Ozuna empieza a cumplir con las expectativas

17 de septiembre de 2019

SAN LUIS – El lunes, el partido se trató de Marcell Ozuna contra los Nacionales. El dominicano salió airoso.

El jardinero izquierdo empujó cada una de las cuatro carreras de San Luis en su triunfo por 4-2, además de hacer un tiro clave al plato para evitar otra carrera de los capitalinos.

Llegando al lunes, Ozuna bateaba apenas .112 en sus 17 partidos anteriores, pero llevaba promedio de por vida de .317 con dos cuadrangulares ante el abridor de los Nacionales, Stephen Strasburg. Fue ante Strasburg que Ozuna dio un jonrón de dos carreras en el primer episodio, un batazo de 412 pies. Y en la séptima entrada, el quisqueyano le dio a San Luis la ventaja definitiva con un doble empujador de dos vueltas.

“Estaba pensando de más, tratando de hacer demasiado”, afirmó Ozuna. “Hoy dije, ‘Vamos, hay que ver un buen pitcheo, dar swing y no tener miedo’”.

Los batazos de Ozuna fueron cruciales, por supuesto, pero el disparo fue lo que más hablaron él y el manager Mike Shildt.

“Mi tiro”, dijo Ozuna. “Me sentí increíble con eso”.

En el cuarto inning, Ozuna tiró del jardín izquierdo al plato para sacar al venezolano Asdrúbal Cabrera. Fue crítico eso, ya que Anthony Rendón empataría el juego con un bambinazo en el sexto capítulo.

Lo hecho por Ozuna a la defensa refleja lo que ha mejorado del hombro derecho, lo cual lo limitó en el 2018. Fue operado durante el invierno y desde entonces, según Schildt, el dominicano ha recobrado fuerza en el hombro. Ahora los Cardenales están viendo por fin al jugador que querían en sus filas cuando lo adquirieron desde los Marlins en el invierno del 2017-18.

Cuando Ozuna batea como lo hizo el lunes, aporta una producción importante para acompañar a Paul Goldschimidt en el lineup. Goldschmidt encabeza a San Luis en empujadas (89) y jonrones (31). Ozuna está segundo con 86 y 28, respectivamente.

“Es bien capaz de despegar al bate”, dijo Schildt. “Lo ha hecho. Es un bateador peligroso. Cuando es paciente y deja que la bola le llegue, pero al mismo tiempo se mantiene agresivo con ese swing, realiza grandes turnos”.

La paciencia es clave para Ozuna, tanto en el plato como con su brazo en el jardín izquierdo. La paciencia que él ha exhibido con en ambos sentidos, y la que los Cardenales han demostrado con él, está empezando a rendir dividendos. Ozuna espera que eso continúe en las próximas dos semanas y en octubre, ya que el veterano aún no hay jugado en playoffs en su carrera.

“Significaría mucho para mí, porque siempre lo he visto desde mi casa”, expresó Ozuna. “Nunca he estado ahí y quiero estar”.