Cinco lecciones que aprendimos tras la fecha límite de cambios

7 de septiembre de 2022

Ha pasado poco más de un mes desde la fecha límite de cambios, y todas las transacciones fueron de impacto. Juan José Soto a los Padres. Josh Hader a San Diego también. Luis Castillo a los Marineros. Y un cambio sorprendente entre los Yankees y los Cardenales.

Pero ahora que han pasado algunas semanas y estamos en la recta final de la temporada, podemos sacar algunas conclusiones sobre la fecha límite de cambios. A continuación, cinco lecciones que aprendimos desde entonces.

1. A veces un cambio no le da resultados a ninguno de los dos equipos.

Las cosas le iban de maravilla a los Cerveceros el 1ro de agosto. Tenían ventaja de 3.0 juegos en la División Central de la Liga Nacional, habían ganado siete de sus 10 juegos anteriores y parecían sobrarles brazos increíbles en el bullpen. Por lo tanto, decidieron ser creativos y tomaron un riesgo: Enviaron a Josh Hader, quien había sido convocado a los últimos cuatro Juegos de Estrellas como integrante de los Cerveceros y quien quizás era su jugador más reconocible, a los Padres por un paquete de jugadores: Taylor Rogers, el dominicano Dinelson Lamet (a quien casi de inmediato designaron para asignación), el veloz prospecto quisqueyano Esteury Ruiz y el zurdo Robert Gasser. Los fans de los Cerveceros (y hasta algunos de los jugadores) quedaron confundidos. Habían cambiado a su cerrador de lujo en medio de una pelea por los playoffs. Por otro lado, los fans de los Padres estaban encantados. Habían adquirido no solamente a Soto y a Josh Bell, sino también a uno de los mejores taponeros de las Mayores. ¡Wow!

Bueno, los Cerveceros dejaron ir ventajas en tres de sus siguientes cuatro partidos y, aunque Rogers no ha sido un fracaso, casi todo lo demás se ha desmoronado. Tienen marca de 14-17 desde que despertaron el 3 de septiembre y ahora están a 8.5 juegos del primer lugar. Pero los Padres tampoco están saltando de felicidad. Hader ha sido una pesadilla para San Diego, donde tiene promedio de carreras limpias de 17.55 en nueve presentaciones y temporalmente perdió el rol de cerrador. Ahora ambos equipos se disputan uno de los últimos dos Comodines de la Liga Nacional. A veces un cambio no le da resultados a nadie.

2. Quizás los Guardianes saben lo que hacen.

Lo único que hicieron los Guardianes en la fecha límite fue enviar a Sandy León, receptor venezolano de liga menor, al equipo al que se suponía estaban tratando de alcanzar en la Central de la Liga Americana. (Y dieron de baja al dominicano Franmil Reyes.) Muchos cuestionaron la inactividad del equipo, argumentando que estaban dejando ir una oportunidad de llegar a los playoffs. Bueno, desde el 2 de agosto, Cleveland tiene marca de 18-14 (pese a una reciente racha de cinco derrotas consecutivas) que, gracias a las dificultades de los Mellizos y los Medias Blancas, les dio ventaja de 1.5 juego en la división. Está por verse por cuánto tiempo podrán quedarse en la cima, pero la impresión de que los Guardianes estaban dándose por vencidos con respecto a la división al no hacer movimientos resultó ser incorrecta.

3. Hay un límite de lo que puede hacer un jugador, por bueno que sea.

Soto ha brillado desde que se integró a los Padres. Tiene OPS+ de 128 y porcentaje de embasarse de .395, aunque ha bateado para menos poder de lo esperado. Pero tras su llegada, San Diego tiene marca de 16-16. Obviamente los problemas que ha tenido Hader son parte de eso, al igual que la ausencia del dominicano Fernando Tatis Jr., quien está suspendido hasta la próxima temporada.¿Recuerdan cuando el argumento a favor de darlo todo por Soto era la posibilidad de tenerlo para la lucha por la postemporada en tres temporadas distintas? Bueno, ésta es una de ellas, y a los Padres les está costando mantener su puesto como el tercer Comodín ahora mismo.

4. Los Yankees extrañan más a Jordan Montgomery que los Cardenales extrañan a Harrison Bader.

Para ser justos: Los Cardenales sabían que iban a estar sin Bader por el resto de agosto y gran parte de septiembre, hicieran un cambio o no, ya que Bader se estaba rehabilitando de una lesión de plantar fascitis en el pie derecho. Pero la decisión de cambiarlo por Montgomery, a quien los Yankees no tenían previsto incluir en su rotación de postemporada (especialmente una vez que adquirieron al dominicano Francellis “Frankie” Montás desde Oakland) ha sido la salvación de los Cardenales. Montgomery (quien estará bajo contrato para el 2023 también) tiene marca de 5-0 con promedio de carreras limpias de 1.47 en San Luis, y los Cardenales han ganado cada una de sus seis aperturas. De su parte, los Yankees tienen una foja increíble de 11-29 desde el cambio, con una ofensiva que ha flaqueado y una rotación que luce necesitada de un brazo más. Se espera que Bader llegue el Bronx en las próximas semanas, así que está por verse quién “ganó” el canje, pero hasta ahora, los Cardenales recibieron a un serpentinero que ha lanzado como as por un jugador que ni siquiera está jugando.

5. Los Marineros se aseguraron de tener la oportunidad de hacer historia.

Cuando los Marineros adquirieron al dominicano Castillo, parecía ser un movimiento obligado para que un equipo aprovechara su oportunidad de ponerle fin a una sequía de 21 años sin playoffs. Pero dado lo mucho a que este equipo le gusta hacer canjes, no estremecieron tanto el mercado en la fecha límite de cambios. Lo que sí hicieron fue ver lo que era el calendario más fácil de Grandes Ligas, y lo han aprovechado. Al momento de adquirir a Castillo, apenas tenían el segundo Comodín de la Liga Americana en su poder, pero desde entonces su marca es de 21-11 (con mucha ayuda de Castillo, quien se ha lucido) y tienen ventaja de 3.5 partidos sobre Baltimore. Y según Fangraphs, sus posibilidades de llegar los playoffs son de 99.3%. Lo van a lograr.