Herrera quiere seguirle los pasos a Yadi

3 de noviembre de 2020

El receptor panameño Iván Herrera, prospecto de los Cardenales, se crio idolatrando al puertorriqueño Yadier Molina, a Buster Posey y al venezolano Salvador Pérez.

Cuando no se hacía de uno de sus héroes deportivos en los juegos que disputaba cerca de su casa, pensaba en cómo sería compartir un uniforme y clubhouse con ellos. Se imaginaba el tipo de conversaciones que tendría si algún día conocía a uno de ellos.

Entonces, cuando los Cardenales tocaron su puerta, a Herrera no le tomó mucho tiempo firmar. Los Marlins también estuvieron interesados.

“Elegí a los Cardenales porque son una organización ganadora y sabía que quería llegar a las Grandes Ligas con ellos algún día, para poder jugar con Yadier Molina y aprender de él”, dijo Herrera desde su casa en Panamá. “Él es uno de los grandes motivos por los que elegí (a San Luis)”.

Herrera, quien firmó por US$200,000 el 2 de julio del 2016, es el prospecto Nro. 4 de los Cardenales. Si termina o no cumpliendo su sueño de compartir un clubhouse con Molina es algo que está por verse. El boricua es agente libre y Herrera podría empezar el 2021 en Doble-A. Andrew Knizner luce encaminado a asumir las responsabilidades de la receptoría de San Luis si Molina no regresa.

Pero en varios sentidos, los sueños más estrafalarios de Herrera ya se volvieron realidad. El istmeño pasó el campamento de verano siguiendo de cerca a Molina y tratando de aprender lo más posible. Cuando Herrera fue enviado al campamento alternativo una vez empezó la temporada, trató de mantenerse siempre en contacto con su mentor y héroe.

“Trabajábamos juntos casi todos los días y me dio muchos consejos”, reveló Herrera. “Sé que eso me va a ayudar el resto de mi carrera. Aprendí sobre la parte mental del juego, cómo trabajar y cómo ir aprendiendo los fundamentos. Hablamos mucho sobre las cosas más importantes de la parte defensiva”.

A Herrera le importa la defensa. Pero fue su bate, no su guante, lo que llamó la atención del departamento de scouts internacionales de la organización hace cinco años durante un torneo en Aguas Calientes, México. Herrera siguió desarrollándose como bateador al año siguiente y su progreso eventualmente llamó la atención de otras organizaciones que también querían firmarlo cuando cumplió 16 años.

“Era alguien que jugaba una posición premium y sabía batear”, dijo el puertorriqueño Moisés Rodríguez, gerente general asistente de los Cardenales y quien para entonces era director de scouts internacionales del club. “Lo que nos gustaba de él era su habilidad para batear, su habilidad para hacer contacto y su plan de ataque en el home. Demostró mucho potencial desde el punto de vista del poder. Y aunque su bate estaba un poco por delante de su defensa en ese momento, también nos demostró potencial detrás del plato”.

Herrera hizo su debut como profesional en el 2017 y bateó .335/.425/.441 en la Liga de Verano en Dominicana. La siguiente campaña ligó para .336/.415/.483 entre la Liga de la Costa del Golfo, categoría Novatos, y Doble-A, aunque sólo en un par de partidos en ese último nivel. En el 2019 continuó avanzando en Clase-A Peoria y Clase-A Avanzada Palm Beach, ganándose eventualmente un puesto en la Liga Otoñal de Arizona.

“Mi primera experiencia en las menores fue dura, porque primero, no es fácil dejar tu casa en Panamá y luego cuando empiezas a jugar, te toca batearle a pitchers que tiran bien duro con tremendas curvas”, contó Herrera. “Pero trabajé duro para mejorar y aprender. Empecé a enforcarme en el lado mental. Le puse mucha atención al juego, a seleccionar los pitcheos y cosas así. Esos detallitos son bien importantes”.

Por estos días, Herrera se levanta temprano y llega al gimnasio antes de las 8 a.m. para empezar a entrenar. Su jornada diaria también incluye rutinas de fildeo y bateo, y dos veces por semana lanza a las bases. El joven espera estar listo cuando el béisbol arranque otra vez en el 2021 y está decidido a ser un jugador completo.

“El 2020 fue un año duro para mucha gente y para muchos peloteros en las menores y en las Grandes Ligas”, dijo Herrera. “Fue difícil, pero uno tiene que sacar cosas positivas de todo. Yo me quedo con todo lo que aprendí. Hay que mantenerse positivo”.