía 5-3. Esa diferencia en la altura del pitcheo de poco más de un pie le salvó a VerHagen unos 430 pies de distancia. Por supuesto, ése era el plan.

El plan ya lo conoce todo el mundo. Ahora le toca a Guerrero obligar a los lanzadores a cambiarlo.