SAN LUIS – El cerrador de los Cardenales de San Luis, Jordan Hicks, aseguró sentirse bien casi seis meses después de haberse sometido a una cirugía Tommy John en el codo derecho, pero insistió en que el plan sigue siendo simplemente estar listo para volver a lanzar a mitad de temporada.

Mientras los Cardenales jugaban en la postemporada del 2019, Hicks iniciaba un programa de levantamiento de pesas, y dijo que ya ha sumado 10 libras de masa muscular. Comenzó a hacer tiros suaves cuando se trasladó de San Luis al complejo de los Cardenales en Júpiter, Florida, después de las navidades, y ahora está lanzando de dos a tres veces por semana. Además, empezó a practicar rutinas del cuadro interior con el coach puertorriqueño José Oquendo.

“Me siento bien fuerte”, dijo Hicks. “En mi opinión, voy en la dirección correcta. Soy alguien que tomas las cosas día por día. No veo mucho hacia el futuro. No estoy tratando de ponerme metas ahora mismo. Estoy tratando de ir paso a paso. Ser yo mismo, fortalecerme y salir al terreno otra vez. Por ahora, estoy soltando el brazo. No estoy tratando de lanzar al 100%”.

Esta pasada temporada fue la primera de Hicks como cerrador de los Cardenales, pero en junio sufrió una rotura de ligamentos en el codo que requirió de la cirugía. El proceso de recuperación, de no sufrir retrasos, lo pondría de vuelta en la Gran Carpa para la pausa del Juego de Estrellas.

Consultado sobre cómo podría la lesión afectar la velocidad de su recta, Hicks, quien ha llegado a tirar a 106 millas por hora, aseguró que sólo está enfocado en ponerse sano.

“No tengo metas. No me importa si lanzo a 106, nada de eso”, dijo Hicks. “Sé que he podido lanzar antes sin necesidad de tirar a 100 millas y sé que mis pitcheos se mueven. Siento que hoy soy mejor pitcher que hace dos años, por la experiencia, y confío en mí mismo más allá de la velocidad. Lanzar a 100 mph te hace las cosas un poco más fáciles, pero al mismo tiempo, siento que mis pitcheos son los suficientemente buenos”.